8 años de Foros Sociales sobre democracias otras

8o Foro Social sobre democracias otras en el CESMECA

Por Carlos de Jesús Gómez-Abarca[i]

Desde 2015, el Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica, con sede en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA-UNICACH), lleva a cabo de manera anual el Foro Social sobre Democracias Otras, que puede definirse como una jornada de actividades de reflexión, análisis y discusión sobre las distintas problemáticas sociopolíticas que aquejan a las regiones del sur de México y Centroamérica. Y como una experiencia que busca establecer puentes de diálogo e incidencia entre los distintos sectores de la academia, órganos públicos, la sociedad civil y los movimientos sociales.

A lo largo de los siete Foros sociales realizados, han participado alrededor de 60 actores -y una audiencia activa- a partir de diversas agendas académicas y políticas desde las cuales han compartido sus reflexiones, diagnósticos y análisis prospectivos. Destaca en esta “numeralia” la participación de una veintena de analistas de distintas Universidades y Centros de Investigación[ii], una veintena de Voceros/as y representantes de distintas organizaciones, colectivos, concejos y movimientos sociales[iii], alrededor de diez representantes de distintos organismos públicos electorales[iv] y las aportaciones que han tenido distintos medios de comunicación que ejercen un periodismo de investigación crítico[v].

Más allá de este conjunto de números y datos es importante reflexionar sobre lo que se produce durante estos procesos de interlocución en donde confluyen distintos actores sociales y políticos provenientes de la academia, las organizaciones y movimientos sociales, los organismos públicos y los medios de comunicación. Al respecto, reflexionamos con profundidad en el pasado conversatorio inaugural del 8º Foro Social “Repensar las democracias desde el sur de México y Centroamérica”.

Destaco, en este sentido: el reconocimiento de la complejidad de los distintos problemas que aquejan nuestro territorio mexicano y la región centroamericana; la generación de conocimiento producido colectivamente, así como su divulgación de estos a la sociedad en general; la promoción de la justicia social y los derechos humanos, un objetivo a menudo compartido por todos estos actores sociales y políticos. La fiscalización y rendición de cuentas, a través de la evaluación y el monitoreo del desempeño de las instituciones, lo que resulta esencial para garantizar la rendición de cuentas y la transparencia.

La agenda discutida en estos Foros ha sido amplia, pues la complejidad social de las regiones en que se enfoca y los problemas que aquejan a sus habitantes lo son. Entre los temas más apremiantes, se incluyen autonomía, autogobierno y libre determinación; procesos político-electorales en contextos de conflicto, violencia y camuflaje partidario; defensa territorial contra procesos extractivos -minería, monocultivo, represas-, procesos migratorios transnacionales, y geopolítica del sureste mexicano y Centroamérica. Siendo todos estos fenómenos de dimensiones gigantescas y causas estructurales, los diagnósticos y las salidas son complejos y, generalmente, limitados. Por ello, ha sido de gran relevancia escuchar las respuestas surgidas en las comunidades, las organizaciones y los movimientos sociales.

A través de las vocerías de organizaciones, pueblos, comunidades y movimientos sociales se han compartido los posicionamientos y los diagnósticos ante: el creciente control territorial del crimen organizado en distintos territorios de Michoacán, Guerrero, y Chiapas, la privatización y la explotación de recursos naturales, los desplazamientos forzados de las comunidades, la reducción de derechos laborales y sociales, la desigualdad y la exclusión, así como la movilidad humana forzada y las violencias que experimentan los migrantes. Ante estas problemáticas, hemos dado seguimiento a campañas de protesta contra proyectos extractivistas, acciones legales para impugnar proyectos de minería y extracción, experiencias de autogobierno, autonomía y democracia comunal.

Simultáneamente, hemos escuchado los testimonios que dan cuenta de la continuidad de una larga historia de represión ejercida contra activistas, comunidades organizadas y movimientos sociales. Estas incluyen, como lo han señalado diferentes analistas y centros de Derechos Humanos, el encarcelamiento de líderes, la cooptación de estos, su asesinato, las amenazas permanentes, la militarización y la paramilitarización de sus territorios, así como el incremento de apoyos a través de las políticas sociales para una creciente cooptación. En resumen: una política de control del descontento social que se despliega por diferentes vías, abierta o encubiertamente violentas, realizadas por distintos actores, fuerzas armadas, cuerpos policíacos, agentes del crimen organizado, y en diferentes niveles, nacional, estatal o municipal. Los casos paradigmáticos de este ejercicio del poder represivo abundan en Chiapas y todo México.

Recientemente, en las últimas versiones de este Foro también hemos analizado que, tanto a activistas como a migrantes se les equipara como amenazas a la seguridad y se les busca neutralizar con las fuerzas armadas, políticas de contención y violencia institucional. La creciente militarización del país y la extensión de sus facultades en ámbitos civiles, así como la paramilitarización del crimen organizado han agudizado las dificultades que enfrentan los grupos de personas migrantes que buscan atravesar el territorio mexicano para llegar a los Estados Unidos y el de activistas y grupos humanos que despliegan proyectos alternativos y autonómicos.

En suma, hemos constatado en el transcurso de estos foros que en las últimas décadas del siglo XX y lo que va del XXI, Chiapas continúa siendo una arena fértil para la emergencia de activismos, movimientos y proyectos sociales de izquierda. En los monitoreos del Observatorio, registramos entre 2018 y 2021, el protagonismo los movimientos por la Paz, Justicia y Derechos Humanos; los Ambientalistas, Ecologistas y en defensa de la vida y territorio; los autonómicos y Gobiernos comunitarios; los feministas; el magisterial y el normalista-estudiantil, así como también la emergente movilización del sector salud y las protestas de personas en condición de desplazamiento forzado durante los primeros años de la pandemia, causada por el virus SARS-COV-2.

Al mismo tiempo, hemos constatado procesos intensivos que persiguen la desmovilización de las poblaciones promovidos por el Estado, a los que se han sumado el papel desmovilizador de dos grandes acontecimientos: la victoria electoral de Morena y al periodo de contingencia sanitaria, provocado por la pandemia de COVID-19. Los registros de este Observatorio también nos muestran que, contrario a lo esperado, la pandemia provocó una mayor desmovilización que la política de control de la 4T, a pesar de las expectativas y escisiones que pudo haber generado esta última entre distintas organizaciones sociales.

Entretanto, y a pesar de estos procesos de desmovilización, hemos atestiguado el protagonismo de las mujeres expresado en sus vocerías y liderazgos, el papel de las juventudes en diferentes campos políticos y formas novedosas de ejercer la política, la lucha jurídica de los movimientos en su diversificación de estrategias, la impronta pacifista y religiosa de varias de estas luchas, algunas victorias de los movimientos contra megaproyectos, la centralidad de los tejidos comunitarios y las articulaciones entre movimientos sociales en el sur de México y en Centroamérica. En los conversatorios de los días 18 y 19 de este mes, esperamos profundizar en algunas de estas reflexiones.

[i] Investigador CESMECA-UNICACH. Miembro del Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica.

[ii] Por mencionar algunos: El Colegio de San Luis A. C; la Escuela Nacional de Antropología e Historia; el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, CUCSH-Universidad de Guadalajara; el Instituto de Investigaciones Jurídicas – UNAM; Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología (CIESAS); El Colegio de México; la Asociación de Investigación de Estudios Sociales (Guatemala); Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales- EHESS (París); la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); el Instituto de Investigaciones Jurídicas – UNACH; Universidad Estatal de Nuevo México, EE. UU., de casa, del CESMECA-UNICACH; y del Allegheny College.

[iii] Entre los que se encuentran: Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio; Otros Mundos, Ejido San Sebastián Bachajón, Chiapas; Concejo Indígena de Gobierno; RESISTENCIA ZOQUE; PUEBLO CREYENTE; Centro de Lengua y Cultura Zoque; Preparatoria comunitaria “José Martí”; Mezcala – Tierra comunal”; Concejo Mayor de Cherán ik’eri; Acción Universitaria de UNAN Managua, Nicaragua; Gobierno Comunitario del municipio de Oxchuc; Concejo de Gobierno Comunitario del municipio de Chilón y Sitalá; Concejo del Pueblo K´iche; Diócesis SCLC; Gobierno Municipal comunitario Ayutla de los Libres, Guerrero, ente otros.

[iv] Tales como el Instituto Federal Electoral; del Instituto Electoral de Participación Ciudadana Chiapas; IEPC-Guerrero; IEPC-Guerrero; IEPC-Oaxaca; Instituto Electoral del Estado de Campeche.

[v] La Jornada, Rompe Vientos TV, Chiapas Paralelo, Komanilel, Promedios, K’uxaelan, por mencionar algunos.

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