Haciendo antropología en las orillas
En Memoria de Victoria Novelo (1943-2020)
Y Juan Luis Sariego (1949-2015).
Hace 81 años se estableció en el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) la actual Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) misma que, si tomamos en cuenta sus antecedentes de fundación en la Escuela de Biología del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en 1938, cumpliría en este año 85 de fundada. Durante años la ENAH reconocida en un momento como la mejor Escuela de Antropología del Mundo, fue el centro de formación de antropólogas y antropólogos no solo de México sino de América Latina y El Caribe. Eso la situó como el centro mundial de formación de antropólogos mientras en un país de centralización política extrema como lo era-y sigue siendo-México, la antropología fuera de la Ciudad Capital de la República (CDMX) se hacía en “las orillas” (expresión feliz de Victoria Novelo y Juan Luis Sariego) de esa antropología centralizada. Además, la ENAH se planeó como el centro para formar a los antropólogos indigenistas que aplicarían la política de asimilación de la variedad cultural del país en aras de consolidar una sociedad de cultura nacional. Fue en el contexto del Primer Congreso Nacional de Antropología Social y Etnología celebrado en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en septiembre de 2010 que Victoria Novelo y Juan Luis Sariego organizaron el Simposio “La Antropología en las Orillas” que dio origen al Seminario respectivo que actualmente celebra su octava reunión en el poblado de Tepoztlán, Morelos.
Las generaciones que ingresaron a la ENAH a mediados de la década de los 1960, es decir, entre 1965 y 1970 son las que vivieron un período de intensos cambios no sólo en la enseñanza sino en la práctica de la antropología, sobre todo, de la etnología, la etnohistoria y la antropología social. Fue en esa ENAH de mediados de los 1960 el lugar de formación de Victoria Novelo como antropóloga. Previo a su ingreso a la ENAH en 1966, Viki Novelo estudió arquitectura en la UNAM y con ese bagaje inició sus estudios de antropología. Vivimos el año de 1968 unidos al Movimiento Estudiantil. Eso nos dejó lecciones perdurables. Cuando estudiamos antropología en aquellos años de 1965-1970, la centralización de la enseñanza de la disciplina era notoria. Solo existía otra Escuela de Antropología en la Universidad Veracruzana, misma que había iniciado sus actividades en 1957, bajo la Rectoría de Gonzalo Aguirre Beltrán. En Yucatán, la Escuela de Antropología de la Universidad (UADY) se fundó en 1960. Durante años, sólo en Veracruz y Yucatán se enseñaba antropología fuera de la CDMX. Reitero que la ENAH fue una gran escuela de antropología y tiene una trayectoria que es importante para toda América Latina y El Caribe. Pero en el contexto de México significó la centralización extrema de la enseñanza de la antropología lo que conllevó el hecho de que se analizaran casi con exclusividad las problemáticas que presentaba la aplicación de la política indigenista. Fue justo en los años de 1965-1970 que la crítica al indigenismo se intensificó desde las mismas aulas de la ENAH, pasando por el Movimiento Estudiantil de 1968 y llegando a la publicación del libro titulado De eso que llaman antropología mexicana (1970) que lucía en su portada a una foto de Chan Bor vestido de traje. Los autores del libro citado fueron catalogados como la “Generación Crítica de la Antropología Mexicana” y son: Arturo Warman, Guillermo Bonfil, Mercedes Olivera, Margarita Nolasco, Enrique Valencia y José Rendón también apodados posteriormente junto con Ángel Palerm como “los 7 magníficos”.
Como resultado del Movimiento Estudiantil de 1968, el 1 de enero de 1974 se fundó la Universidad Autónoma Metropolitana en varias zonas “marginales” de la CDMX de aquella época: Iztapalapa, Xochimilco y Azcapotzalco. Eso significaba “descentralizar” la enseñanza de la antropología según los círculos de poder de aquellos días. Para esas fechas Viki Novelo se había graduado en la ENAH (1974) con el grado de Maestra en Ciencias Antropológicas presentando una tesis que le dirigió Rodolfo Stavenhagen y que pronto se convirtió en un libro clásico de la antropología mexicana: Artesanía y Capitalismo en México (1976). Viki Novelo dedicó su vida a ese gran tema, además de formar parte de quienes en México abrieron los análisis antropológicos de la cultura obrera. En 1978, Viki Novelo estudiaría los sindicatos de las fábricas situadas en Ciudad Sahagún, estado de Hidalgo. Resultado de ese trabajo es el libro escrito junto con Augusto Urteaga, La Industria en los Magueyales (1979), libro que contribuía a introducir a la antropología a temáticas distintas a las del indigenismo.
Por su parte, Juan Luis Sariego había estudiado filosofía en la Universidad de Comillas en España, habiendo pasado por el noviciado jesuita en la Ciudad de Valladolid. Pero una experiencia definitiva para Sariego fue su estancia en la República del Chad, en África, como misionero. Estudiando la lengua del pueblo Nar, Juan Luis Sariego encontró su vocación de antropólogo y a ello dedicó su vida. En 1979, como Investigador del CIS-INAH que dirigía Ángel Palerm, Sariego inició el análisis de la vida obrera de los mineros de Cananea, preparando su tesis con la que obtendría la Maestría en Antropología Social. Fue en el contexto del estudio de la vida de los mineros y de los sindicatos que Viki Novelo y Juan Luis Sariego se encontraron, estableciendo una amistad que duró toda la vida. En 1983, junto con Victoria Novelo y Federico Besserer, Sariego publicó el libro El Sindicalismo Minero en México. Comprometido con la descentralización de la enseñanza de la antropología, Juan Luis Sariego junto con Margarita Urias, Luis Reygadas, Augusto Urteaga, Lourdes Pérez y Víctor Quintana, fundarían la llamada ENAH-Chihuahua en 1990. Recuerdo que estábamos presentando en aquella ENAH-Chihuahua mi libro Configuraciones Regionales Mexicanas cuando llegó la notificación oficial de que por parte del INAH se aceptaba la fundación de la Escuela de Antropología e Historia del Norte de México. Era un día del mes de mayo de 2012. Con esa fundación, se cumplía uno de los proyectos más importantes de Juan Luis Sariego, como lo era no sólo lograr la descentralización de la enseñanza de la antropología sino también establecer espacios desde los cuales la investigación antropológica del Gran Norte de México se hiciera desde el propio ámbito norteño.
Es una espléndida noticia que el Seminario de Antropología en las Orillas celebre una octava reunión en el poblado de Tepoztlán, tan querido por Viki Novelo, y que gracias a los auspicios de Everardo Garduño y Giovanna Gasparello, tenga continuidad la reflexión antropológica desde las orillas.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. 17 de junio de 2023
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