Rutilio Escandón, por un perfil propio de gobierno
Los gobernadores, conscientes del papel histórico que les ha tocado desempeñar, tratan de trascender, y para lograrlo, trazan un plan de gobierno singular que empata su carácter y las aspiraciones de sus gobernados.
Muchos, la mayoría, gobiernan para el momento, reaccionan a las emergencias, se solazan con la parafernalia del poder, son, más que mandatarios, superdelegados que ejecutan las directrices caprichosas del centro.
En este sentido, por más que trato de identificar cuál es el perfil del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, no lo encuentro.
Al principio de la administración hubo un combate frontal a delincuentes; sobre todo, a invasores de tierras.
Eso posicionó muy bien al gobierno chiapaneco como guardián de la ley. Se pensó que la tarea de justicia continuaría en otros renglones, en donde se hace urgente el restablecimiento del Estado de derecho, como desalojar a bloqueadores de caminos y de carreteras, piratas del autotransporte y saboteadores diversos del desarrollo económico.
La cruzada se detuvo, y para mal, porque han resurgido grupos violentos que doblegan a la sociedad con el cobro de cuotas en el transporte, en la explotación de árboles maderables, en el acceso a bancos de arena, zonas turísticas y hasta en el cultivo de productos. No es tarde para reencausar el proyecto.
Nuestra entidad demanda a un gobierno con vocación para construir carreteras, porque son los vasos comunicantes de todas las poblaciones. Tenemos un déficit que solo será subsanado con varias administraciones que consideren como programa fundamental la construcción y mantenimiento constante de caminos, carreteras y autopistas.
El propio gobernador reconoce esta realidad. Chiapas, dijo el pasado 17 de marzo al supervisar la ampliación de la carretera La Angostura-San Francisco Pujiltic, “es un gran estado, pero incomunicado”.
El problema es que es la única carretera de importancia que construye gobierno del estado. Si miramos un mapa de Chiapas veríamos la falta de vías de comunicación terrestre por todos lados. Ahí podríamos trazar una carretera para unir a los municipios de la Frailesca con los de la Sierra, y de la Frailesca con los de la Costa de Chiapas.
En una entidad como la nuestra, en donde todo está a medio construir, si se inicia un proyecto sostenido, organizado y prometedor, se podrá destacar y trascender como gobernante.
No es fácil para el gobernador Rutilio Escandón diseñar un perfil propio, por los recelos que se puede despertar entre los funcionarios del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, hay rendijas en donde se puede actuar, y desde ahí apuntalar incluso las tareas del gobierno nacional.
Urge que el gobernador de Chiapas construya la identidad de su gestión para que se distinga de sus anteriores y ponga los cimientos de la entidad que debe emerger y la que desea legar una vez que concluya su mandato.
Cuenta con una gran ventaja: el tiempo. Aún le quedan tres años con siete meses para entregar la batuta a su relevo. Y eso es muy buena noticia.
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