Un video que atañe a Chiapas y la Frontera Sur
El pasado 15 de diciembre y desde San Francisco Campeche, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador inauguró el llamado Tren Maya, cuya construcción ha levantado múltiples opiniones, a favor y en contra. Mientras veía por la televisión el transcurso de la ceremonia respectiva, mi memoria me llevó a los primeros días del Proyecto de Investigación Antropológica de la Frontera Sur llevado a cabo entre los años de 1983-1984. Además de los significados que los resultados de dicho proyecto tuvieron para la antropología en México, constituyó un prolegómeno a la fundación y establecimiento en Chiapas del Centro de Investigaciones y Educación Superior en Antropología Social, Unidad Sureste (CIESAS-Sureste) con sede inicial en Tuxtla Gutiérrez que después se cambió a los actuales locales que ocupa en San Cristóbal, de Las Casas. Sobre ello ya he escrito en varias ocasiones. Pero minutos después de observar la ceremonia de inauguración mencionada, abrí mi bandeja de correos y encontré el que me enviaba mi colega y amiga, Xóchitl Leyva, conteniendo un video que narra en voz de colegas los primeros pasos del CIESAS-Sureste. Hago votos porque dicho video sea difundido ampliamente por la importancia que reviste el que se conozcan los antecedentes de la fundación de un Centro de Investigaciones como lo es el CIESAS-Sureste además de recordar que mucho de lo que se dice actualmente se escribió durante la segunda parte de la década de los 1980. La liga para ver el video es la siguiente: http://bit.ly/OrigenesCIESASSureste. La editora de este importante documento visual es la propia Xóchitl Leiva, a quien conocí como estudiante de antropología durante un curso que impartí en la Escuela respectiva en la Universidad de Yucatán. Después, Xóchitl Leiva fue estudiante de la Maestría en Antropología en el Colegio de Michoacán, en la Ciudad de Zamora, en donde también tuve la satisfacción de que asistiera a un curso que dicté en aquella institución. Si traigo a colación un asunto del que he escrito varios textos, tanto de difusión como de discusión académica, es porque me parece que el video mencionado tendría que verse por todo publico lector de Chiapas Paralelo, pero sin duda, por los actuales estudiantes de Ciencias Sociales que radican en Chiapas. Porque allí se narran en voces autorizadas lo que fueron los primeros proyectos de investigación que contribuyeron a radicar a investigadores mexicanos en el Sureste de México (aunque para la cuestión de los horarios oficiales del país el Sureste de México es Quintana Roo, aquí aludimos también a la Península de Yucatán y los estados de Tabasco y Chiapas como parte de esa macro región de México). En el período 1983-1984, en que se desarrolló el Proyecto de Investigación Antropológica de la Frontera Sur, Chiapas y una buena parte del Sureste de México era una suerte de “laboratorio” de las Universidades Norteamericanas de Chicago, Harvard y Stanford. En el contexto de esos proyectos estuvieron en Chiapas excelentes antropólogas y antropólogos que legaron etnografías importantes, la gran mayoría en inglés y me temo que sin traducción al castellano. No todas ni todos quienes fueron colaboradores o colaboradoras en los proyectos de las universidades mencionadas eran norteamericanos de nacionalidad, pero como es obvio portaban los puntos de vista teóricos que se discutían en sus aulas. Me parece que quien inició el examen a fondo de las visiones teóricas de la antropología norteamericana en Chiapas fue la antropóloga chiapaneca Beatriz Albores, hija del recordado y muy estimado Maestro Eduardo Javier Albores, en su libro El funcionalismo en la etnografía tzeltal-tzotzil, (1978). El Proyecto de la Frontera Sur proponía “salirse del círculo recurrente de estudios en los Altos de Chiapas” y ampliar la mirada antropológica a otros aspectos de la realidad del Sureste Mexicano y sobre todo, calibrar el papel de la Frontera y las relaciones con Centroamérica. Uno de los resultados de aquel proyecto fue el detectar que el Estado Nacional o los círculos de poder de aquellos días, pensaban al Sureste de México como un lugar destinado al turismo, visión que se puso en práctica con la inauguración de Cancún. Así que el Tren Maya viene a situarse en esa perspectiva que concibe al país en tres grandes macro regiones: el Norte (que son varios Nortes, por cierto) como el territorio del desarrollo industrial; el Sureste como el territorio del Turismo y el Centro como lo que sigue siendo: el asiento del poder y de la toma de decisiones que afectan a todo el país. Los otros factores que hicieron que el Estado Nacional viese hacia el Sur los hemos mencionado en múltiples ocasiones: las fuentes de energía, sobre todo agua y petróleo, siguen en el Sur y su destino determinado por el Estado Nacional es sostener la industrialización del país. Y la migración sigue siendo el gran factor centroamericano que preocupa-y con razón-al Estado Nacional como antaño lo fueron los movimientos guerrilleros del Istmo Centroamericano. En fin, la antropología había previsto desde 1983, lo que hoy siguen siendo los factores que cumplen un papel determinante en la vida de la sociedad en esta parte de México. Al inaugurarse EL Tren Maya, se impulsará al turismo, no cabe duda, y está por verse los cambios y transformaciones que todo ello acarreará en esta macro región de regiones que es el Sur-Sureste de México y las reacciones sociales que provocará.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 17 de diciembre de 2023
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