El arte de dar felicidad

Detalle de «Mujer ante espejo», de Pablo Picasso

La primera vez que una persona llega a una estética o peluquería descubre un nuevo mundo, el acompañamiento del iniciado es para que se relaje y hable en primer término de qué desea y posteriormente sobre qué le interesa o le preocupa, todo de la mano de artesanos de la felicidad.

Fotografías del antes y después, el después ahora presente es una sonrisa que abarca todo el rostro. ¿Quién dio la píldora de la felicidad? Un cambio de imagen puede conducir no solo a eso sino al cambio del estado de ánimo, al crecimiento de la seguridad en sí mismo.

Hay personas que dedican su vida a regalar felicidad, la van tejiendo poco a poco, con paciencia y disciplina, muchas veces se manifiesta a través de un corte de cabello, de un cambio de imagen, de un arreglo de barba. Ese trabajo desarrollado por buscadores de la belleza, quienes siguen la máxima “La belleza se encuentra en el cuerpo de cualquiera, es hermana de la belleza que se encuentra en el cuerpo de los demás”.

El trabajo que desarrollan con amor, ese amor que produce belleza y alegría en quienes la reciben. ¿Cuándo decide una persona crear felicidad?, ¿en qué momento se vuelve decide buscar por siempre el encuentro con la belleza?, la persigue con dedicación y persistencia. El viaje que emprende una persona que busca la belleza, nunca termina, siempre trata de buscar otras formas de regalar alegría.

Es probable que sean las personas más desprendidas y bondadosas, ¡cuánto les motiva encontrar una sonrisa después de su trabajo!, acompañar esos momentos de pie pero con una charla amena. Estoicamente se mantienen erguidas mientras otra persona acude en la búsqueda de una píldora de felicidad, en ese momento, el trabajo comienza de nuevo.