América Latina y El Caribe: Tradición Crítica de las Ciencias Sociales
La orientación crítica como método de análisis ha sido el sello de gran parte de las ciencias sociales en América Latina y el Caribe. Incluso, de los planteamientos de esa ciencia social se han nutrido no sólo los movimientos de las izquierdas sino también los movimientos sociales en general que en nuestros países han buscado instaurar un mundo mejor, justo y democrático. Tenía que ser así en un vasto continente como el latinoamericano y una amplia región insular como lo es El Caribe. Más todavía, tenía que ser así en Naciones y Estados que aún portan herencias del colonialismo y en cuyas fronteras se localizan las sociedades más desiguales del mundo. Por supuesto que también existe una ciencia social que ha servido no solo a los intereses imperiales “de aquel que les conté” sino incluso a las oligarquías y las cleptocracias instaladas en el poder en buena parte de los países latinoamericanos y caribeños. Aún así, desde la instauración de los regímenes coloniales nacidos en el siglo XVI, se han levantado las voces analíticas que condenaban a un sistema de organización de la sociedad tan injusto y plagado de prejuicios racistas, culturales y de clase como lo fueron los ámbitos coloniales en cuyos contextos se fraguaron nuestras actuales Naciones y Estados Nacionales. Desde el siglo XVI precisamente desde El Caribe primero y del continente después, la crítica fue el método de análisis de la situación imperante. Cito como ejemplo descollante a Fray Bartolomé de las Casas y su Breve Historia de la Destrucción de las Indias texto que venía a continuar aquella posición contra los encomenderos y terratenientes que vivían de explotar el trabajo de los pueblos indios y que fue expresada en diciembre de 1511, el cuarto domingo de adviento, desde el púlpito dominico en la Isla de La Española (actual República Dominicana), por Fray Antón Montesino. Fue la primera gran denuncia del régimen colonial y un antecedente básico de las ciencias sociales críticas en América Latina y El Caribe, es decir, la Abya-Yala que dicen los pueblos indígenas. Y así empezó, con estas palabras, la tradición crítica de las ciencias sociales en Abya-Yala: “Decid con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios” Es con esta misma orientación que siglos después, instaurados ya los Estados Nacionales Latinoamericanos y Caribeños, los antropólogos y las ciencias sociales en general, reclamaron al indigenismo de Estado con qué derecho y con qué justicia impelían a los pueblos indios para que abdicaran de su ser histórico y cultural. Precisamente del análisis de la situación de los pueblos originarios y en respuesta a los acuerdos del Primer Congreso Indigenista Interamericano celebrado en Pátzcuaro, Michoacán, en 1940, surgió la tesis del colonialismo interno propuesta por Pablo González Casanova y Rodolfo Stavenhagen, con la inspiración en una idea de Charles Wright Mills, el fundador de la sociología crítica en los Estados Unidos. Es una tradición que se ha continuado y que acompañó y acompaña a los pueblos indios latinoamericanos y caribeños en su lucha por la justicia, la igualdad y la paz (Ver: Andrés A. Fábregas Puig, El Indigenismo en América Latina, México, El Colegio de México, 2022). Esa corriente crítica de las ciencias sociales, en el ámbito del análisis de la situación de los pueblos indios, es la que se expresó en aquel famoso libro titulado De eso que llaman antropología mexicana en el que se explayaron las voces de la “generación crítica” de la antropología en México: Guillermo Bonfil, Arturo Warman, Enrique Valencia, Margarita Nolasco, Mercedes Olivera. Es la misma orientación crítica que alimentó a los importantes encuentros de Barbados y sus declaraciones hechas públicas entre 1970 y 1990. Fue un movimiento que contribuyó a la reconfiguración de los Estados Nacionales latinoamericanos y Caribeños en favor de los pueblos indios, que hoy han avanzado palmos importantes en sus luchas sociales, . Es una ciencia social que ha documentado diría que hasta la saciedad, la desigualdad social como el problema medular que afrontan los pueblos latinoamericanos y caribeños, en un ámbito de racismo, dominio de clase oligárquico y cleptócrata, injusticias e impunidad, corrupción y saqueo, que configura el contexto capitalista. Todo ello se ha expuesto y se sigue exponiendo en los textos que escriben los científicos sociales críticos en América Latina y El Caribe. Quiénes si no, han sido los científicos sociales críticos los que han denunciado al voraz extractivismo que asuela a los pueblos nuestros a través de la corrupción que entrega la riqueza minera a esas compañías no sólo insaciables sino insensibles que incluso llegan al asesinato con el fin de poder seguir saqueando las entrañas de Abya-Yala. Son análisis que documentan las posiciones de una izquierda latinoamericana que busca encontrar el camino para la instauración de sociedades justas, democráticas, igualitarias, en nuestros países. Ha sido la corriente crítica de las ciencias sociales latinoamericanas y caribeñas la que ha denunciado la infamia que está detrás de las inmensas columnas de migrantes que caminan por nuestras veredas buscando la justicia, la sobrevivencia, escapando de ámbitos de violencia impuestos por los círculos de poder fascistas. Son esas ciencias sociales las que documentan la desigualdad social andante que configura una de las tragedias humanas más graves de la Historia. Son los resultados de esos análisis críticos los que alimentan las reivindicaciones de las izquierdas y los textos literarios que se atreven a denunciar la condición humana en Latinoamérica y El Caribe. Reitero: existen también los “sabios” que alimentan los discursos de las extremas derechas o aquellos “intelectuales orgánicos” que deshonran al quehacer del intelectual y entregan sus capacidades al que mejor paga. Son los que se traicionan así mismos. La bibliografía para apoyar lo afirmado en este texto es kilométrica. Pero enuncio algunos títulos que también contienen sugerencias bibliográficas que un lector interesado puede seguir: Pablo González Casanova, EXPLOTACIÓN, COLONIALISMO Y LUCHA POR LA DEMOCRACIA EN AMERICA LATINA, México, Akal-Inter Pares, 2017; Mercedes González de la Rocha y Gonzalo Andrés Saraví, Coordinadores, POBREZA Y VULNERABILIDAD: DEBATES Y ESTUDIOS CONTEMPORÁNEOS EN MÉXICO, México, CIESAS, 2018; Arturo Alvarado Mendoza y Serena Chew Plascencia, Editores, NUEVAS MIRADAS TRAS MEDIO SIGLO DE LAS SIETE TESIS EQUIVOCADAS SOBRE AMÉRICA LATINA. HOMENAJE A RODOLFO STAVENHAGEN, México, El Colegio de México, 2020; Carlos Riojas y Stefan Rinke, Coordinadores, AMERICA LATINA EN LA HISTORIA GLOBAL, CLACSO, Siglo XXI Editores, 2022; Santiago Bastos Amigo y Edgars Martínez Navarrete, Editores, COLONIALISMO, COMUNIDAD Y CAPITAL. PENSAR EL DESPOJO, PENSAR AMÉRICA LATINA, México, Religación Press, Bajo Tierra Ediciones y Tiempo Robado/Cátedra Jorge Alonso, 2023.
Sirva este texto como una invitación a los jóvenes para que abracen el análisis social a través de la práctica de alguna de las disciplinas que configuran el amplio espectro de las Ciencias Sociales en América Latina y El Caribe/Abya-Yala.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala, A 9 de julio de 2023
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