La Sociedad del Espectáculo
En un intercambio de opiniones mi amigo y colega Pedro Tomé me hacía referencia al libro der Guy Debord La Sociedad del Espectáculo (1967). Abunda Pedro Tomé, en referencia a las Olimpiadas-que hemos comentado en estas páginas de Chiapas Paralelo-que no es sólo el deporte lo que ha pasado a formar parte del negocio del espectáculo sino todo aquello que desde instituciones oficiales lleva el nombre de “Cultura”. Además, en el caso de la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas en curso, aprovecharon los franceses para presumir que sus escalas de valores son los universales que por imitación adoptó el mundo occidental. En efecto, si existe el “espíritu francés” este se caracteriza por asumirse como el “ombligo del mundo”, como la fuente de la modernidad y la civilización. Y eso es justo lo que transmitieron en la ceremonia de inauguración de las Olimpiadas en Paris, la ciudad que han bautizado como “La Ciudad Luz” porque “alumbra al mundo”. No hay duda que el pueblo francés ha protagonizado momentos importantes en la Historia, pero no es el único. De hecho, los pueblos del mundo han protagonizado épocas, momentos, sobre todo, en el esfuerzo por lograr un mundo en donde nunca más veamos masacres como la que ocurre en Gaza mientras los “deportistas” lucen sus habilidades en la “Ciudad Luz”. Es más, el estado francés en manos de los gobiernos que simpatizaron con los nazis, pusieron a los republicanos españoles, a los judíos, a los comunistas italianos, etcétera, en campos de concentración de los que miles fueron rescatados gracias a los esfuerzos del Presidente Lázaro Cárdenas y del Cónsul de México en Francia en aquellos lúgubres años, Gilberto Bosques. Más todavía, fueron los republicanos españoles los que organizaron la resistencia para liberar a Paris de las garras nazis y eso no se olvida. Nada de esta importante Historia se mostró en la inauguración parisina de las Olimpiadas. Las Olimpiadas actuales nos revelan un mundo en donde los que ganan cuantiosas cantidades de dinero son, como bien lo comenta Pedro Tomé, compañías como la de Walt Disney, American Broadcasting Company, Televisa, ESPN, TUDN, 21 Century Fox, más las cadenas de hoteles y bares que se llenan de aficionados que se gastan hasta lo que no tienen. En ello, también ganan los bancos a través de las deudas de las tarjetas de crédito. Un señor negocio mientras atletas profesionales como la Bailes en gimnasia o los tenistas profesionales como Rafa Nadal, entretienen a un público a cambio de buenos billetes, porque de paso, esa es su profesión: actores del deporte-espectáculo. Sugiere Pedro Tomé retomar la reflexión propuesta por Guy Debord-por cierto, de nacionalidad francesa pero también australiana-con los planteamientos de Yaris Varoufakis, economista, ex ministro de finanzas de Grecia, quien afirma que existe un discreto sucesor del capitalismo que él llama tecnofeudalismo. Otro notable economista, el norteamericano Jefrey Sachs, opina sobre la obra de Varoufakis: “Es un revelador y abridor de nuevos caminos. Yuris Varoufakis abre nuestros ojos ante la realidad del nuevo poder.” Complejo el planteamiento porque afirma que el capitalismo ya no existe, lo que es difícil de aceptar. Pero esa es una discusión que dejamos para otra ocasión. De lo que se trata en este texto es de completar los comentarios acerca de las Olimpiadas y la consolidación del deporte espectáculo como uno de los grandes negocios de nuestros días. Y no olvido comentar que, dice bien Pedro Tomé, los negociantes del espectáculo escogen qué es lo que vale y obvio, lo que deja dinero: libros que aunque no sean las gran cosa se venden; publicitar a los deportistas que atraen multitudes y magnificarlos porque dejan dinero; películas pésimas pero que “arrasan” como dicen en Neflix aunque no tengan nada que ofrecer, más que dejar dinero, etcétera y etcétera. Así que ya se trate de una nueva fase del capitalismo o del tecnofeudalismo, seguimos enfrentando en el mundo de hoy a la creciente desigualdad social y a la concentración extrema de la riqueza que produce el trabajo social. Agur.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala
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