Lorenzo Pérez Jolote
Por Antonio Durán Ruiz / José Martínez Torres
El 17 de julio de 2018 visitamos al pueblo de San Juan Chamula con la idea de conocer a Lorenzo Pérez Jolote, de 81 años, hijo de Juan Pérez Jolote, personaje principal de la novela Juan Pérez Jolote. Biografía de un tzotzil de Ricardo Pozas, uno de los volúmenes más importantes de la literatura mexicana, editado y reimpreso por el Fondo de Cultura Económica y traducido a diversas lenguas. El joven pintor chamula Andrés López nos ayudó a encontrar la casa de Lorenzo en la localidad de Cuchulumtic. A este último lo vimos por primera vez, unos días antes, en el Colegio de Bachilleres de San Juan Chamula durante un coloquio relacionado con el aniversario de la publicación de Juan Pérez Jolote. Lorenzo estuvo a nuestro lado en el presídium; no fue posible hablar con él porque tenía “los oídos tapados”, según dijo; ahí pudo ver la silueta del personaje en la portada del libro: señalándola con su dedo índice, exclamó, en español: “¡Mi padre!”
Días después, recurrimos al médico Ramiro Camacho para que auscultara los oídos de Lorenzo. Fuimos a Cuchulumtic y encontramos que el hijo de Juan Pérez Jolote vivía en condiciones precarias. Dijo que sus oídos se habían dañado por un golpe accidental de la rama de un árbol; también tenía dificultades para caminar debido a “la gota”. El doctor Ramiro limpió los oídos de Lorenzo, pero no pudo hacer más en ese momento.
Andrés López pidió al médico que también examinara los oídos de su abuela, de 101 años, según nos informó. Fuimos a la casa de la señora, que vivía al fondo de un largo patio en el cual tres mujeres tejían en telares de cintura; eran la madre y las hermanas de Andrés. Después de revisar los oídos de la abuela, el médico dijo que estaban severamente dañados, que podrían mejorar mediante algún dispositivo, pero antes se debían realizar estudios de audiometría en Tuxtla Gutiérrez. Cuando nos despedimos, Andrés nos propuso acompañarnos a la salida; antes de hacerlo, acercó su boca a los oídos de su abuela y le habló con tal dulzura en tzotzil que sus palabras parecieron abrazar el corazón de la anciana.
A principios de 2019 volvimos a Cuchulumtic e intentamos hablar nuevamente con Lorenzo, poco pudimos hacer debido a su escasa audición. Fue entonces cuando conocimos a una parte de su familia: esposa, hermana, hija, nieta y su yerno Pascual, este último nos ayudó a entendernos con Lorenzo. Las dos primeras no hablaban “castilla” –como dicen al idioma español en la localidad–, sólo se comunicaban en tzotzil. Por Pascual nos enteramos que uno de los hijos de Lorenzo se había marchado hacía años a Yucatán o a Quintana Roo, y no se sabía nada de él.
Lorenzo dijo que recordaba a Ricardo Pozas cuando visitaba su casa y realizaba viajes constantes a diversos lugares de la región acompañado por su padre y una persona que dibujaba paisajes. Es posible que se refiriera al magnífico artista plástico Alberto Beltrán, que ilustró la 3a edición de Juan Pérez Jolote del Fondo de Cultura Económica de 1959. También dijo que un investigador japonés, interesado en la obra de Pozas, lo había visitado hace años y le había regalado unos dispositivos para los oídos con el objeto de poder platicar con él. “El japonés escribió un libro de estas entrevistas y me obsequió un ejemplar, pero lo presté a un amigo que ahora parece que vive en Rincón Chamula”1, señaló Lorenzo. El japonés no volvió más, dijo Pascual, y Lorenzo extravió los dispositivos auditivos que bastante le habían ayudado.
A principios de 2020 intentamos conseguir apoyos de algunas personas que, a juicio nuestro, ocupaban posiciones privilegiadas en el nuevo gobierno para mejorar las condiciones de salud de Lorenzo Pérez Jolote, sólo obtuvimos promesas. Cuando estábamos por realizar otro viaje, a mediados de marzo, surgieron los primeros contagiados y víctimas del Coronavirus. El médico que revisó los oídos de Lorenzo falleció a causa de esta pandemia.
Lorenzo Pérez Jolote es respetado por quienes lo conocen, se refieren a él con el nombre de “El expresidente”, porque lo fue de San Juan Chamula de 1991 a 1992. Nos dijo que su presidencia no incluía remuneración y que lo destituyeron por regalar biblias a sus paisanos.
Ante la sitación actual de Lorenzo y su familia, nos formulamos las siguientes observaciones: Si Juan Pérez Jolote es considerada una de las mejores novelas indigenistas en Hispanoamérica, ¿por qué los descendientes del protagonista viven en condiciones deplorables?, ¿por qué las autoridades estatales y federales e importantes instituciones culturales y universitarias han soslayado esta realidad?
1 Se refiere a Toru Shimisi, profesor emérito de la Universidad de Keio, Japón, quien en 1984 publicó en ese país el libro Koora wo seinaru mizu ni kaeta hitobito – mekishito indio shougen [Los que convirtieron la Coca en agua sagrada. Testimonio de dos generaciones de la familia chamula], Editorial Gendai- Kikakushitsu, Tokio. Este libro integra la traducción al japonés de Ricardo Pozas: Juan Pérez Jolote y las entrevistas que Shimisi hizo a Lorenzo Pérez Jolote en 1983.
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A partir del extraordinario relato de Ricardo Pozas, algunos gobiernos concentraron su mirada en el libro y no en la familia de Juan Pérez Jolote, por lo que el olvido subraya su larga soledad. En Chiapas, hubo un gesto de atención por parte del COBACH en el año 2018 gracias a la intervención del equipo de trabajo que lideraba Florentino Pérez.
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