Días cruciales por delante para Marcelo Ebrard y el país
Ganó MORENA en el Estado de México, perdió en Coahuila. Nada cambió con ello. Esos resultados electorales ya se esperaban. Solo habría que apuntar que el Estado de México es el padrón electoral más grande del país y es ahora del partido en el poder. En contraparte -otro apunte- es que MORENA perdió en las elecciones intermedias la capital del país.
La lección principal del Estado de México y de Coahuila más allá de los escenarios electorales es que nos guste o no, las malas prácticas que permitieron al PRI permanecer décadas en el poder político nacional, persisten. De hecho, la renuncia de Marcelo Ebrard a la cancillería, en el fondo se circunscribe como una acción para acotar el poder de una de las mayores malas prácticas heredadas: el presidencialismo.
Hacia adelante quedan las elecciones para la presidencia de la República y la pregunta principal que domina el debate público respecto a la designación del candidato presidencial y la renuncia de Ebrard al gabinete: ¿habrá fractura en MORENA?
Dígase lo que se diga, en los últimos tiempos; la rebelión de una sola persona en el partido hegemónico -PRI con Cárdenas Solórzano en el 88 y Manuel Camacho en el 94- lo puede poner en jaque. La política no es solo la vía electoral. Y el poder que da la presidencia tampoco lo es todo. Reconozcamos que, en nuestro país, como en cualquier otro también existen los poderes fácticos.
No solo el PRI ha sufrido rebeliones al momento de designar candidato a la presidencia. Vicente Fox no pudo imponer como candidato a Santiago Creel, Felipe Calderón no pudo lograr que la presidenta fuera Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto no encontró la forma de imponer a Videgaray y por lo tanto, impulsó a José Antonio Meade.
Esa debilidad presidencial al final del sexenio tuvo su costo. En ese sentido, ¿A la ruptura aspira Marcelo Ebrard si no es elegido? ¿A romper la hegemonía? ¿A convertirse en el nuevo líder moral de la oposición a MORENA?
Para evitar la ruptura, Ebrard pide reglas claras. Por eso, ¿Cuáles son esas reglas claras? El asunto es claro, las malas prácticas heredadas por el PRI que persisten indican que en la encuesta presidencial compiten quienes así lo indica el presidente.
¿Y si a Claudia Sheinbaum le quitamos el manto presidencial sobreviviría sola en una encuesta o sin la percepción de que es la favorita de palacio?
Ebrard se juega “su resto” porque sabe que no es el favorito de palacio nacional. Está forzando su renuncia a un cargo en la administración pública, pero no a su militancia política. Forzará también a los aspirantes a la presidencia a tomar una decisión no planeada puesto que necesitan el manto protector de Palacio Nacional y esa decisión, tendrá que ser lo más rápida posible.
En ese sentido, ¿Cuál es el juego?
La literatura política del país sostiene que el presidencialismo nacional es apuntalado por una “sucesión” de dos tipos: por designación o por descarte.
En la primera el presidente en turno impulsa y protege a su candidato hasta el final y luego lo designa. La sucesión por “descarte” ocurre cuando el candidato impulsado o protegido no despunta por cualquier circunstancia y entonces el presidente designa a quien sobrevive a la lucha palaciega por el poder.
Las dos tienen un costo político inevitable. La sucesión por “designación” relega a grupos políticos y de facto y garantiza la sobrevivencia de los grupos del presidente en turno por cierto tiempo. La sucesión por “descarte” no garantiza la sobrevivencia inmediata de los grupos afines al presidente saliente y provoca la aparición de nuevas cúpulas.
Inevitable pensar en que AMLO tiene “favorita”
¿Estará dispuesto a asumir el costo ungirla como su sucesora a pesar de que no parece brillar con luz propia ni ser lo suficientemente popular para ganar una independencia ante el presidente?
¿O se inclinará por Ebrard? ¿Un político que renuncia, pero “no rompe” porque solo está obligando al presidente a cambiar de opinión?
Se acercan días cruciales para el país. Cualquier cosa puede suceder. Desde el escenario idóneo, hasta el catastrófico.
Correo: geracouti@hotmail.com
Twitter: @GerardoCoutino
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