Paco Rojas, Willy Ochoa y Carlos Morales, por Tuxtla

La alcaldía de Tuxtla Gutiérrez se la disputarán Francisco Rojas Toledo, por Movimiento Ciudadano; Willy Ochoa, por la alianza PRI, PAN y PRD, y Carlos Morales Vázquez, por Morena. Hay otros precandidatos que, si al final se cuelan, servirán solo para engrosar la lista de aspirantes, porque no tienen ninguna posibilidad, y que son los que emergerán del Partido Verde, donde ya está inscrito Jorge Martínez, o Redes Sociales Progresistas, en donde aparece Alberto Morales.

De los tres primeros, el único que marcha solo es Paco Rojas, porque Manuel Sobrino intenta quedarse con la candidatura aliancista y lo propio hacen Marcelo Toledo y Felipe Granda con Morena. Lo más probable es que Willy Ochoa y Carlos Morales se consoliden como candidatos de esos partidos.

Si eso sucede, estaríamos viendo algo inédito: la disputa de tres contendientes con posibilidades reales de quedarse con la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez.

Carlos Morales Vázquez está avalado por un trabajo eficiente y sin estridencias. Desde la época panista no veíamos a un presidente municipal preocupado y ocupado en desempeñar una tarea de gobierno que empata con las necesidades ciudadanas.

Por su buena gestión, y para fortalecer a Morena en la capital, debería ser candidato de unidad; es lo menos que se merece por haber mejorado el rostro urbano de la capital, por incrementar la seguridad y por haber saneado las finanzas de la alcaldía.

Carlos Morales, presidente con licencia de Tuxtla Gutiérrez.

Algunos creen que, por las buenas cifras obtenidas en las últimas elecciones, Morena barrerá Tuxtla con el candidato que sea. No es así. Marcelo Toledo no garantiza el triunfo, tampoco Felipe Granda; es más, Carlos Morales, el aspirante con mayores posibilidades, deberá trabajar tiempo extra para repetir en la presidencia municipal.

El caso de Paco Rojas es interesante. Si fuera candidato de la alianza PAN-PRI-PRD, su triunfo, como dicen los cronistas deportivos, sería mero trámite. El reto, en su caso, es que se ha desplazado a Movimiento Ciudadano, un partido sin ningún arraigo en el municipio.

Aun así, el médico es el preferido de los tuxtlecos: es ampliamente conocido, sabe hacer campaña, es carismático, sencillo y hábil navegador en las redes sociales; se ha opuesto y criticado a los gobernantes, y ha sido víctima del fraude en repetidas ocasiones; su piel se ha endurecido a las críticas de sus oponentes y es impermeable casi a cualquier ataque.

No hay que desestimar a Willy Ochoa; primero, porque lo arropan tres partidos con presencia en Tuxtla Gutiérrez y, segundo, porque es un candidato intenso que se disputa el voto en cada colonia.

Sin embargo, es criticable su primer intento de ganarse la simpatía de los votantes con el reparto de tortillas. Es una imagen de los tiempos del hambre, que es ofensiva porque denigra las personas necesitadas. Si sigue por esa ruta, estará desbarrancado antes de poner el pie en el carril de competencia.

Los tres principales aspirantes a la presidencia municipal de Tuxtla Gutiérrez ya están señalados, y cada vez más consolidados, en esta carrera que concluirá dentro de 75 días.