La Casa de la Democracia Española: Una fundación republicana en Jalisco
En el espléndido discurso que Carlos Morales, Presidente Municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, pronunció en la entrega post morten de la Medalla “Joaquín Miguel Gutiérrez” al Mérito Ciudadano al maestro de Chiapas, Andrés Fábregas Roca, el pasado 23 de mayo, mencionó a la lucha por la democracia y la justicia que caracterizó a los republicanos españoles que lucharon en contra del fascismo. Precisamente el Maestro Andrés Fábregas Roca vivió durante un año, 1943, en la capital del estado de Jalisco, la ciudad de Guadalajara. Justo en el centro de la Ciudad aún existe el “Edificio Lutecia” en el que el Maestro Fábregas rentaba un departamento. Durante su estancia en la capital tapatía, el Maestro Fábregas vendía libros de arte a los médicos, cuyo lenguaje le era familiar debido a sus estudios de Medicina en su natal Barcelona. Así mismo, el propio Maestro Fábregas Roca platicaba que el Ayuntamiento de Guadalajara le proporcionaba un modesto recurso a cambio de ser parte de la “defensa pacífica” de la Ciudad Tapatía en aquellos años en que se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. Muestras de la solidaridad del pueblo de México hacia estos luchadores de la libertad que encontraron refugio en México. Y justo a Guadalajara llegó también un significativo grupo de republicanos españoles que rehicieron su vida en Jalisco. Pero no se olvidaron de su compromiso político y fundaron, quizá en los inicios de la década de 1940, una institución que nombraron “La Casa de la Democracia Española”. He preguntado en varias ocasiones y a diferentes colegas y amigos de Jalisco qué saben de la Casa de la Democracia Española y no he obtenido respuestas. De hecho, supe de la dicha Casa de la Democracia por una mención que hizo mi esposa, arquitecta Conchita Santos Marín -también hija de republicanos españoles- en una conversación que sosteníamos acerca de los republicanos en Jalisco. Por mala fortuna no conocí a mi suegro, el Mayor y luego General del Ejército Republicano Español, Francisco Santos Herrera quien fue uno de los fundadores de la Casa de la Democracia junto a otra figura muy conocida: el General Alberto Bayo Giroud, justo quien entrenó a Fidel Castro, al Che Guevara y a los milicianos cubanos que encabezaron la revolución en la mayor de las Antillas. El General Alberto Bayo nació en Camaguey, Cuba, un 27 de marzo de 1892-todavía la Isla en poder de España-y murió el 4 de agosto de 1967, en La Habana, reconocido como un héroe de la Revolución. Mi esposa me confió que ella ya no conoció la Casa de la Democracia Española, pero recuerda que sus padres la mencionaban con frecuencia como un lugar en el que, en un tiempo pasado, se reunían los republicanos y sus simpatizantes. Hace unos días, revolviendo viejos papeles, mi esposa se encontró con un recorte de periódico que me auxilió a despejar dudas. Se trata de la crónica de una reunión “En la casa de la Democracia Española” para “Celebrar el Triunfo Laborista Inglés”. El título de la nota periodística dice: “Milites Españoles en Fraternal Ágape”. Aunque no aparece la fecha de la reunión, un apunte con tinta, casi borrado, anota: 1944. Según la crónica, los republicanos celebraban el triunfo del laborismo inglés porque lo asociaban a un posible derrocamiento de Franco, quien perdería el apoyo de los ingleses. Según el relato-sin firma-a esta reunión acudieron “destacados intelectuales tapatíos y numerosos funcionarios, los que personalmente en un ambiente de franco optimismo, felicitaron calurosamente a los miembros de la organización por el justificado y plausible motivo de la reunión”. Tras los brindis, continúa la nota, vinieron los discursos. El primero lo pronunció el Mayor del Ejército Republicano Español, Francisco Santos Herrera, “quien expuso en un lenguaje fácil y elegante” que en medio de las diferencias que siempre existen, los republicanos refugiados en México han conservado la unidad, “cumpliendo cada uno su juramento de no volver a la Madre Patria, sino a participar dignamente en la vida cívica de su pueblo, pero no a implorar perdón ni mucho menos guiados por egoísmos personales y conveniencias”. Habló también representando a la XV Zona Militar de México el Teniente Coronel del Estado Mayor Guillermo Hernández Castrejón mientras que en representación de las organizaciones obreras de Guadalajara habló J. Carmen Silva y enseguida el Licenciado Pablo Ascensio Rosales, “grande y leal amigo de los republicanos españoles que ha estado siempre a su lado”. Cerraron la reunión los discursos del Coronel Republicano Ángel Riaño y nada menos que el Teniente Coronel Republicano Alberto Bayo. Gracias a los recuerdos guardados por mi esposa, pude saber que existió una Agrupación de Militares Profesionales Leales a la República Española, como lo dice la credencial respectiva del Mayor Francisco Santos Herrera, que además anota el dato de pertenecer al arma de Carabineros. La credencial está fechada en la Ciudad de México, D.F. el 1 de febrero de 1942. Toda una riqueza de datos. En la nota periodística de referencia, se anota que la Casa de la Democracia Española está situada en la calle 16 de septiembre, una de las más céntricas de Guadalajara. El final de la nota es digno de reproducirse. Dice: “La reunión efectivamente fue una patente prueba de la unidad de los iberos refugiados, a quienes sobre todos los motivos de división doméstica, guía sólo el porvenir de su Patria y el establecimiento del gobierno institucional y popular destrozado por Franco, con el apoyo del nazismo alemán y del fascismo italiano, que han sido ya liquidados por los pueblos demócratas”. No me atrevo a escribir qué periódico de la capital Tapatía publicó está extensa reseña de una reunión republicana, porque desafortunadamente quien hizo el recorte omitió la fecha exacta de la publicación y el nombre del diario. Tampoco he tenido éxito en encontrar el dato de cuándo y por qué se cerró la Casa de la Democracia Española, cuya trayectoria institucional sigue siendo uno de los capítulos desconocidos en relación al exilio español republicano en México. Por cierto, el General Francisco Santos Herrera llegó a ocupar el puesto de Director de Obras Públicas del Ayuntamiento de Zapopan, en donde desarrolló una notable labor como planificador y constructor de superestructura básica en el municipio. Así que el recibimiento de los Republicanos Españoles exiliados en México aún no se agota como tema de investigación. Una muestra es el desconocido caso de la Casa de la Democracia Española en Guadalajara, jalisco. Honor a quien Honor merece. La instauración de la República sigue siendo un proyecto truncado del pueblo español.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. 26 de mayo de 2024
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