De la variedad poblacional en Chiapas: un apunte
Una de las imágenes más socorridas de la población del estado de Chiapas se debió no sólo a la recurrencia de los análisis antropológicos del orbe indígena sino también al movimiento rebelde del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Esa imagen que aún recorre el mundo es resultado de insistir en que en Chiapas sólo habitan indígenas y ganaderos, además de que todos los indígenas son mayas. La realidad es mucho más compleja que lo que esa imagen transmite. Chiapas ha dejado de ser un territorio mayoritariamente rural y actualmente la población que vive en localidades urbanas alcanza el 80% . El 20% restante aún habita en localidades consideradas rurales. Lo que persiste es un patrón de asentamiento dispersos: existen en Chiapas 21,000 localidades rurales frente a 206 consideradas urbanas. Desde el criterio de la distribución de la población, el INEGI informa que 49% de la población en Chiapas es urbana y 51% es rural. En el país la población urbana se calcula en un 77.8%, número que seguramente se ha modificado a la alza. En los documentos informativos de diversas fuentes, se enuncia que las principales ciudades de Chiapas son Tuxtla Gutiérrez (la Capital); Tapachula, a 20 kilómetros de la frontera con Guatemala; San Cristóbal de las Casas, centro rector de la región de los Altos de Chiapas; Comitán de Domínguez y Palenque. Quizá deba agregarse a Pichucalco en la frontera con Tabasco. La variedad lingüística es también otro dato importante: si hemos de hacer caso a los censos, 28 de cada 100 personas habla un idioma indígena(tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, chol, maya lacandón, jacalteco, zoque). Pero lo que me alentó a revisar estas estadísticas fue una conversación con una estudiante chiapaneca que vive en Jalisco y que está trabajando su tesis de doctorado en Ciencias Sociales con un estudio sobre los afrodescendientes en Chiapas. Tema muy original. Según fuentes estadísticas, 28, 182 personas en Chiapas admiten ser afrodescendientes. Ciertamente existen algunos trabajos sobre este sector de la población chiapaneca como los desarrollados por Juan González Esponda. Pero aún falta mucho camino por recorrer. Además, me parece que hace falta un mapa con la distribución de la variedad poblacional en Chiapas. En efecto, en el estado existen grupos de alemanes, no sólo en el Soconusco sino en poblados como Ocozocoautla, en donde se refugiaron grupos de nazis, al igual que en Tuxtla Gutiérrez. Los descendientes de japoneses son notables en la Costa de Chiapas y en Tapachula. Se ha escrito algo sobre aquella emigración enomoto de 36 jóvenes nipones que se trasladaron a Chiapas en el siglo XIX. Por supuesto, los sectores de descendientes de chinos están concentrados en Tapachula, pero seguro habitan en otras latitudes de Chiapas. Los libaneses también tienen presencia en Chiapas. Existen personas descendientes de población egipcia; los descendientes de españoles son sectores de población muy amplios. Últimamente se ha multiplicado la inmigración de población nacional que busca asentarse en Chiapas y ya no se diga la población Centroamericana, como los núcleos de hondureños que ya forman barrios en ciudades como Tapachula. En un contexto de tanta diversidad, un trabajo sobre los afrodescendientes en Chiapas que combinará la exploración de archivos con la etnografía, resulta interesante. Y más, si quien lo lleva a cabo se asume como afrodescendiente. Todo ello me lleva a pensar en la falta de ese mapa que mencioné, en donde se muestre la distribución de una población tan diversa. Ese mapa debería estar acompañado de trabajos a profundidad acerca de los diversos conjuntos de población en Chiapas que tienen orígenes muy diversos.
He aquí alguna bibliografía para un lector interesado en los temas apuntados: Miguel Lisbona, Allí donde lleguen las olas del mar. Pasado y presente de los chinos en Chiapas, México, UNAM. 2014; Hisashi Ueno, “Los colonos Enomoto de México” texto que data de 2017 y está disponible en internet; Víctor Kerber Palma, “La primera comunidad japonesa en Chiapas” texto publicado en 2023 disponible en Internet; Juan González Esponda, Negros, pardos y mulatos: otra historia que contar, Chiapas, CONECULTA, 2002; sobre los libaneses (en Tuxtla Gutiérrez, apellidos como Sabines, Simán, Aramoni) puede leerse en general el texto de Patricia Jacobs Barquet, “Los inmigrantes libaneses y un innovadora aportación al comercio en México” publicado en 2016 y que está disponible en internet; Brigida von Mentz, (Editora) Los empresarios alemanes , el Tercer Reich y la oposición de derecha a Cárdenas, México, CIESAS, 1988. Este libro contiene importantes trabajos de autoras como Daniela Spencer. Y sobre los españoles, ver, Ma. Mercedes Molina Hurtado, En Tierra bien distante. Refugiados españoles en Chiapas, Chiapas, ICHC, 1993. Por cierto, la presentación de En Tierra bien distante que se llevó a cabo en la Ciudad de México en aquel año de 1993, contó con una numerosa concurrencia de sobrevivientes del refugio español y de sus familiares y descendientes, incluyendo a Doña Amalia Solórzano, viuda del General Lázaro Cárdenas. Fue una ocasión memorable.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 25 de marzo, 2023
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