A 20 años de la Universidad Intercultural de Chiapas
Una mañana, a mediados del año de 2004, el Gobernador de Chiapas Pablo Salazar Mendiguchía me convocó a la Casa de Gobierno en Tuxtla Gutiérrez. Acudí al llamado y me encontré que el Gobernador estaba acompañado del Sub Secretario de Educación Superior, el Dr. Julio Rubio Oca a quien conocía porque antes fue Rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México. Se trata-dijo el Gobernador-“de saber tu opinión para crear en Chiapas una Universidad Intercultural”. La propuesta de instalar en el país Universidades Interculturales fue originalmente expresada por la Dra. Sylvia Smelkes y tuvo eco con la primera Universidad de esta orientación que se instaló en el país, en el Estado de México. Si se aceptaba la propuesta de crear en Chiapas otra Universidad Intercultural, sería la segunda a nivel nacional. Expresé mi opinión de que la creación de una Universidad Intercultural en Chiapas era interesante, pero que debería acompañarse con mejores apoyos a las que ya estaban creadas. La propuesta de instalar este tipo de Universidades era novedosa en América Latina, en dónde sólo existía la Universidad Huracán en Nicaragua, además de que vendría a subsanar el problema de que la juventud procedente de alguno de los múltiples pueblos originarios de México no tenía acceso a la Educación Superior por complejas razones, entre otras, la discriminación y el racismo imperantes en la sociedad mexicana. Establecer en Chiapas una Universidad de esa naturaleza no era descabellado y vendría a significar abrir la puerta de la Educación Superior a los jóvenes de los pueblos originarios. Pensé en esos momentos en que conversaba con Pablo Salazar y Julio Rubio en la casi nula presencia de jóvenes indígenas en las universidades chiapanecas al tiempo que me asaltaba la duda de con qué magisterio se podría iniciar una Universidad Intercultural en Chiapas. Como antropólogo, estaba familiarizado con el concepto de Interculturalidad usado por Gonzalo Aguirre Beltrán en su teoría de las Regiones de Refugio en el contexto del indigenismo. Pero aquí se trataba de establecer un nuevo contexto al concepto: interculturalidad, relaciones entre culturas diferentes, pero a nivel de equidad, sin buscar el predominio de una sobre la otra. ¡Y vaya que en Chiapas se necesitaba un modelo de interculturalidad equitativa! Al preguntar si había ya algún análisis para saber la viabilidad de crear una Universidad Intercultural en Chiapas, el Gobernador respondió que el Secretario de Educación, Alfredo Palacios, tenía los resultados de un estudio precisamente sobre ese tema. Por supuesto, solicité que se me proporcionara ese estudio además de que se me permitiera llevar a cabo una gira por comunidades indígenas del estado para recabar directamente la opinión de los propios pueblos al respecto. Ambas solicitudes fueron satisfechas. Leí el estudio y platiqué con mis paisanos indígenas en sus comunidades escuchando siempre una respuesta positiva al planteamiento. Fue una gira, para mí, muy reveladora de la riqueza del mundo indígena y de las injusticias en las que aún se desenvolvían. Me convencí de que la creación de una Universidad Intercultural era sobresaliente no sólo en términos de enriquecer a la Educación Superior en Chiapas, sino en proporcionar al propio mundo indígena un espacio de vital resistencia cultural al tiempo que jóvenes no indígenas aprendieran a convivir con quienes eran sus hermanos de Tierra. Así, llegó un primero de diciembre de 2004, fecha en la que el Gobernador Pablo Salazar Mendiguchía-un orador notable-pronunció en la colocación de la primera piedra de la Universidad Intercultural de Chiapas en San Cristóbal de las Casas, uno de los discursos más notables de los que pronunciaría a lo largo de su mandato. Esa importante pieza oratoria está en “youtube” y he propuesto que se reproduzca en la propia Universidad para rememorar los orígenes de la misma. Justo el pasado lunes 13 de diciembre se llevó a cabo la ceremonia conmemorativa de los 20 años de fundación de la Universidad Intercultural de Chiapas en los locales de la Institución, en el Auditorio que lleva el nombre del importante intelectual tzotzil, el Doctor en Antropología Jacinto Arias. El evento fue además el marco adecuado para recibir al nuevo Rector, el notable pensador tzeltal Javier López Sánchez, cuya trayectoria incluye el desempeño de importantes cargos, entre otros, el haber sido Director General del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas. Deseamos que su Rectorado sea innovador y que enriquezca la tradición de la UNICH. Además de las excelentes intervenciones del Secretario de Educación, Roger Mandujano, del Rector Javier López, de la Dra. Sylvia Smelkes, me emocionó escuchar a excelentes oradoras indígenas y la interpretación de una canción en tojolabal que inundó de alegría a mi alma. Recordé que en aquel primero de diciembre de 2004 también se destacó la participación de un estudiante, Pedro Hernández Luna, quien pronunció un notable discurso. Por cierto, debería reeditarse la Gaceta de la Universidad que recogió esos momentos como parte de los festejos por los 20 años. Recordé mientras escuchaba a las oradoras, una estudiante y otra egresada de la Universidad, que desde el principio la presencia de las mujeres indígenas fue relevante en la Universidad: desde el inicio, el número de inscritas fue mayor que el de inscritos. Vinieron a mi memoria muchos pasajes de mi experiencia como primer Rector de la Universidad Intercultural de Chiapas, un honor que llevó en el centro de mi corazón. Hoy, el Rector, Dr. Javier López Sánchez tendrá la oportunidad de demostrar no sólo su capacidad personal sino la sabiduría de las culturas ancestrales de Chiapas y situar de nuevo, a la UNICH, en el sitial que una vez logró antes de que los vaivenes políticos la hirieran. Cuenta el Rector no sólo con su demostrada capacidad sino con una Comunidad Académica experimentada, con un núcleo de profesorado que ha tenido la virtud de mantener a la Universidad en medio de adversidades y desencuentros. Y finalmente e igualmente importante, están los y las estudiantes, jóvenes de Chiapas, que, no importando su color de piel, lenguas, orígenes, comparten en abrazo fraterno las aulas de una Universidad que merece un destino luminoso. Me permito sugerir al lector la consulta del libro que coordinó Daniel Mato, Instituciones Interculturales de Educación Superior en América Latina, editado por la UNESCO en Caracas en 2009. En las páginas 251 a 259 se encuentra mi texto. Y también el libro coordinado por Floriberto González González, Francisco Rosado-May y Gunther Dietz, La Gestión de la Educación Superior Intercultural en México, de Ediciones TRINCHERA, Chilpancingo, publicado en 2017. En las páginas 63 a 89 se localiza un texto de mi autoría.
Deseo lo mejor al Rector Javier López Sánchez, a la Universidad y su Comunidad toda. Que se inicie a 20 años de su fundación una época nueva, de luminoso destino y brillante porvenir.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 14 de diciembre de 2024
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