El voseo, identidad lingüística y reivindicación local

En Chiapas, el voseo es parte de la identidad lingüística. De esto dan cuenta, Abraham León Trujillo y Virgilio Vázquez Pérez en su libro ¿Vos sabés qué es el vos en Chiapas?, editado por Historia Herencia Mexicana Editorial en 2023.

         “El voseo, dicen estos autores, fue traído por los conquistadores españoles a finales del siglo XV. Por aquel entonces, en España se usaban tres fórmulas de tratamiento: tú, vos y vuestra merced. El tuteo era para situaciones de confianza o para dirigirse a un par, mientras que el voseo correspondía para dirigirse a un superior. En América, no había muchas situaciones propicias para el tuteo, por lo que los nativos adoptaron el voseo con mayor rapidez” (p. 15).

         El voseo, traído por los conquistadores, se usaba con un dejo de superioridad. Al sirviente se trataba con un despreciativo vos, que ya no era una fórmula de respeto, como había sucedió en las cortes españolas. Pero ese vos empezó también a emplearse en los contextos familiares y amistosos.

         Al paso de los años, las poblaciones con mayor intercambio con la metrópoli española, como la Ciudad de México, fueron cambiando el vos por el tú, pero lugares más aislados, como Chiapas, siguieron con el voseo. En España, el empleo del vos desapareció, sustituido por el estandarizado tú, que denotaba prestigio.

         “En las regiones de Centroamérica y Río de la Plata, los soldados u otros conquistadores mantuvieron el poder por un tiempo considerable sin gran influencia de los nobles, intelectuales y funcionarios gubernamentales de España y, debido a esta situación, se estableció un voseo generalizado” (p. 23), señalan los académicos Abraham León y Virgilio Vázquez.

         Al paso de los años, empezó a prohibirse el empleo del vos, por considerarse vulgar:

         “Durante el siglo XIX e inicios del siglo XX estuvo muy extendida la condena de académicos al voseo siendo los más destacados Andrés Bello, quien emprendió una campaña para su desaparición; Rufino José Cuervo, quien describió al voseo como una

‘inaguantable vulgaridad’; y Arturo Capdevila, quien la califica como ‘la viruela del idioma’, ‘negra cosa’, ‘verdadera mancha del lenguaje argentino’ e ‘ignominiosa fealdad’. El mismo Menéndez Pidal lo denominó el ‘degradado y degradante voseo’ en zonas de España y en América” (p. 38).

         Hoy el voseo no se estigmatiza, pero tampoco se promueve como parte de la identidad lingüística de Chiapas, de su diversidad y creatividad.

         El hermoso voseo chiapaneco lo aprendemos de niños, lo cultivamos con naturalidad en la juventud y lo empleamos con gusto, y hasta con nostalgia, en la edad madura. Pero el vos está excluido de las escuelas. Ahí predomina el tú.

         El vos se recrea en los márgenes institucionales. A espaldas de las escuelas. Se refugia en la conversación y complicidad de los amigos.

         También los escritores y poetas dejan a un lado el vos. No tenemos grandes obras que usen el vos, como sucede con los argentinos o los uruguayos, en que el voseo es parte de su identidad lingüística nacional.

         El mérito de los académicos Abraham León y Virgilio Vázquez está en recordarnos la rica herencia lingüística de Chiapas, remarcada en el voseo, como parte vital de nuestra historia y nuestra identidad:

         “El voseo es el rasgo más importante que caracteriza la identidad lingüística chiapaneca. Si bien, no es un fenómeno generalizado en todo el territorio estatal y nacional, se percibe a nivel de los contextos y actos comunicativos cotidianos mediados por el afecto, la confianza y el compañerismo.

         “Convive con el uso del tú, y en gran medida también sobre la forma cortés usted cuando responde más bien a marcar la mayor o menor confianza que existe entre los interlocutores, considerándose así, un tratamiento recíproco entre quienes hablan.

         “Algo característico en los hablantes que vosean, son los rasgos de intensidad y melódicos en el habla de las personas adultas de las poblaciones voseantes que se conforma en un sello distintivo de identidad lingüística que se niega a desaparecer, fenómeno lingüístico conocido como acento y entonación dialectal o subdialectal, según sea el caso” (p. 127).

         Los autores apuntan que el empleo del voseo va en desuso, pero que hay fuertes vínculos en Comitán, Villaflores, San Cristóbal de las Casas, Teopisca, Ocosingo, Tuxtla Gutiérrez, Las Margaritas y La Trinitaria.

         Chiapas es el único estado con el uso del vos, y por esta influencia, algunos municipios tabasqueños también lo emplean. Pese a la estandarización del tuteo, el voseo sobrevive y sigue siendo vital en la comunidad lingüística local.

          El vos, no podemos ignorarlo, puede denotar desprecio, confianza, pero también formas de rebeldía y reivindicación regional. Para mí, el vos es muestra de cariño, confianza, intimidad, alegría y complicidad, un guiño a los orígenes y arraigo a nuestra tierra.

Fuente: León Trujillo, Abraham, y Vázquez Pérez, Virgilio (2023). ¿Vos sabés qué es el vos en Chiapas? Historia Herencia Mexicana Editorial.

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