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Estudiantes de la UNAM se unen a protestas globales contra la guerra en Gaza/Foto: Alejandro Meléndez / FotorreporterosMx

I

Los noticieros nacionales y extranjeros transmitieron todo el fin de semana pasado las imágenes de los campamentos de estudiantes en diferentes universidades de los Estados Unidos. Los estudiantes protestan por la masacre que el ejército israelí lleva a cabo en contra de la población Palestina de Gaza. Los acontecimientos más recientes muestran la escalada de un conflicto que parece no tener salida. Los estudiantes norteamericanos demandan a su gobierno que asuma un papel activo para detener el genocidio y encontrar una solución que garantice la paz entre Palestinos e Israelíes. La respuesta a estas demandas que se han presentado pacíficamente, ha sido la represión. Los cuerpos de policía norteamericanos han penetrado en los recintos universitarios destruyendo los campamentos y apaleando a los estudiantes. Miles han caído en la cárcel. Joe Biden, Presidente de los Estados Unidos, dice que el derecho de manifestación está garantizado y agrega, “pero no el desorden”. Y justo el desorden es lo que provoca la policía. Lejos de tener éxito, estas intervenciones de la fuerza pública han avivado la llama de la rebeldía juvenil y despertado voces como la de Bernie Sanders, para denunciar un genocidio inocultable. Los campamentos de estudiantes se extienden: cada día hay más y más universidades no sólo en los Estados Unidos sino en varias partes del mundo, México incluido, que se unen a los llamados por la paz y el cese de la masacre. La memoria de 1968 me acompaña mientras veo los noticieros y escucho las demandas por paz, justicia, igualdad. En la cuna de la democracia como se autollaman los Estados Unidos, se cocinan los crímenes en contra de un orden verdaderamente democrático. Ahí están esas imágenes de los policías esgrimiendo sus porras en contra de los estudiantes, cuyas acciones recuerdan a los planteamientos de Herbert Marcuse que preveía en la grey estudiantil a una fuerza de cambio hacia un mundo mejor.

II

La violencia en Chiapas sigue llamando la atención. Un extenso reportaje del diario español El País circula en el internet. Según ese reportaje, quienes lo escriben recorrieron la Frontera Sur de un extremo a otro. Encontraron la violencia en niveles alarmantes. En pleno periodo electoral los grupos delincuenciales no cejan su accionar, o quizá por lo mismo incrementan sus acciones. Complejo problema en verdad que requiere de una atención más decidida de la autoridad en pro de los poblados que son afectados. No es posible resolver un problema que no se reconoce. Son cientos de personas las que se ven obligadas a dejar sus hogares como resultado de una violencia que se intensifica. El reportaje cita testimonios que los periodistas han ido recopilando en el camino, además de fotos alusivas al ambiente violento que se vive en una frontera que le resulta vital al llamado crimen organizado. Hago votos porque un reportaje con ese nivel de detalle lo lleve a cabo El País en el caso del nombrado “cartel inmobiliario” de la Ciudad de México, cuya actualidad está también en las pantallas de la televisión.

III

Varios de los llamados debates entre candidatas y candidatos a puestos de elección popular fueron transmitidos en las pantallas televisivas el pasado fin de semana. Tuvieron lugar en varios estados de la República a imagen y semejanza de los que se suceden en la Gran Tenochtítlan. Pero más que debates, son espectáculos, que, no lo dudo, le gustan a un numeroso público. Dice el Diccionario Esencial de la Lengua Española: “Debate. Controversia. Contienda, lucha, combate. Debatir. Disputar sobre algo”. Muy poco de ello se vió en los debates televisados en las que los y las candidatas a puestos de elección contendieron.  En los pasados debates entre las candidatas a la Presidencia de la República y el Candidato, vimos cómo una de las ponentes se la pasaba insultando y provocando a quien va punteando las preferencias, como si su programa de gobierno consistirá en pasarse insultando a quienes no estén de acuerdo con ella. La candidata provocada resistió como mejor pudo a la andanada, pero a mi juicio le falta ignorar por completo ese tipo de intervenciones para concentrarse en exponer qué Nación imagina, qué sociedad piensa que debe existir en México y cómo lograrla. En fin, falta un debate sin más adjetivos entre quienes aspirar a gobernar en alguno de los niveles en este país.

IV

Las tácticas golpistas de la derecha ahora usan a los aparatos legales, al poder judicial, para derribar gobiernos que no estén alineados con los intereses de los círculos oligárquicos cleptócratas que están en el poder o que han estado en el control de los aparatos de Estado en América Latina y El Caribe. Incluso, movidos estos círculos oligárquicos por quien mece la cuna, se atreven a lo impensable: invadir una Embajada como en el caso de la de México en Quito, Ecuador. Desean así, “aquellos que les conté”, matar dos pájaros de una pedrada: enviar un mensaje a un gobierno que les disgusta y quitarse a otro que no les ha resultado como querían, no por incondicional sino por inútil. Fuimos miles los televidentes que vimos cómo las fuerzas armadas del Ecuador invadían la Embajada de México y ejercían cohesión física sobre los diplomáticos que desarmados y con sólo la razón y los tratados internacionales, defendían un territorio inviolable. Y todos hemos visto cómo se tambalea un gobierno que no tiene agarradera ni siquiera en los pantalones de sus amos. Que terrible espectáculo que, desde luego, el pueblo ecuatoriano no se merece. Son muchos los lazos que unen a los pueblos de México y del Ecuador a través de siglos de historia. El conflicto no entre pueblos sino entre un desgobierno incapaz y el Derecho Internacional que protege a las Embajadas.

Y como remate, los noticieros nos mostraron a un Presidente, Bernardo Arévalo de Guatemala, tratando de poner en su sitio a un poder judicial que ha hecho todo lo que ha podido para impedir que en esa república centroamericana se instale un gobierno respaldado por la mayoría del pueblo guatemalteco. Así estamos.

Ajijic. Ribera del Lago xde Chapala. A 6 de mayo de 2024