Inteligencia artificial y hegemonía militar
Los dilemas de Estados Unidos respecto del aprovechamiento militar de la inteligencia artificial son congruentes con una idiosincrasia peculiar que mezcla paranoia y seguridad colectiva, y que podemos rastrear al inicio de la Guerra Fría.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, la tierra se dividió en dos polos económicos y militares, uno representado por Estados Unidos y el otro por la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. A la caída del muro de Berlín en 1989 y la posterior desintegración de la URSS en 1991. Estados Unidos se erigió como única potencia militar y económica a la caída del polo socialista, por otra parte, Rusia heredó el armamento nuclear y llegó a acuerdos con Ucrania en 1994 mediante el Acuerdo de Budapest para mover las cabezas nucleares a territorio ruso.
China emergió a principios del siglo XXI como una potencia económica que también cuenta con capacidad nuclear, en los últimos años las disputas comerciales entre Estados Unidos y China han ido en aumento y se han enfocado principalmente en el área de tecnología y telecomunicaciones. En 2018 la hija del fundador de Huawei fue detenida en Canadá acusada de espionaje y en 2019 Estados Unidos impuso sanciones a la empresa.
La disputa por la hegemonía de la tecnología 5G entre las empresas de ambos países fue el tema central, pero las tensiones fueron aumentando, algunas teorías apuntan a que las empresas de tecnología estadounidenses las alientan para no perder el mercado de Norteamérica.
En 2021 la Comisión de Seguridad Nacional sobre Inteligencia Artificial bajo la presidencia de Eric Schmidt, expresidente de Google presentó un informe en la que advertía que China podría desplazar a los Estados Unidos como potencia en Inteligencia Artificial. Esta Comisión solicitó al presidente Biden a no firmar ningún acuerdo de proscripción de uso de armas de IA esto debido al riesgo de que China y Rusia no respeten esos acuerdos.
El 4 de febrero del presente año un globo chino recorrió el territorio estadounidense, la aviación estadounidense lo derribó y acusó a China de usarlo con fines de espionaje lo que el país asiático rechazó. La revista The Economist de abril 8 de 2023 publicó un escenario extraído del primer capítulo del libro 2034: una novela de la próxima guerra mundial , escrito en coautoría por un escritor de novelas de suspenso y un ex almirante de los EE. UU, ahí se relata el siguiente escenario: un un grupo de portaaviones estadounidenses en el Mar de China Meridional acude en ayuda de un barco pesquero chino que solicita ayuda debido a que está en llamas.
El barco es rescatado por la Armada Estadounidense y al hacer una revisión del mismo resulta tener tecnología de punta. China reclama su inmediata entrega a lo que la Armada se niega; sin embargo, se ven rodeados por buques de guerra chinos sin que se percaten de su presencia toda vez que sus sistemas de alerta se bloquearon. Esa posibilidad inquieta a Estados Unidos, quedarse rezagados en el desarrollo de armas de defensa y ataques de IA podría significar perder la hegemonía mundial.
Cabe destacar que expertos apuntan que el desarrollo de IA en desempeño militar no está avanzado pero el despliegue de recursos humanos y económicos para obtener la hegemonía en esa área de la ciencia será primordial para ambas potencias. Los logros pueden ser usados como muestra del triunfo de un modelo sobre otro, ya pasó antes con la carrera especial donde los soviéticos tomaron ventaja pero sus esfuerzos palidecieron frente al alunizaje logrado por los Estados Unidos.
Frente a las voces que indican un seguro enfrentamiento entre China y Estados Unidos, Henry Kissinger quien el 27 de mayo cumplirá 100 años, y que dentro de sus éxitos tiene de haber acercado a estos dos países a partir del encuentro entre Nixon y Mao ha dicho en entrevista con The Economist que ve escenarios similares a los previos de la 1 Guerra Mundial “»en la que ninguna de las partes tiene mucho margen de concesión política y en la que cualquier alteración del equilibrio puede tener consecuencias catastróficas».
Kissinger agregó que, para evitar la 3 Guerra Mundial, se deben retomar acuerdos, Nixon y Mao lograron mantener acuerdos sobre Taiwán que se consideraron para 100 años, pero llegaron a 50 porque se rompieron con Trump. Expresó que los líderes de ambos países deben convenir sobre la IA, que, si bien es cierto, ésta se usará como fuerza disuasoria también lo es que podrían establecerse acuerdos para controlar estas armas como pasó con las nucleares.
Las visiones del Comité de Seguridad y de Henry Kissinger son distintas, mientras el comité pide siempre desconfiar y no firmar ningún acuerdo de control de armas de IA, Kissinger considera que es necesario firmas esos acuerdos y darle a China su importancia como potencia a fin de tener un mundo en paz. En los próximos años veremos qué camino decide elegir Estados Unidos a partir de las dos posturas actuales. En suma es posible que la próxima guerra fría sea librada entre estrategas humanos y algorítmicos , sin que haya una garantía para nadie de que uno u otro tengan límites, restricciones éticas ni transparencia alguna.
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