Regreso a clases en la Unach

Al reiniciar labores en la Universidad Autónoma de Chiapas, donde he impartido clases desde mediados de 1990, se renuevan siempre las ilusiones por contribuir en la formación de estudiantes de licenciatura y posgrado.

El próximo lunes 16 de enero regresarán los estudiantes de mi universidad. Hoy lo haremos el personal administrativo y académico. En los semestres previos, habíamos estado en una modalidad mixta, y en los peores momentos de la pandemia, debimos impartir clases de forma virtual. Para todos fue una novedad.

Percibí que, si bien la mayoría del alumnado de los primeros semestres deseaba regresar a las aulas, la de semestres avanzados rechazaba las clases presenciales. Era normal. Los nuevos no conocían a sus compañeros, más que por videos y fotografías, ni tampoco sus salones y talleres. Además, les urgía el calor de la convivencia cercana. A los otros, que ya habían pasado varios semestres en las aulas, habían adquirido otros compromisos, principalmente laborales, y sabían de memoria los rostros de sus compañeros y los espacios de la facultad.

Por supuesto que nada es igual en las actividades académicas, comparadas con las que desarrollábamos antes de la pandemia. Ni todo es presencialidad, ni todo puede impartirse de manera remota. Las aplicaciones y herramientas digitales son un elemento de apoyo clave en la docencia y debemos emplearlas.

El alumnado y profesorado que ha emergido en este lapso de incertidumbre entiende que debe ser flexible y adecuarse a los nuevos contextos.

La Universidad Autónoma de Chiapas nos capacitó en el uso de la plataforma Educat de Moddle, que no podemos descartar en las estrategias académicas.

No ha sido fácil adaptarse a estas nuevas necesidades y urgencias que hemos experimentado, pero hemos transitado con éxito. Es cierto que hay todavía muchos retos a los que debemos brindar soluciones creativas, y hasta innovadoras, pero estamos mejor capacitados para encarar las dificultades que surgen en este campo tan dinámico de la educación superior.

Por cierto, al término del semestre pasado, en una fecha poco común para actividades académicas, el rector presentó su informe el viernes 23 de diciembre. La fecha señalada se debió, según dijo el gobernador Rutilio Escandón Cadenas, porque él deseaba atestiguar este acto tan importante para quienes somos parte de la comunidad unachense.

Carlos Faustino Natarén Nandayapa, rector de la UNACH.

No era para menos. Vivimos dos hechos significativos: Por un lado, el que la universidad haya quedado libre de la deuda que venía arrastrando a lo largo de este siglo. La cantidad no es menor: se pagaron cuatro mil millones de pesos; un poco menos de lo que se destina en un año a la obra pública en Chiapas.

El otro hecho importante fue la investidura del doctor Carlos Faustino Natarén Nandayapa como rector de la universidad. Este segundo periodo espero que sea de consolidación plena de su rectorado; sobre todo, porque inicia con finanzas sanas, sin conflictos mayores, pero sí con los retos académicos de cualquier universidad que forma recursos humanos de alta calidad profesional.

Auguro, y deseo muchos éxitos en esta segunda parte de su gestión en la Universidad Autónoma de Chiapas. Si nuestra universidad marcha bien y cumple sus propósitos, nuestra entidad se encaminará a una mejor situación, pese a los ventarrones económicos que se pronostican.

Esperamos empezar bien el semestre en este nuevo ciclo de la educación superior en Chiapas. Por mi parte, estoy emocionado de regresar a las aulas y conocer a los alumnos y alumnas con quienes conviviré en los próximos seis meses.

 

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