La ruta de los topes en la frontera sur. Una realidad de la carretera San Cristóbal de Las Casas – Palenque, Chiapas

*Por Fredy Jiménez López*

La frontera sur de México ha sido históricamente considerada una región clave, no solo por ser un punto de tránsito para personas de diversas nacionalidades, sino también por su papel como conector entre Centroamérica y el norte del continente. No obstante, esta región enfrenta una serie de conflictos y retos relacionados con las condiciones de sus vías de comunicación, que son fundamentales para la interconexión entre las distintas regiones del sureste mexicano.

En este contexto, nuestro objetivo es presentar cómo se ha documentado la propagación de topes en el tramo carretero que conecta San Cristóbal de Las Casas con Palenque, Chiapas. Esta vía es fundamental para conectar las principales regiones del estado, como el Centro, Los Altos y la Selva, así como para su enlace con Centroamérica. Hasta el 17 de octubre de 2024, hemos registrado un total de 418 topes, lo que equivale a un alarmante promedio de 2 topes por kilómetro. Esta situación refleja los desafíos que enfrentan tanto residentes como turistas al transitar por esta vía, subrayando la urgente necesidad de mejorar la movilidad y la seguridad en la carretera.

¿Por qué nacieron los topes? desentrañando un poco su origen y función

La situación de la carretera de Palenque-San Cristóbal es compleja, ya que involucra diversos conflictos e intereses por ello, solo nos enfocaremos en la instalación de topes, supuestamente “necesarios» para la seguridad en esta importante arteria de Chiapas. Para entender su contexto, es útil explorar sin mayor profundidad el origen de los topes, formalmente conocidos como reductores de velocidad. Según una nota publicada el 2 de agosto de 2019 en Motorpasión por Estefanía Trujillo, estos dispositivos fueron propuestos en 1953 por el físico Arthur Compton, con el fin de mejorar la convivencia entre automovilistas y peatones al reducir la velocidad y, de este modo, prevenir accidentes. En particular en las carreteras de la frontera sur, se consideran un inconveniente por su cantidad excesiva, aunque su función sigue siendo fundamental, pero podría ser con ciertas regulaciones.

Al respecto existen diferentes tipos de reductores de velocidad, como los topes (montículos horizontales), bolardos (pequeñas boyas), vialetas (accesorios de plásticos reflectantes) y vibradores (tramos de asfalto en forma de lavadero). En 2017, se introdujeron topes inteligentes, que se elevan solo si un vehículo supera el límite de velocidad; pero su implementación ha estado estancada. A través de esta revisión, buscamos comprender el aumento excesivo de topes, así como su impacto en la seguridad vial y en la dinámica económica, social, política y cultural en la frontera sur de México a través de la carretera Palenque – San Cristóbal.

La frontera sur donde cada tope cuenta una historia

Los registros existentes sobre el aumento de topes en la carretera que conecta San Cristóbal de Las Casas y Palenque son fundamentalmente de carácter periodístico y muestran un panorama complejo que tiene varias dimensiones, entre las que destacan la política, social, económica, institucional y cultural. Se abordan tanto la seguridad vial como las repercusiones en las actividades económicas, con especial énfasis en el sector turismo.

La multiplicación de topes como reductores de velocidad en la carretera que conecta San Cristóbal de Las Casas y Palenque ha suscitado un intenso debate sobre su impacto en la actividad económica de la región. En un artículo de Gilberto Morales publicado el 16 de abril de 2024 en El Heraldo de Chiapas, se menciona que existen cerca de 400 topes, de los cuales aproximadamente 350 ya estaban instalados previamente, añade que los habitantes argumentaron que su objetivo es reducir la velocidad de los automovilistas y prevenir atropellos. Por otro lado, Fredy Martín Pérez en El Universal (05 de marzo de 2020) destaca que estos topes han generado efectos negativos en el desarrollo de la actividad turística, un sector crucial para la economía del estado, y recuerda que comunidades indígenas tzeltales y tzotziles colaboraron en la construcción de esta carretera en la década de los años 70.

Un reportaje de Manuel Martínez (25 de junio de 2021) señala que los habitantes de la zona han instalado topes sin autorización para evitar accidentes, mientras que Morales también destaca en otro artículo (31 de julio de 2022) la insatisfacción de automovilistas en el tramo Oxchuc – Ocosingo, donde la instalación de topes podría estar vinculada a un aumento en los robos y asaltos. Christian González, en La Silla Rota (21 de enero de 2023), resalta que los constantes bloqueos y la violencia son problemas que enfrentan los viajeros, incluyendo la preocupación por los topes en este contexto. Por su parte, Carlos Burguete en Cuarto Poder (21 de septiembre de 2016) recoge las quejas de turistas nacionales y extranjeros sobre la peligrosidad de estos reductores. Además, Genaro Sánchez (21 de enero de 2020) informa sobre el mal estado de la carretera, lleno de baches y topes, lo que complica el tránsito y afecta negativamente la experiencia turística. Finalmente, un artículo de Gilberto Morales (01 de agosto de 2022) alerta sobre el incremento de asaltos en la carretera San Cristóbal – Ocosingo, lo que añade otra capa de preocupación en una región donde los topes se han convertido en un símbolo de la complejidad de la seguridad vial y la actividad económica.

La instalación excesiva de topes en las carreteras de la frontera sur, particularmente la ruta de Palenque a San Cristóbal de Las Casas refleja una preocupante decadencia en la cultura vial. Estos reductores de velocidad, supuestamente diseñados para mejorar la seguridad, se han convertido en un símbolo de la falta de educación vial y de la ausencia de autoridades para aplicar las normas y regulaciones de tránsito. Por otro lado, la instalación de topes, a menudo realizada sin cumplir con los criterios institucionales como marcos regulatorios, los topes se han convertido en la solución preferida de las autoridades locales o las familias que viven a la orilla de la carretera, agravando el problema en lugar de resolverlo.

Los topes: Guardianes silenciosos de las carreteras de la frontera sur

El trayecto entre San Cristóbal de Las Casas y Palenque, Chiapas, abarca 213 kilómetros que, en condiciones ideales, podría completarse el viaje en aproximadamente tres horas. Sin embargo, hoy en día, esta travesía se ha vuelto incierta, extendiéndose entre 6 y 10 horas, o incluso más debido a diversos factores, fundamentalmente por la combinación de topes y bloqueos que transforma un viaje que debería ser relativamente corto en una odisea prolongada y frustrante.

Poco se ha documentado sobre la instalación de topes, cuya variedad y falta de estandarización—en altura, pendiente y materiales—representan riesgos para conductores y peatones. Esta situación ha llevado a los transportistas a desarrollar técnicas para sortear estos obstáculos, evidenciando una adaptación a una cultura vial deficiente. Como resultado, muchas empresas de transporte y operadores turísticos han optado por rutas alternas, como transitar por Tuxtla, atravesar la región de Las Choapas, Veracruz y luego Cárdenas, Tabasco, antes de volver a entrar a Chiapas y llegar a Palenque. Esta opción puede parecer absurda, lo cierto, es que se ha convertido en la única alternativa viable, incluyendo los costos adicionales y esfuerzos innecesarios.

Lo anterior demuestra que la combinación de topes y bloqueos no ayuda a resolver los problemas viales en la frontera sur; más bien, refleja la falta de reconocimiento de los mecanismos institucionales necesarios para regular la instalación de topes y controlar las “altas velocidades”. Por lo tanto, es urgente promover un cambio en la educación vial y mejorar la aplicación de las normas por parte de las autoridades en los tres niveles de gobierno en conjunto con las localidades. También es fundamental incentivar la reflexión sobre la responsabilidad individual de cada conductor y ciudadano. Sin un enfoque integral que incluya tanto la mejora de la infraestructura como el fomento de una cultura vial adecuada, los topes seguirán siendo una solución ineficaz en un sistema que necesita una reforma profunda.

En resumen, la presencia excesiva de topes en la carretera San Cristóbal – Palenque ha dado lugar a un complejo problema vial, cuyas raíces se entrelazan con aspectos políticos, sociales, económicos y culturales de la región. Estas tensiones en la frontera sur han provocado más obstáculos en las vías de comunicación, beneficiando a algunos ciertos sectores a expensas de otros, lo que ha tenido un impacto negativo en el estado de Chiapas.

Además, la descomunal construcción de topes a lo largo de esta carretera refleja una tradición que ha ido evolucionado y transmitido de generación en generación, complicando aún más la situación actual y futura. Hasta octubre de 2024, hemos documentado un total de 418 topes, lo que representa un promedio alarmante de 2 topes por kilómetro en esta ruta. Esta realidad pone de manifiesto los retos que enfrentan tanto los residentes como los usuarios al intentar transitar por esta carretera, subrayando la necesidad urgente de abordar la situación para garantizar una movilidad más eficiente y segura.

Reflexión Final

La situación actual de la carretera San Cristóbal de Las Casas – Palenque pone de manifiesto la complejidad de los problemas viales en Chiapas. La falta de regulación de los topes y la frecuencia de bloqueos reflejan no solo la búsqueda de seguridad, sino también una cultura vial deteriorada que ignora las normas de tránsito. Estos obstáculos, lejos de ser soluciones efectivas, se convierten en un síntoma de una infraestructura deficiente y una falta de educación vial, afectando la movilidad y la economía de la región.

Es urgente abordar el problema de los topes y los bloqueos de manera integral. Esto implica no solo mejorar la infraestructura vial, sino también fomentar una cultura de respeto hacia las normas de tránsito entre conductores y ciudadanos. La educación vial debe ser una prioridad, acompañada de una aplicación rigurosa de las regulaciones por parte de las autoridades. Solo a través de un esfuerzo conjunto que considere tanto las necesidades locales como la seguridad de todos los usuarios de la carretera, se podrá transformar esta travesía en una experiencia más segura y eficiente, beneficiando a residentes y usuarios por igual. Sin cambios significativos, la realidad actual seguirá afectando la calidad de vida en la región y el desarrollo económico de la frontea sur, especialmente Chiapas.

*Técnico Académico de la Unidad de Información de la Frontera Sur del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur de la Universidad Nacional Autónoma de México – UIFS CIMSUR UNAM.


Bibliografía

  1. Burguete, Carlos. «Turistas se quejan de los topes en carreteras.» Cuarto Poder, 21 de septiembre de 2016.
  2. González, Christian. «Pagar cuota o vivir violencia, lo que debes saber antes de viajar por Chiapas.» La Silla Rota, 21 de enero de 2023.
  3. Martínez, Manuel. «Más topes en la carretera San Cristóbal-Teopisca.» El Heraldo de Chiapas, 25 de junio de 2021.
  4. Morales, Gilberto. «Chiapas, un estado de topes.» El Heraldo de Chiapas, 16 de abril de 2024.
  5. Morales, Gilberto. «Automovilistas inconformes con topes viales en carretera Oxchuc – Ocosingo.» El Heraldo de Chiapas, 31 de julio de 2022.
  6. Morales, Gilberto. «Insegura la carretera San Cristóbal – Ocosingo, asaltos van en aumento.» El Heraldo de Chiapas, 01 de agosto de 2022.
  7. Pérez, Fredy Martín. «Cuentan 386 topes en carretera San Cristóbal – Palenque.» El Universal, 05 de marzo de 2020.
  8. Sánchez, Genaro. «Carreteras de zonas turísticas en mal estado.» Cuarto Poder, 21 de enero de 2020.
  9. Trujillo, Estefanía. “Los topes no se crearon para dañar tu auto, te contamos dónde surgen y su razón de ser.” Motorpasión México, 02 de agosto de 2019.

2 Responses to “La ruta de los topes en la frontera sur. Una realidad de la carretera San Cristóbal de Las Casas – Palenque, Chiapas”

  1. Jorge Enrique
    30 octubre, 2024 at 8:16 #

    Lo topes han sido desde hace muchos años y algunos lo utilizan para asaltar a los vehículos que pasan y se frenan, ojalá se realize la autopista que se programo desde hace años de la ruta San Cristóbal a Palenque, pasan los años y el gobierno, NO HACE NADA, se hace pendejo, saludos paisanos

  2. Victor Ruiz
    29 octubre, 2024 at 0:36 #

    El tramo Terán – Real del Bosque también se ha llenado de topes. Me gustaría saber si protección civil podría encontrar una solución mejor, más eficiente, menos dañina con el medio ambiente.

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