Carlos Natarén, por la reelección
Hace cuatro años, cuando estaba en un examen profesional, recibí una llamada. No contesté, pero al terminar la toma de protesta a la nueva y brillante licenciada, me reporté. Era mi amigo Carlos Faustino Natarén Nandayapa quien me dijo que se registraría como aspirante a rector de la Universidad Autónoma de Chiapas para el periodo 2018-2022.
Era literalmente cuarto para las dos de la tarde, y nos quedaban 15 minutos para acudir ante la Junta de Gobierno y registrarse, en ese proceso incierto, para la rectoría de la universidad más importante de Chiapas.
Sus cinco acompañantes, nos encontramos con una barahúnda de un político que también quería convertirse en rector, y que orondo, había repartido ya secretarías y direcciones de la universidad.
Nos abrimos paso y llegamos ante los integrantes de la junta de gobierno, quienes muy amablemente recibieron el plan académico del entonces director del Instituto de Investigaciones Jurídicas.
Días después, me enteré con alegre sorpresa, que Carlos Natarén sería investido rector de la Universidad Autónoma de Chiapas. Pensé en el reto enorme que enfrentaría para enderezar aquella embarcación que amenazaba con naufragar.
Imaginé los desvelos que viviría el recién estrenado rector. Las primeras urgencias que tuvo que resolver fue encontrar recursos suficientes para pagar el aguinaldo de 2018. Después, y supongo que fueron meses de desgaste y antesalas, en que debió solicitar a diferentes funcionarios recursos para pagar las quincenas.
Resolvía una quincena, y ya debía prepararse para la siguiente; era un trabajo desgastante y casi infinito. Los académicos no nos enteramos de estas actividades de trastienda que realizó el nuevo rector. Otras universidades padecían y padecen problemas financieros complicados, por lo que han tenido que suspender el pago de prestaciones y aguinaldos.
Aquella universidad que comenzaba a naufragar, hoy navega con buen rumbo, y hay en el timón un buen navegante que ha aprendido a capotear tempestades, algunas veces equivocándose, pero acertando en las más de las ocasiones en las que ha debido tomar resoluciones, algunas de ellas muy complicadas.
Carlos Natarén Nandayapa ha sido el mejor rector que me ha tocado conocer en mis 31 años de trabajar para la Universidad Autónoma de Chiapas. Ha tropezado, se ha equivocado, por supuesto, pero sus aciertos son mucho mayores en esa tarea inacabable de construir y estabilizar una institución como la nuestra que alberga más de 25 mil alumnos e imparte 86 licenciaturas y 59 posgrados.
En la Universidad Autónoma de Chiapas no solo se han pagado los salarios a tiempo, sino que se ha logrado saldar los adeudos con el ISSSTE y con Fovissste, que era un pendiente histórico.
Una institución, con dos mil 300 docentes, puede convertirse en barco sin dirección, y en un terreno de disputas y enfrentamientos constantes. En estos casi cuatro años, Carlos Natarén ha sabido priorizar los temas académicos, por encima de los intereses de grupo.
Para ello realizó una acción inicial que pocos se habrían atrevido: eliminarse la facultad de entregar plazas de docentes. Este peculiar ejercicio del poder había provocado el crecimiento desmesurado de la plantilla en los últimos 20 años.
Ahora las plazas deben obtenerse a través de concursos de oposición, como debió haber sido por siempre, para alcanzar un alto nivel académico.
No todas las soluciones se fincan en esa posibilidad, pero es una vía prometedora para contar con una institución que sea referencia dentro de la educación superior en el sureste del país.
Lo vivido este viernes, con una manifestación masiva de apoyo a su reelección, habla que ha logrado que académicos, personal de confianza y administrativos avalen su gestión, y que lo impulsen a continuar por cuatro años más.
Yo, por mi parte, no puedo sino sentirme satisfecho y contento por los logros de su administración. Por eso he estado ahí para apoyarlo como lo hice en diciembre de 2018.
Si relato coincide con mi opinión de que se le otorgue otro período, ha visto, cómo de frente y mirando a los hijos como ofrece trabajar en equipo no solo con maestros y personal administrativo, sino con la sociedad y empresarios que contratan a los profesionales egresados. En reuniones que ofrecen respeto y se toma en cuenta a los empleadores para el marco de estudio. Esa dinámica y más lo antes expuesto debe continuar e incluso perfeccionarse y sea el marco referente para la casa de estudios de muchos Chiapanecos y de otros estados. Por ello, yo apoyo también siga siendo rector por otro período.. Saludos