Nuestra amorosa compañera
El pasado 21 de julio se celebró el Día Mundial del Perro, quienes tenemos a bandita canina como integrantes de la familia sabemos que son seres agradecidos, cariñosos y que nos dejan grandes enseñanzas para la vida. Estas líneas van en memoria de La Catrina, nuestra amorosa perrita que partió hace algunas semanas.
Intento hacer memoria de cuándo fue la primera vez que te vi, no recuerdo con exactitud, sin embargo, algo que me llamó la atención fue el color de tu pelaje, un bello tono castaño y también tus ojitos color miel. Un familiar te regaló con mi papá y pasaste a formar parte de nuestra bandita peluda y por lo tanto, de nuestra familia.
Te hiciste querer muy pronto, al principio eres algo huraña, me acercaba poco a ti, conforme fue pasando el tiempo me permitiste acariciarte y lo agradezco desde el corazón.
Vienen a mi mente los días que nos alegraste con tu presencia y compañía, fueron muchos años. Nos acompañaste en los diversos duelos de cada integrante de la bandita peluda que partió antes que tú. Siempre cuidaste de tus cachorros, fuiste una madre muy atenta y juguetona con tus críos. Y ese amor lo extendiste a los demás integrantes de la banda peluda. Siempre estabas presente con cada uno de ellos, estoy segura que también te echan de menos.
En los días de lluvia y truenos lejos de esconderte salías a correr bajo los árboles, ladrando a cada trueno que hacía retumbar el cielo. Regresabas a casa empapada pero con mucho ánimo. Algo que siempre te admiramos era tu energía, corriendo de un lado a otro, raras veces dormías siesta y tu sueño era muy ligero.
En mi mente se dibuja tu rostro, tu mirada profunda y tus abrazos, esos que de pronto me dabas sin aviso previo y que recibí con amor… veo a tus dos críos y te haces presente en cada uno de ellos. Es de noche mientras escribo estas líneas, el canto de los grillos forma parte del paisaje sonoro, como si fueran una especie de susurros, escucho los ladridos de un integrante de la banda peluda, no puedo evitar extrañar tus ladridos, inconfundibles, fuertes, mientras tus pasos ágiles se perdían en las sombras de la noche.
Catrina te agradecemos el cariño, tu compañía y ser nuestra amorosa compañera. Permanecerás siempre en nuestros corazones. Gracias, gracias, gracias.
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