Las elecciones y la nueva composición del Congreso
Como se ha hecho costumbre en los procesos electorales en México, los partidos políticos se esmeran en declaraciones triunfadoras una vez que se cierran los centros de recepción del voto ciudadano. Un consejero del INE ha calificado de irresponsables a los dirigentes de los partidos políticos que se declaran ganadores cuando ni siquiera la propia autoridad electoral ha difundido resultado electoral alguno, como tampoco ha mostrado cifras preliminares del proceso. El consejero presidente declara que la jornada electoral ha transcurrido prácticamente en paz y con una destacada participación de la ciudadanía. Es verdad que han ocurrido incidentes y hechos de violencia, pero se han presentado en lugares específicos de nuestra geografía y fueron inmediatamente atendidos. Será hasta las 11 de la noche cuando el INE difundirá los primeros resultados oficiales preliminares a través de los conteos rápidos que se llevan a cabo.
Algunos medios de comunicación ofrecen algunos datos de empresas encuestadoras, no obstante que muchas de ellas han sido criticadas por la baja calidad de sus resultados y poca pobre capacidad predictiva que tienen e incluso los abiertos sesgos en el tratamiento de sus resultados. No obstante, el espectro mediático ahora mismo se encuentra plagado de comentaristas y periodistas que no dejan de mostrar sus preferencias.
Resulta un tanto extraño que la oposición más virulenta, la antítesis de la predisposición presidencial a la confrontación, haya enfocado toda su energía y recursos en tratar de derrotar a la opción gobernante disputándole el control de la Cámara de Diputados federal, cuando lo que tuvimos fue una compleja disputa en distintos grados del poder local. En ese sentido, la agenda opositora circunscrita únicamente a una disputa por el poder a través del intento de cambio en la correlación de fuerzas en la legislatura federal, perdió de vista los distintos temas locales que se articularían o arrastrarían el voto hacia cierta dirección donde la coalición gobernante eventualmente podrías ser la más beneficiaria de tales inercias.
De acuerdo con los resultados del conteo rápido realizado por el comité técnico del INE, se destaca que la ciudadanía acudió de manera importante a las urnas al alcanzar entre el 51.7% y el 52.5% de participación. Si estas estimaciones se confirme se habrá logrado un umbral de participación que no es muy típico en elecciones intermedias cuando los ánimos de la ciudadana tienden a la baja.
Ahora bien, en términos de la votación emitida por tipo de agrupación política Morena sería de nuevo la fracción parlamentaria mayoritaria en la Cámara de Diputados, puesto que su bancada podría quedar en el rango de 190 a 203 diputados. En PAN podría alcanzar entre entre 106 y 117 diputados; mientras que el PRI estará en el rango de 63 a 75 diputados.
Si las tendencias de los conteos rápidos se confirman la cuarta fuerza sería en Partido Verde Ecologista ya que podría llegar a tener una bancada de entre 40 y 48 diputados. Le seguiría el PT que alcanzaría entre 35 y 41 diputados. Movimiento Ciudadano tendría entre 20 y 27; el PRD entre 12 y 21, mientras que el Partido Encuentro Solidario entre 0 y 6 diputados e incluso podría llegar a perder el registro, junto con Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México.
De nuevo, si estos datos se confirman tendremos un escenario más o menos parecido al actual en el Congreso de los diputados, puesto que Morena y sus aliados podrían llegar a tener entre 285 y 298 diputados, lo cual configuraría a este bloque de poder como la mayoría absoluta.
Es verdad que con estos datos Morena no podrá hacer reformas constitucionales, ni sumando incluso a sus aliados. Por lo tanto, se abrirá en la Cámara de Diputados un intenso cabildeo entre las distintas fracciones parlamentarias para procesar acuerdos. Sin embargo, el PRI podría acaso jugar un papel que eventualmente incline la balanza si decidieran aliarse con Morena en algunos temas y reformas. Suena quizás descabellado, pero al menos quedaría como incógnita lo que podría hacer el PRI con los poco más de 70 diputados que llegará a tener en el escenario más optimista. Al PRI puede responsabilizarse de todos los males del país, pero a lo largo de los años han dado evidencias suficientes de sus habilidades en la negociación política, así lo hicieron durante el gobierno de Fox y Calderón. En Morena hay dirigentes políticos con un pasado priista, empezando por el jefe del ejecutivo, de modo que no sería nada extraordinario volver a activar los lazos de parentesco ideológico que los hermanan. Ya lo veremos.
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