De los Colonialismos actuales

Rebeldes chamulas cautivos frente al Palacio de Justicia, Tuxtla Gutiérrez, octubre
de 1911. Las armas capturadas eran barretas para sembrar maíz en forma de lanza. Cortesía: Colección de Prudencio Moscoso Pastrana,

Pareciera un contrasentido afirmar que junto con el derrumbe del colonialismo iniciado en el siglo XV y continuado hasta el XIX, surgió otra situación colonial en los contextos de los propios Estados Nacionales en Latinoamérica y El Caribe. Y es que como bien lo apunta Severo Martínez Peláez, el historiador Guatemalteco, los siglos coloniales fraguaron a la Patria del Criollo. En los proyectos de las Independencias no estaban incluidos los Pueblos Indios, las poblaciones originarias del llamado Mundo Nuevo. Y fue hasta 1961 que Pablo González Casanova publicó su célebre texto proponiendo la categoría de “Colonialismo Interno” seguido del magistral planteamiento de Rodolfo Stavenhagen, “Clases, Colonialismo y Aculturación”. Más tarde Guillermo Bonfil intervino con un texto ahora clásico en las ciencias sociales, “El concepto de indio en América: una categoría de la situación colonial”, un texto que además de las influencias de Casanova y Stavenhagen, muestran también las del antropólogo francés George Balandier. Antes de la propuesta de la categoría del Colonialismo Interno, el teórico del indigenismo, Gonzalo Aguirre Beltrán había escrito acerca de lo que él llamó “las Regiones Interculturales de Refugio” en un planteamiento que reconocía la situación de desventaja holística de los pueblos indígenas. La solución según él era desaparecerlos como comunidades culturales para que emergieran los ciudadanos de cultura nacional que buscaba el Estado Nacional Mexicano. Justo como respuesta crítica al indigenismo, el planteamiento de la existencia de un “Colonialismo Interno” negaba que las independencias latinoamericanas y caribeñas incluyeran también a los pueblos originarios. Los llamados “indios” quedaron en la misma situación de dominio, sólo que en el extraño contexto de ser “ciudadanos” de Estados Nacionales que les negaban su ser histórico y sus derechos como comunidades culturales. El colonialismo de los siglos XV-XIX creó a la desigualdad social no sólo de clase, sino también étnica. Los de “hasta abajo” serían en el contexto colonial los pueblos originarios a cuya situación se uniría también la población sustraída de África. Por ello, según Casanova, Stavenhagen y Bonfil, se debe reconocer una situación colonial que no es más que la continuación de un dominio de clase combinado con los prejuicios raciales, en las nuevas sociedades post coloniales latinoamericanas y caribeñas. Aguirre Beltrán se opuso al concepto desde el nacionalismo de Estado y negó que el Estado Nacional Mexicano fuese colonialista. Sin embargo, aceptó dentro del contexto de las Regiones Interculturales de Refugio que los pueblos indios vivían en desventaja, envueltos en relaciones sociales de dominación, que reconoció e incluso por ello fue expulsado del estado de Chiapas cuando era el Director del Centro Coordinador Indigenista con sede en San Cristóbal de las Casas, en el contexto de la llamada “Guerra del Pox”. Recientemente se ha propuesto por una iniciativa del Presidente de la República que se reconozca el Derecho de las Comunidades Indígenas como tales a ser sujetos culturales y sociales colectivos más allá de la declaración actual de que México es un País Plural. Si se logra la aprobación de la iniciativa mencionada se habrá dado un paso gigantesco en la lucha de los propios pueblos indígenas por lograr que desaparezca el “Colonialismo Interno” y de una vez por todas se acepte por parte del Estado Nacional Mexicano el derecho colectivo a constituir comunidades culturales y decidir sus propios asuntos, además de controlar su propio territorio, a las poblaciones llamadas indígenas. Por cierto, el “modelo” del Colonialismo Interno se basó en mucho en la situación de los pueblos indios de Chiapas que desde los albores de colonialismo español hasta nuestros días han luchado por defender su derecho a la libertad sin cortapisas y en la más amplia acepción del concepto. El Colonialismo Interno no sólo desaparecerá por el reconocimiento del Estado Nacional sino también es básico un consenso social de que deben desaparecer de la sociedad mexicana los prejuicios de clase y raciales en el contexto de una lucha frontal contra la terrible desigualdad social existente.

Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 9 de junio de 2024