Movimientos sociales en Centroamérica: oportunidades y desafíos[i]
Alejandra P. Rojas Correa[ii]
En el marco del Octavo Foro Social sobre democracias otras, organizado por el ODEMCA, se llevó a cabo la mesa de Movimientos sociales en Centroamérica: oportunidades y desafíos actuales cuyo principal objetivo fue dialogar sobre las problemáticas y fenómenos de los movimientos sociales haciendo énfasis en los países de la región Centroamericana en un contexto de diferentes crisis.
Es relevante mencionar que la mesa de este día abrió sus actividades con un pronunciamiento sobre el Paro Nacional en Guatemala, por parte de Verónica Paredes y Santiago Bastos, quienes expusieron la situación actual en Guatemala dónde al día del Foro se cumplían 18 días de dicha movilización nacional. En el comunicado emitido, se repudia enérgicamente la represión a través de los cuerpos policiacos y militares a los grupos que se encuentra apoyando el paro nacional, así como el uso de los medios de comunicación para manipular la información. Por otro lado, se rechaza también, el silencio e inacción de las diversas instancias gubernamentales y el actuar de la fundación contra el terrorismo e instituciones a fines vinculadas con las cupulas militares y empresariales que violan sistemáticamente los derechos y que actualmente han provocado el exilo de periodistas, ministros y activistas. Al final se cerró el comunicado con la consigna “Guatemala en resistencia. Hasta que caigan. Fuera golpistas”.
El conversatorio inició con el investigador independiente Túpac Amaru Gutiérrez, quién abrió con una introducción sobre la “utopía capitalista”, la cual, afirma que ha llegado el fin de la historia y con ella el “último hombre”, construido como un arquetipo modelado por el sistema neoliberal. Frente a este fin de la historia y la creación de este “ultimo hombre”, hay que contrastar otros sujetos cuya sólo existencia rompe con este planteamiento teórico. Se busca identificar desde dónde están resistiendo esos otros sujetos y cómo viven su lucha, lo que lleva a reconocer la importancia geopolítica de una región como Centroamérica, que ha sido una de las regiones más golpeadas por las políticas neoliberales a un nivel tal que, ocupa el segundo lugar en la categoría de regiones más desiguales del planeta, según los índices de Gini.
Los países centroamericanos son muy ricos, pero los beneficios de tal riqueza se encuentran depositados en muy pocas manos y para entender lo que sucede en este territorio se debe estudiar el marco global relacionado con la utopía capitalista, la cual aterriza en acciones concretas como la firma del tratado del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en 1994. Este tratado provocó una serie de cambios o reajustes que afectaron tanto a la población que, a inicios del 2000 se articularon resistencias desde diversos frentes, donde se articulan sujetos, grupos y organizaciones divididas en algunas categorías para su estudio, como: los desmovilizados de los conflictos internos, damnificados y gente con hambre como resultado no sólo de las políticas neoliberales, sino también de huracanes y sequias que azotaron la región, proletarios, comerciantes informales, campesinos, defensores del territorio, trabajadores del sector educativo y de salud, mujeres en lucha, disidentes sexuales y demás grupos en resistencia.
Por otro lado, María José Días Reyes, directora de la organización Luchadoras de Nicaragua, compartió su experiencia de exilio a partir de 2018, cuando se dieron procesos de movilización social debido a una modificación de ley hecha por el presidente en turno lo que desató una masacre llamada “Operación limpieza” en la que, se asesinaron más de 360 personas y el exilio a la fecha se cuenta en unas 5000 aproximadamente. Días ha dedicado los últimos años de su exilio indagando sobre los discursos de violencia de estado ¿Qué dicen? Y ¿por qué lo dicen? Así mismo, considera que la sociedad centroamericana tiene mucho que reflexionar sobre sí misma, ya que muchos crímenes se vieron facilitados por las mismas comunidades, “la respuesta no está sólo en el que el gobierno es malo”, afirma, hay algo más. Por ello, la investigación que hace en conjunto busca explicar que está pasando en la actualidad.
Dentro de los descubrimientos de su indagación se mostró una clara tendencia a la concentración del poder que busca cooptar a otras instituciones y acallar a los grupos en resistencia por medio de batallas discursivas que construye sujetos para marcarlos como un obstáculo dentro del proyecto nación. Esta estrategia, ha significado un borramiento esquemático de las personas. Migración se ha vuelto un brazo del estado para facilitar estos actos. En la mayoría de estos países, no hay derecho a la protesta ni a la prensa escrita. Otro punto importante es, la caída del paradigma de los derechos humanos que está generando nuevos exilios, ahora cada sujeto sale y se articula de distintas maneras, el medio Hora Cero es una prueba de ello, se organiza desde otros países porque es imposible seguir son su labor desde sus territorios. Estos nuevos exilios anuncian una nueva forma de resistencia social (quizá transnacional) aún no se sabe.
Fátima Villalta, directora de la organización Hora Cero, comentó sobre la importancia de este medio como un estudio de caso para entender las dinámicas transnacionales y cómo estas se van ampliando. Hora Cero se manifiesta como un medio claramente progresista y de izquierda en contra partida a todos los discursos fascistas que están surgiendo en Centroamérica y ante la necesidad de empezar un dialogo centroamericano donde se busca explicar la región no como un cuerpo homogéneo sino con las particularidades de cada país y con la intención de comprender lo que sucede en la región por medio de sus especificidades.
Para Villalta uno de los puntos importantes de la investigación es que los movimientos sociales del 2000 han surgido debido al autoritarismo. La investigadora comparte la idea de que hay una batalla discursiva, en la que cada jefe de estado le da un nombre despectivo a la resistencia civil. Estos discursos crean condiciones materiales de represión y violencia que no sólo se quedan en un discurso, sino que se introyectan en la colectividad y llevan al terror, afirmó la ponente. Otro hallazgo ha sido el interés cada vez mayor por parte de las elites para administrar el capital, junto con el estado, el cual no busca ningún tipo de repartición hacía la población, sino todo lo contario.
Otras investigadoras y activistas presentaron sus puntos de vista en línea, dialogando sobre lo acontecido desde sus países como Berta Zúñiga, coordinadora de COPINH Honduras. La activista cuenta como la organización de la que forma parte, lucha por los derechos de la población que durante doce años de gobiernos autoritarios ha resistido al modelo de despojo impuesto y actualmente busca el reconocimiento de sus derechos en el contexto de un gobierno que se muestra tímido por hacer cambios significativos.
También se contó con la participación de María Natalia Ponce Rubio del Salvador quien trabaja con el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Centroamérica, quién esbozó el panorama de su país, el cual sufre actualmente las consecuencias de un sistema donde los poderes han sido totalmente cooptados y no hay un sistema de pesos y contrapesos, sino, todo lo contario, se responde por completo a los intereses de la figura presidencial y se violan los derechos humanos sin consecuencias, cerrando incluso instituciones educativas para acallar lo sucedido.
Glendy Betzahída Solano Mux de la Asociación para la promoción y el Desarrollo de la Comunidad CEIBA de Guatemala, habló sobre la labor de la organización, la cual acompaña a las comunidades para la recuperación del territorio. Se encuentra trabajando en cuatro departamentos a lo largo de diferentes regiones y es parte de la lucha histórica contra la explotación de los recursos naturales. Solano, comenta que Guatemala, al día de hoy se encuentra en una situación muy compleja debido al panorama del paro nacional, en el cual, las elites buscan imponer a sus representantes mientras se despliegan acciones para dividir a la población y no permitir que las protestas sigan. Sin embargo, y pese a las múltiples acciones fraudulentas, los manifestantes buscan el dialogo y aunque se encuentran en la incertidumbre esperan que el gobierno electo pueda tomar el mando en enero.
Los comentarios finales estuvieron a cargo de Verónica Paredes, Postdoctorante de Ecosur y Emmanuel Bran Guzmán, de la organización Voces Mesoamericanas. Guzmán planteó que las historias de protesta en Centroamérica son la manifestación de la búsqueda de una democracia “de a deveras” que se puede ver en tres factores: la lucha contra el extractivismo, lucha permanente contras las políticas neoliberales y el surgimiento de nuevos actores que no son nuevos, sino que revitalizan su participación en las coyunturas políticas actuales. Por su parte, Paredes mencionó que, en efecto, no se puede entender la resistencia centroamericana sin estudiar la región en cuanto a su posición geoestratégica, desde su ubicación colonial y la reconfiguración con las potencias globales. Por lo que se debe hacer énfasis en la historia de larga duración dentro de la cual se pueden encontrar las claves de Centroamérica como un laboratorio social de golpes de Estado y gobiernos represores.
Para finalizar, se agradeció el análisis de esta región por parte del ODEMCA y finalmente se cerró esta mesa con una sesión de preguntas no sin antes, subrayar la importancia de estos espacios para atender las problemáticas regionales, escuchar y acompañar las luchas que requieren de oídos que no sólo escuchen, sino que reflexionen y dialoguen para fomentar el pensamiento crítico y así impulsar el cambio de una región que se encuentra en lucha permanente.
[i] Esta columna es un extracto de la relatoría elaborada durante el Conversatorio “Movimientos sociales en Centroamérica: oportunidades y desafíos actuales”, en el marco del 8º Foro Social sobre democracias otras.
[ii] Estudiante del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanísticas del CESMECA.
No comments yet.