ERA, un acto de campaña
El calor, a la una de la tarde, sobrepasa los 40 grados en este pueblo de flores, conejos y carnes asadas, que es Berriozábal. Los días frescos se han vuelto bochornosos y calientes, y más en esta Unidad Deportiva, en donde unas tres mil personas esperan al candidato al gobierno de Chiapas de la Coalición Sigamos Haciendo Historia, Eduardo Ramírez Aguilar.
Hay ánimo primaveral, porras, gritos y banderines; hay bolis, aguas frescas, raspados y nieves. “El Jaguar ya está cerca”, le dice una muchacha a una señora mayor. Ninguna de las dos parece agobiarse con el calor, porque ríen, toman fotos y mueven sus banderines de Morena.
Del otro lado de la unidad, están los del Verde que gritan vivas a su candidato a la presidencia municipal y se animan con una batucada ruidosa que hace olvidar un poco el sol brillante que se desparrama por este pueblo de artesanos hamaqueros.
Este sábado una buena parte de la población está aquí, esperando a Eduardo Ramírez Aguilar, quien debe andar en otro acto de campaña, porque su agenda está repleta de actividades: que por la Sierra, que por la Selva, que por la Frailesca. En esta ocasión se ha dado tiempo para reunirse con colectivos LGBT en Tuxtla, a quienes ha escuchado y les ha reafirmado el compromiso de tomarlos en cuenta en su ejercicio de gobierno.
A la una con 50 minutos, con el sol más generoso del año, el candidato de la Coalición Sigamos Haciendo Historia, llega al lugar y empieza su recorrido entre abrazos y solicitudes de una selfie. “Ya rugiste Jaguar”, dice una voz, y otras hacen coro: “¡Jaguar, Jaguar!”. “Ya rugiste Jaguar”, y la fiesta, y el deseo y la certeza de un gobierno eficaz; “Ya rugiste Jaguar”, y el jaguar como “guardián del pueblo” que quiere “devolver seguridad y paz a los chiapanecos”.
En el templete, el rugido de los asistentes arrecia, la batucada no para y la fiesta continúa. A las dos con doce minutos habla el candidato. Se disculpa por llegar tarde. Debió estar aquí a la una, pero arribó 50 minutos después. Tampoco fue una eternidad, pero que ofrezca disculpas, cuando no es parte de las buenas costumbres de los políticos, es bien recibido por sus seguidores que responden con aplausos y la palabra “jaguar”, como mantra y fondo musical.
Después habla de la jornada del próximo 2 de junio, de la importancia de salir a votar “para que la candidata presidencial Claudia Sheinbaum sienta que el triunfo contundente se lo dio el pueblo de Chiapas”. Y la gente aplaude y grita: “Ya rugiste Jaguar”. Eduardo Ramírez Aguilar pide el voto para la coalición que representa en una jornada, dice, que será histórica y pacífica.
Habla de la Batalla de Puebla, de los chiapanecos que se enfrentaron a los franceses y vencieron; habla de Benito Juárez y de Ángel Albino Corzo, habla de nuestra historia y de sus episodios culminantes.
Hoy los enemigos, dice, a diferencia del siglo XIX que eran extranjeros, “están aquí y son la desigualdad y la pobreza”. A ellos hay que enfrentarse con decisión, inteligencia y con los mejores cuadros de la entidad, reafirma.
Estos rostros, que soportan el calor y el sol, están aquí para decirle que confían en él y que lo acompañan en la travesía para alcanzar un Chiapas próspero y pacífico. El candidato, lo dirá después del término de esta reunión, que entiende y asume el compromiso de transformar a Chiapas en un estado de bienestar y justicia social. Su participación concluye las dos con treinta y cuatro minutos, y es entonces cuando la gente empieza a abandonar la Unidad Deportiva.
Sarelly Martínez
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