Noches de Fuego: niñez en contexto de violencia y procuración de justicia transicional
Por: Verónica Haydee Paredes Marín*
Hace un par de días, mirando la película “Noche de Fuego”, pensaba en cómo las violencias en Centroamérica han marcado definitivamente la forma en que los centroamericanos nacidos en las diversas épocas de la guerra, miramos y entendemos las violencias en México, en donde estamos viendo y viviendo la continuidad de procesos que, por nuestra vinculación permanente a ambas regiones, nos son cercanas. La impunidad, corrupción y la violación sistemática de derechos humanos nos son viejas conocidas, como bien lo mencionara Tatiana Huezo, directora de esa película en una antigua entrevista: “Efectivamente, comencé a percibir cosas que están pasando en México que son cercanas a la guerra civil que se vivió en Centroamérica, […] estos mecanismos de terror son muy similares a lo que está pasando actualmente en México” [2]. La premiada cineasta nacida en El Salvador en la época de la guerra civil, pero que vive en México desde niña, acaba de lanzar ésta, que es su primera producción de ficción, la cual representará a México en los Óscares y en donde por medio de una fabulosa narrativa, nos relata lo que es ser niña y habitar cuerpos femeninos adolescentes en lugares donde se experimenta violencia por crimen organizado, poniendo énfasis en la vulnerabilidad de las infancias en zona narca.
La generación de niños y niñas que vivieron las guerras en la década de los 70- 80 en Centroamérica, hoy tienen 40-50 años aproximadamente. Algunos de ellos tuvieron que salir del Istmo centroamericano como es el caso de Tatiana, quien se exilió en México y ahora en su adultez, se ha dedicado a abordar en su material fílmico los efectos de las violencias en las niñas y mujeres mexicanas, así como los procesos de la guerra civil salvadoreña y en cuyo trabajo, se evidencia el impacto que tuvieron en ella los procesos de guerra de su país de origen y cómo encuentra paralelos con el México de hoy.
Este año se conmemora los 30 años de la firma de los Acuerdos de Paz salvadoreños, acto llevado a cabo en el entonces Distrito Federal [3] y para el caso guatemalteco, se estarán cumpliendo 25 y donde México, también cumplió un papel importante, pues 5 de las 12 negociaciones y Acuerdos se dieron en estas tierras. Han transcurrido todos estos años y apenas empiezan a verse algunos atisbos focalizados de justicia transicional en los países del Istmo, el más reciente, la condena a finales de enero de ex paramilitares por los crímenes por violencia sexual cometidos en los 80, a niñas y mujeres indígenas achíes y que fueron catalogados como crímenes de lesa humanidad por el tribunal [4].
En todo conflicto, como bien lo muestra Huezo en su película, la niñez se convierte en un grupo extremadamente vulnerable, en el que las violencias definitivamente impactan en la historia futura de los individuos. Esas niñas y niños centroamericanos de hace 40 o 50 años, hoy piden nuestra atención para contarnos sus visiones, como Tatiana; o sus historias, como es el caso de Nacho, un miembro del “Colectivo Estamos Aquí” [5] quien estuvo compartiendo en San Cristóbal de las Casas la experiencia de organización y lucha por la memoria, verdad y justicia de su colectivo.
El, junto a 15 personas quebecanas (Canadá), se unieron el año pasado tras darse cuenta de que fueron víctimas de una red de trata de niñez bajo la modalidad de adopciones ilegales que funcionó durante la época del conflicto armado en Guatemala y que gracias a la persistencia de la impunidad y corrupción post conflicto, permitieron el funcionamiento de estas redes, incluso, posterior a la firma de los Acuerdos de Paz guatemaltecos (finales de los 90). Estos (otrora) niño/as víctimas, fueron enviados a Canadá, Estados Unidos y Europa, en donde actualmente algunos de ellos están organizados en diversos colectivos y cuyos miembros, que superan los 600, están no sólo buscando sus identidades e historias de las que fueron despojados, sino también en la procuración de procesos de justicia transicional en Guatemala y en los países a los que fueron a vivir [6] a causa de su adopción irregular.
Durante su presentación, el representante de “Estamos Aquí” se apoyó en el uso de recursos audio visuales que exponen la complejidad del caso de la niñez extraída en la época del conflicto y post conflicto. En esos videos llama la atención el caso de Alberto, una de las víctimas de las adopciones ilegales quien sitúa su historia incluso en Chiapas [6], lugar donde también está buscando encontrar respuestas de su identidad previa a la adopción, ya que, en esa época, la niñez chiapaneca que habitaba cerca de la frontera también era víctima de esas redes transnacionales de crimen organizado que a través de secuestro, trasladaban a sus víctimas al otro lado de la frontera, donde se les dotaba de papelería guatemalteca falsa para permitir los procesos fraudulentos de adopción para familias en Europa, Estados Unidos y Canadá. De estos casos, poco o nada sabemos o hablamos en Chiapas, si no es por lo que nos acercan las víctimas, pues ni el Estado guatemalteco ni el mexicano, provee los requerimientos suficientes para conocer la verdad. Por ello, nos dice Ignacio, se proyectan futuras acciones en la zona fronteriza de México, que nos acerque a los chiapanecos a conocer sus procesos y con ello, quizá permita encontrar familias biológicas de los miembros de estos colectivos. Mientras su exposición avanza, con el fin de ejemplificar el contexto del conflicto armado en Guatemala, hace uso de otro video, en donde se proyecta las frases:
“14% de las torturas se cometieron en contra de niños y niñas” y “Se estima que el 60% de las personas que murieron huyendo en la montaña, eran niños/as” [7]
Esto vuelve a situar una realidad guatemalteca en la geografía mexicana, ya que muchos campesinos indígenas del occidente de Guatemala, tras los procesos de violencia en sus comunidades, salieron huyendo a través de la meseta montañosa de la sierra madre y se refugiaron en poblaciones fronterizas con o en México. Aquellos que llegaron a territorio mexicano, se ubicaron inicialmente en localidades chiapanecas y tuvo tal impacto este fenómeno, que obligó al Estado mexicano a incorporar en su legislación el concepto de “refugiado” en los años 80 del siglo pasado [8]. Por ello, estos datos nos obligan a retomar la importancia, actualidad y pertinencia del contenido de la tesis ganadora del premio Jan de Vos del 2021, a cargo de Joel Pérez Mendoza, del Colegio de México (COLMEX) tanto para los habitantes mexicanos, como para los guatemaltecos.
En uno de los apartados de su tesis, Joel Pérez nos muestra una realidad poco abordada en los procesos de búsqueda de la memoria histórica y reparación de víctimas a través de la justicia transicional: los niños que tuvieron que ser cedidos por los refugiados guatemaltecos en territorio mexicano, como estrategia para salvar la vida a los menores que venían en los grupos de desplazados/refugiados. Como lo expone uno de los testimonios en la tesis de Mendoza [9]:
“Aquí hay varios, uno que se llama Pedro, un hermano mío lo adoptó, él no lo sabe. A mí me estaban regalando uno, pero no lo quise yo, teníamos siete nosotros, seis, ya no quería más […] Aquí regalaron muchos, muchos chamacos guatemaltecos, regalaron aquí, ya están hombres, muchachos ya. Ese Pedro está grande y otro que está por allá a la orilla del río también lo regalaron, ya está hombre ya, chiquititos los regalaban, ya no los podían criar, no tenían, y tenían razón, decían, pa que se mueran mejor que les quede a ellos” (p. 82)
“Vivos nos llevaron, vivos regresamos”, dice Ignacio casi al final de su intervención, haciendo alusión a la consigna de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, frase que nos obliga a darle una noción de continuidad a esos fenómenos de un ayer, aún vigentes y que sitúan el problema también en nuestra realidad mexicana. Nos obliga a cuestionar qué tan locales son esas historias y qué tan local tiene que ser la justicia para ellos y ellas. Nos obliga a pensar ¿cuál es el papel del Estado (México, EUA y Canadá, por ejemplo), en la procuración de la memoria histórica y la justicia de esos casos?, ¿Cuál es el papel de estos países en el acompañamiento en los procesos de justicia transicional en Centroamérica?
Nos obliga a retomar obligatoriamente la noción de región, pues los problemas e impactos de las guerras y procesos post guerra, no se circunscriben a los límites territoriales de la región centroamericana y a nosotros en México, en especial en Chiapas, nos engulle también el fenómeno del continuum y reconfiguración de las violencias en Centroamérica, que finalmente, impactan en el territorio nacional y que hoy, como ayer, convierte a las infancias en uno de los grupos con mayor vulnerabilidad.
*Investigadora, integrante del Observatorio de las Democracias: sur de México y Centroamérica.
[1] “variedad de procesos y mecanismos asociados con los intentos de una sociedad por resolver los problemas derivados de un pasado de abusos a gran escala, a fin de que los responsables rindan cuentas de sus actos, servir a la justicia y lograr la reconciliación” https://www.animalpolitico.com/verdad-justicia-y-reparacion/justicia-transicional-conceptos-basicos-para-entenderla/
[2] Entretien avec Tatiana Huezo pour son film «Tempestad» https://blogs.mediapart.fr/edition/cinemas-damerique-latine-et-plus-encore/article/111016/entretien-avec-tatiana-huezo-pour-son-film-tempestad
[3] México y los Acuerdos de Paz en El Salvador. https://observatoriodelasdemocracias.com.mx/columnas/f/m%C3%A9xico-y-los-acuerdos-de-paz-en-el-salvador
[4] Casos mujeres Achis. La condena llega 40 años después de los crímenes https://www.agenciaocote.com/blog/2022/01/24/caso-mujeres-achi-la-condena-llega-40-anos-despues-de-los-crimenes/
[5] Página oficial del facebook Colectivo Estamos Aquí/ Nous sommes ici https://www.facebook.com/Estamos-Aqui-Nous-sommes-ici-100813855242771
[6] Para más información puede buscarse también los colectivos Raíces Perdidas https://rp-rp.com/ o Next Generation https://www.facebook.com/NextGenGuate/
[7] Reportaje de Noticiero Telemundo “Niños perdidos de Guatemala buscan a sus padres y a sus raptores”. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=Xm8OtIQHkdc
[8] COBO, S. y Fuerte, P. (2012). Refugiados en México. Perfiles sociodemográficos e integración social. Centro de Estudios Migratorios-Unidad de Política Migratoria, Spmar, Segob, Acnur.
[9] “Salimos porque nos quisieron matar”: vida, organización y sobrevivencia de los refugiados guatemaltecos en Chiapas, México, 1981-1999. (2020), [Tesis doctoral]. Joel Pérez Mendoza, COLMEX
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