Giro decolonial en Chiapas y la Biblioteca Florentina

En Chiapas se ha generado una discusión sobre el término decolonización o descolonización, lo cual es enriquecedora porque abona al esclarecimiento de este concepto que es muy útil en la vida práctica y en el ejercicio de gobierno.

         Decolonización no es un término de fácil aprehensión, de ahí que no transite bien a la cuestión publicitaria, pero constituye un recurso teórico potente para pensar y transformar nuestra realidad.

         La razón o giro decolonial, como se conoce a esta postura teórica, enfatiza que nuestra manera de pensar y actuar sigue estando permeada muchas veces por el pasado colonial. Esto lo podemos percibir en cuestiones de género, raza, estándares de belleza y formas de habitar y gobernar el mundo, regidos por la lógica occidental.

         El pensamiento decolonial, surgido de la propuesta del filósofo peruano Aníbal Quijano, es un recurso teórico y analítico que tiene como propósito visibilizar las estructuras desiguales de poder existentes en nuestras sociedades. Para Quijano la raza sigue operando como factor de poder, como sucedía en la Colonia, aun cuando no vivimos en épocas coloniales.

         Si bien hubo un proceso de descolonización, que se concretó en la eliminación de las autoridades de la corona española en los emergentes países latinoamericanos, se han mantenido comportamientos del colonialismo a los cuales podemos llamar formas de actuar coloniales, en detrimento de los conocimientos locales.

         Los principales rubros que cuestiona el pensamiento decolonial es el poder, el saber, el ser y el convivir, porque se han constituido en modelos únicos de la modernidad, sin que quepan otros saberes, otras formas de relacionarse con la naturaleza.

         El pensamiento decolonial visibiliza otros saberes, las que vienen en especial de los pueblos originarios, en donde hay otras formas de ejercer el poder, desarrollar la potencialidad del ser y maneras otras de convivir, que no pasan necesariamente por la rentabilidad económica, como es vista por la modernidad.

         En Chiapas, el mayor exponente de este concepto es el doctor Florentino Pérez, quien ha escrito con abundancia sobre la descolonización en el campo de la educación, en donde tiene especial relevancia Boaventura de Sousa.

         Las aportaciones del doctor Florentino, quien ha hecho de nuestro estado su casa por 45 años, podrían servir para delinear las políticas educativas locales desde la mirada y propuesta del giro decolonial que busca reconocer los saberes de los pueblos originarios, al mostrar que no hay un solo pensamiento, sino que también hay un “pensamiento otro” y un “convivir otro” que emergen de las comunidades.

         He querido explicar el pensamiento o giro decolonial, pero me resulta una tarea imposible. Ese propósito solo lo logra, de manera brillante, el doctor Florentino Pérez, el filósofo descolonizado, como le decimos con afecto y admiración.

         Su obra es vasta, tanto que cuenta con su particular Biblioteca Florentina, en donde ha sumado por lo menos tres libros a la discusión del pensamiento decolonial: Reformar el pensamiento, descolonizar el saber. Memoria e historia (editado por la Universidad de San Carlos Guatemala), Posmodernidad y la pérdida de la subjetividad, y Pensar el presente, construir el futuro, publicados por Cuadernos del Pensamiento Social Latinoamericano y Caribeño.

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