Tiempos de resistencia
La llegada al poder de Donald Trump por segunda vez es el anuncio de tiempos de Resistencia. No sólo en el contexto de Nuestra América los días serán muy pesados sino en los escenarios mundiales volveremos a vivir momentos similares a los de la Guerra Fría. Nuestros países están llamados a resistir ante el embate colonialista y su cauda de expresiones fascistas. El fascismo es la expresión extrema del capitalismo que, no está por demás recordarlo, se difundió por el planeta a través del colonialismo. Por ello no es difícil explicarse cómo llega al poder en la potencia militar/capitalista más importante del mundo un personaje como el anunciado. Lo que sí resulta más complejo es ¿cómo explicar que incluso sectores de las minorías étnicas en los Estados Unidos voten por alguien que los amenaza? Recordé en estos días mis tiempos de estudiante en Stony Brook, Long Island, cuando se celebraron elecciones en los Estados Unidos en las que contendieron Richard Nixon por los Republicanos y George McGovern por los demócratas. Entre mis compañeros de estudios había una persona afroamericana con quien me reunía a tomar el refrigerio del medio día en el campus universitario y a quien supuse partidario lógico de McGovern. Me llevé una gran sorpresa cuando me confesó que él y toda su familia eran partidarios de Nixon, conocido racista, enemigo de afros, latinos, etc. Aceptó que antes de la identificación con los afros y sus luchas, a su familia le fue bien haciendo dinero apoyando a políticos como Nixon. Hoy, un delincuente confeso ha sido electo para ocupar la Presidencia de los Estados Unidos y lo primero que hace es amenazar a Nuestra América, a los inmigrantes, a las minorías en su país. Llega al borde de balandronadas peligrosas como “recuperar” el Canal de Panamá invadiendo a ese país soberano, como en los “buenos tiempos” del Imperialismo Militarizado. A México lo amenaza porque afirma que nuestra Nación es responsable de las masas de inmigrantes que pugnan por ingresar a los Estados Unidos, amén de ser la sede de la fabricación de fentanilo y de su introducción a los propios Estados Unidos usando a los inmigrantes. El proyecto de Trump es practicar el Imperialismo de viejo cuño. El Gendarme del Mundo amaga de nuevo. Para él, sólo los seres blancos son los elegidos de Dios. Los demás sobran o fueron concebidos para servir al mundo blanco. Quizá así interpreta aquel pasaje bíblico en el Evangelio según San Mateo, capítulo 22, versículo 14: “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. La frase la pronunció Jesús en el contexto de la Parábola de la Fiesta de Bodas para ilustrar cómo estará constituido el reino de los cielos, cuando se termine el Tiempo en la Tierra. Seguramente Don Donald cree firmemente tener asegurada su silla en ese reino, ganándose el derecho a ello reprimiendo a todo aquel que no es “blanco”. Pero lo trágico de la historia es que personas para las que Donald Trump es una amenaza, voten a su favor. Seguramente si todos los latinos y afros, más minorías en general hubiesen votado en contra, Trump no sería el próximo Presidente de los Estados Unidos. Pero el “hubiera” no existe y la realidad es que el próximo 20 de enero se iniciará un período muy complejo en la historia de Nuestra América y del mundo. Esta complejidad se ensancha con la noticia de la gravedad por la que pasa el estado de salud de José Mojica, “Pepe”, el líder de la izquierda uruguaya y símbolo de toda Nuestra América en la lucha por un mundo mejor. La trayectoria de luchador político de José Mojica es sobresaliente, habiendo vencido a la represión, la cárcel, los años de persecución, hasta lograr la Presidencia de la República en Uruguay. Hoy, la izquierda regresó a la Presidencia uruguaya pero el escenario en varios de los países latinoamericanos y caribeños no es halagador. Incluso, en naciones como Argentina, el gobierno actual es de claro corte fascista; en Chile existe una oscilación entre izquierda/derecha muy complicada. En países como Bolivia y Ecuador la situación política no es menos grave. Colombia parece más estable, pero habrá que estar atentos al devenir político de su sociedad. Brasil con Lula al frente apunta a que camina hacia una consolidación de los gobiernos progresistas en Latinoamérica. En El Caribe, la situación de Haití no podría ser más grave, caótica y sin horizontes claros más que el desgarre de una sociedad. Así que Donald Trump vendrá a complicar aún más estos escenarios que exigirán del gobierno de México un especial esfuerzo por sortear la compleja problemática que se avecina. Serán tiempos de Resistencia. Aunque en su discurso en el zócalo de la Ciudad de México para informar de los primeros 100 días de su gobierno, la Presidenta Claudia Sheimbaum afirmó que la relación con los Estados Unidos, compleja como es, transcurrirá en los canales del mutuo respeto, las señales, hasta este momento, son preocupantes y apuntan hacia un tiempo de Resistencia para sortear los embates anunciados. Con todos los “asegunes” que se pueden suponer a las entrevistas “banqueteras” que hacen los locutores de televisión, durante el transcurso del tiempo previo a la intervención de la Presidenta, no fueron pocos los entrevistados que respondieron que la llegada de Trump al poder en los Estados Unidos, traerá complicaciones al país. Y es de esperarse puesto que “todo México es Frontera” entre la sede del imperialismo contemporáneo y el resto del mundo que intenta cruzarla en la búsqueda por una vida mejor. Es el pueblo mexicano el que decidirá las rutas de la Resistencia ante el reto que se viene. Serán días difíciles, pero existe una trayectoria que respalda al país y que justifica el ser optimista ante lo que se avecina.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 12 de enero, 2025
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