Chiapas Migrante

En la ciudad de Tapachula, miles de migrantes viven en condiciones precarias. Foto: Ángeles Mariscal

Hacia los primeros años de la década de los 1980, en Chiapas persistía, originada en años atrás, una suerte de inmigración oscilatoria debido a las temporadas de la cosecha del café en las fincas situadas en el Soconusco. Miles de trabajadores guatemaltecos cruzaban la frontera entre México y Guatemala sin mayores trámites para cosechar el preciado grano. Ese momento coincidía con el ciclo del maíz en Guatemala, pues los campos en ese país ya habían sido sembrados, limpiados y preparados para esperar las lluvias que hacen brotar la preciada planta. Así que mientras en los campos guatemaltecos disminuía considerablemente la labor del campo, se abría justo la temporada de cosecha del café en las fincas chiapanecas. Afortunada coincidencia que permitía a los campesinos guatemaltecos ganarse unos pesos más. Pero igual sucedía con los campesinos tzotziles y tzeltales que eran reclutados desde los Altos de Chiapas para también trabajar en la cosecha del café o en labores varias en las fincas de los propietarios de origen alemán. En mis años de adolescente, debido a las coincidencias escolares con el hijo de un propietario alemán de esas fincas, pasé varias temporadas de vacaciones en una de esas plantaciones (estudiadas por Juan Pholenz y Ricardo Pozas) y observé las largas filas de trabajadores en las llamadas “tiendas de raya”, propiedad de los propios finqueros, que vendían a precios exorbitantes los productos. El tendero/terrateniente llevaba una libreta en la que anotaba la “cuenta” de cada trabajador de tal manera que el día de cobro, este, o no cobraba nada o bien recibía una miseria, con el pretexto de que le debía a la tienda. Negocio redondo. Así obtenía el “finquero” no sólo mano de obra barata sino un tipo de trabajador que prácticamente trabajaba gratis a cambio de una serie de productos de ínfima calidad vendidos a precios exorbitantes. Terminado el período de la cosecha del café, los trabajadores volvían a sus lugares de origen. Los guatemaltecos con algunos pesos en los bolsillos, mientras que tzotziles y tzeltales prácticamente regresaban con las manos vacías. Todavía en la década de los años 1970, este era la situación que incluso algunos periódicos de la prensa nacional llegaron a comentar. Chiapas era pues, el lugar de destino de esa inmigración oscilante que procedía de Guatemala y de una inmigración interna que se originaba sobre todo en los Altos de Chiapas. Al recordar estas situaciones llegan a la memoria las novelas de B. Traven (jamás se puso “Bruno”) llamadas “novelas de la Jungla”, por, ejemplo Trozas o Marcha al Imperio de la Caoba y por supuesto la muy difundida La Rebelión de los Colgados. Por cierto, en los días del Instituto Chiapaneco de Cultura, revisando la biblioteca, encontramos una caja con toda la obra de B. Traven en varios idiomas. Se hizo una exposición de la misma para informar al público. Espero que aún se conserve esa colección en la Biblioteca Pública del estado. Corrieron los años y la situación social en los países de Centroamérica explotó en luchas sociales en Guatemala, Nicaragua, Honduras, El Salvador. Chiapas recibió a miles de campesinos que huían de la violencia desatada ante situaciones de vida inhumana que privaban-privan aún-en varios países centroamericanos. Chiapas pasó a ser lugar de destino de miles de campesinos centroamericanos. Pero también se inició lo que varios pensaron que era imposible: La Emigración de contingentes procedentes de los pueblos originarios que buscaban en los Estados Unidos una vida mejor. Surgió el Chiapas migrante al tiempo que siguió siendo de paso y de origen. Hoy son miles de seres humanos procedentes la mayoría de países de Centroamérica los que pasan por Chiapas, además de contingentes de otros países, como Cuba, Venezuela, Ecuador o bien países de Asia y África, que pasan por el territorio chiapaneco al inicio de su travesía buscando la mítica “Frontera Norte” con la esperanza de encontrar a la tierra que, como dice la Biblia, “Mana Leche y Miel”, y que en lugar de ello se encuentran” Violencia y Hiel”. Allá por el 1985 propuse que “Todo México es Frontera” aludiendo que nos toca como país ser la Frontera de Latinoamérica con los Estados Unidos”. Habrá que extender esa situación de Frontera incluyendo al planeta, porque cada vez más a esa Chiapas Migrante se unen contingentes muy numerosos de personas caminantes procedentes de todo el mundo. En nuestros días se ven en ciudades como Tapachula o Tuxtla a los migrantes buscando cobijo y comida, instalados en las plazas públicas, mientras esperan la ocasión para seguir su camino. Hoy, la movilidad de los seres humanos es un drama humanitario de proporciones inmensas que son agravas aún más por las guerras regionales, los genocidios como el que se comete en Gaza, en fin, por los deshumanizados abusos del capitalismo controlado por el capital financiero. Hacia el 2020 se anunciaba que un 8.3% de la población de Chiapas que emigró a otros países se instaló en los Estados Unidos. Se mencionaba a los estados norteamericanos de Georgia, Alabama, Arizona, Michigan., Florida, Utah, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Oregón, Indianapolis, como los lugares de destino del migrante chiapaneco. Esta situación, resalta la importancia de trabajos como los de Patricia Díaz López o Fortino Domínguez, dedicados a estudiar la migración chiapaneca hacia los Estados Unidos. Y en general, los trabajos que se están produciendo por las investigadoras y los investigadores del CESMECA de la UNICACH. La Revista Pueblos y Fronteras digital ha publicado valiosos textos acerca del tema, por ejemplo, el de German Martínez Velasco, “A mas de 20 años de migración chiapaneca a Estados Unidos: Mudanzas y Persistencias” (Volumen 18, diciembre de 2023). Todo ello nos indica que las balandronadas de Donald Trump, que presidirá a un gobierno de corte fascista en los Estados Unidos, repercutirán en todo el país, y Chiapas no será la excepción. Así que por muy optimistas que seamos, el próximo y ya muy cercano 2025 será el inicio de un período muy difícil para toda América Latina y El Caribe, con un gobierno imperial empotrado en el país más poderoso de la Tierra, centro del Imperio Contemporáneo, y con quien hacemos Frontera: Todo México es Frontera y ello será particularmente resaltado en los próximos días y años. Las balandronadas y exabruptos de Trump están dirigidos a satisfacer al núcleo fascista de la sociedad norteamericana con miras a perpetuarse en el poder. Un personaje como ese ya está pensando en la reelección y después en un “estado de excepción” que le permita sostenerse en el poder hasta la muerte. Y seguro dirá como lo decía el inefable Fidel Velázquez: “No me reelijo. Es el pueblo el que no me deja ir”. Triste panorama.

Con todo, le deseo a las lectoras y lectores de Chiapas Paralelo un año propicio para 2025, en paz, salud y prosperidad.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 29 de diciembre de 2024

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