Entre ausencias y agradecimientos

Foto: Cortesía

Estas líneas que escribo antes de culminar el 2024 se inspiran escuchando un coro de grillos que fondea como uno de los más bellos paisajes sonoros de la noche. El clima es un tanto fresquito, agradable, me hace recordar la época invernal que en el sureste chiapaneco se torna distinto, dependiendo de la región geográfica en la que una se encuentre. Me acompaña también el calor de una velita que desprende un sutil aroma a vainilla, el fueguito que honra la memoria de quien ha partido recientemente de este espacio físico, una de las integrantes de nuestra bandita peluda. En un cuarto plano alcanzo a percibir el viento que mece los árboles.

El fuego de la velita me hace recordar a la luz que me ha acompañado este 2024, esa luz que está siempre ahí, hay que darse el espacio para tenerla presente. Sin duda, ha sido un año lleno de diversas experiencias, aprendizajes, sinsabores, ausencias, despedidas, pero también momentos únicos, intensamente gratos y amorosos que es importante agradecer.

Uno de los regalos más valiosos que una persona y un ser vivo puede tener es la salud, de ahí que llegar con salud al finalizar un año es un gran tesoro. Mientras observo el cielo, que en esta época del año nos permite percibir más estrellas que titilan, me hace evocar lo maravilloso que es el regalo de contemplar la bóveda celeste. Un tercer regalo invaluable es el acompañamiento de nuestros seres amados, los que están en las distintas vicisitudes y que reconfortan y apapachan nuestro corazón.

Y además de los regalos que ya mencioné, en este 2024 he tenido el regalo de caminar en otros espacios, en otros senderos, recorrer caminos, escuchar y encontrarme con personas nuevas, reconocerme en las redes que se han ido tejiendo con el tiempo, valorar esas redes y crear nuevas, valorarme a mí como parte de ellas. Valorar y agradecer a quienes forman parte del andamiaje que día a día se construye, se alimenta, se cuida y se fortalece.

El tema de las ausencias no se puede hacer a un lado, forman parte de la vida, se aprende de ellas, aunque el dolor pueda hacerse presente. Es necesario hacerles frente y dejar que suceda la vida. Y una parte fundamental en este 2024 son los agradecimientos, por lo que ha venido, lo que ha fluido, lo que se ha gestado, lo que el universo y la divinidad nos ha brindado.

Un agradecimiento muy especial es poder continuar compartiendo estas Voces ensortijadas de manera semanal. La escritura y la lectura son también regalos que nos permiten volver la mirada a nuestro interior, conectar con nosotras, con nosotros. Valoro, agradezco y me llena de alegría, motivación e inspiración cuando estas voces resuenan en ustedes, con algún suceso, pensamiento, evocan experiencias o anécdotas, que me comparten y me llevan a reconocer la importancia de la escritura cuando trasciende de lo personal a lo colectivo.

Muchas gracias al público por este año de lectura de las Voces ensortijadas, por el espacio de tiempo que brindan para conectar con ellas; agradezco de manera especial a Letras, idea y voz, Chiapas Paralelo y Tropikalia en Radio Siberia, por la divulgación de esta columna semanal.

¡Muy feliz y venturoso año 2025 para ustedes y sus familias! Que la lectura y la escritura sean los puentes que nos permitan conectar con más corazones y mentes.

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