Carlos Morales, el reto de repetir en Tuxtla

Carlos Morales Vázquez, Francisco Rojas Toledo y Willy Ochoa son los principales contendientes a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez en unos comicios que podrían ser muy cerrados, pero con altas probabilidades de que el primero retenga la capital.

Más allá de lo que apunten las encuestas, para los tuxtlecos sería conveniente una continuidad en el gobierno municipal por los buenos resultados obtenidos en estos dos años y medio de gestión.

La administración del morenista Carlos Morales Vázquez ha sido destacada por mejorar los servicios públicos y por ordenar las finanzas municipales.

Una alcaldía que había estado abandonada por muchos años no era fácil ponerla en marcha. Lo primero que tuvo que hacer fue negociar los adeudos con proveedores y diversos acreedores. El adeudo que recibió era de 925 millones de pesos, una cantidad que por su magnitud paralizaba las actividades más elementales del ayuntamiento.

Esa deuda fue producto de dispendios y malos manejos en el ayuntamiento. Inició con Juan Sabines Guerrero, quien detuvo la buena marcha que habían marcado los gobiernos panistas de Enoch Araujo, Francisco Rojas y Victoria Rincón Carrillo.

Carlos Morales, presidente con licencia de Tuxtla Gutiérrez.

Sabines, el peor gobernante de Chiapas, tuvo como lema Agua para todos, todos los días. Fue una mentira, pero un buen pretexto para incrementar su presupuesto con partidas especiales que se tradujo en una deuda heredada de 204.5 millones de pesos, muy por encima de Tapachula que sumó 49.3 millones; Chilón, 16.4 millones, y San Cristóbal, 5.9 millones de pesos, que fueron los municipios más endeudados en 2006.

En 2011, la deuda de Tuxtla subió a 272.7 millones de pesos, y gestión tras gestión se elevó hasta llegar en 2018 a 925 millones de pesos.

Para hacer viable su administración, Carlos Morales puso en marcha en verdadero programa de austeridad y una inteligente reducción de gastos en los servicios públicos. El cambio de casi la totalidad de luminarias en Tuxtla Gutiérrez, unas 35 mil, no solo ha generado un mejor alumbrado, sino una reducción en la tarifa de consumo de energía eléctrica.

La deuda pública del ayuntamiento ahora es de casi la mitad, es decir, de poco más de 500 millones de pesos.

Los servicios municipales han mejorado durante su administración, con la instalación de contenedores de basura, de calles pavimentadas o reparadas, así como la introducción de agua potable a nuevas colonias, como Bonanza y Real del Bosque, que estuvieron abandonadas por más de diez años.

Hay, además, un manejo transparente de los recursos. Como pocas administraciones hay informes mensuales, las cuales se pueden consultar a través de la plataforma de transparencia; ahí están los ingresos y egresos del presupuesto municipal que suman unos dos mil 500 millones de pesos anuales.

Carlos Morales debe ser el mejor alcalde de Chiapas y uno de los mejores de quienes gobiernan las 32 ciudades capitales del país.

No obstante su buena gestión, hay rubros en donde debe mejorar: por ejemplo, en seguridad; en marzo pasado Tuxtla Gutiérrez alcanzó el 72.9 por ciento de sensación de inseguridad, arriba del 66.4 por ciento del promedio nacional, según la Encuesta de Seguridad Pública del Inegi. También debe afinar su trato con los ciudadanos. Alejarse de la brusquedad.

Es muy probable que Carlos Morales gane de nueva cuenta la alcaldía de la capital. Sería una buena noticia para él y para los tuxtlecos porque permitiría consolidar su obra de gobierno, que ha sido acertada, eficiente y destacada.

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