La enseñanza de la antropología: un diálogo con Pedro Tomé
El pasado martes 23 de marzo tuve el honor de dictar la Conferencia Inaugural del Ciclo Lectivo 2021 de los cursos de Antropología y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de El Salvador. El siguiente día, miércoles 24, publiqué un resumen de dicha conferencia en la columna Encarte Crítico de Chiapas Paralelo. Tanto el texto completo de la conferencia como el resumen fueron leídos por mi amigo y colega Pedro Tomé, quien, como es usual, hizo sugerencias muy interesantes con respecto a ambos textos. En el presente texto me referiré a algunos de los comentarios de Pedro Tomé.
En la temática que propongo para la enseñanza de la antropología en América Latina-escribe Pedro Tomé- habría que agregar, al final del ciclo de licenciatura, un conjunto de cursos que examine la discusión de la posmodernidad y los cambios ontológicos de los últimos 20 años. Sugiere Pedro Tomé incluir a autores como Viveiros de Castro, Philipe D`Escolá y, lo que me pareció muy sugerente, los textos del antropólogo madrileño Pedro Pitarch acerca del concepto del alma, del Chul’el, entre los tzeltales de Chiapas. Estas referencias son muy pertinentes y en mi opinión, los colocaría como cursos optativos, junto a otros que pudiesen tratar cuestiones similares pero con materiales de los propios países de Nuestra América. Sin duda, en este tipo de cursos, habría que incluir a los textos de Vandana Shiva, como lo sugiere Pedro Tomé, acerca de las guerras del agua, que no están por venir, sino que ya están instaladas en nuestra actividad. En Chiapas, en particular, esta discusión está relacionada con la actividad de gigantescas compañías transnacionales de refrescos, como las que operan en San Cristóbal de las Casas, y que están desecando los manantiales subterráneos. Incluso, existen tesis profesionales y textos al respecto, que habría que examinar en un curso sobre esa temática. Y asociado con un problema concreto tan acuciante, sugiero incluir la discusión que Pedro Tomé señala, sobre el significado de la modernidad y la posmodernidad, y qué horizontes se vislumbran para Nuestra América en ese contexto. Ello, por supuesto, y concuerdo con Pedro Tomé, merece la revisión de los métodos y resultados de la ecología cultural. Por fortuna, contamos con un abundante material etnográfico relacionado con las ecologías culturales en Nuestra América, que facilita la comparación y la discusión. Implica, por supuesto, discutir la situación actual de los pueblos originarios, de sus movimientos de reivindicación basados en la defensa de los recursos naturales de sus territorios. Más todavía, implica discutir el colonialismo desde sus orígenes en la expansión de Europa Occidental y los primeros pasos de la modernidad y el mercantilismo.
Así mismo, Pedro Tomé toca otro aspecto muy importante: la difusión y penetración del capitalismo en las economías propias de los pueblos originarios. Sin duda, un tema que requiere una serie de cursos optativos comparativos, con el examen de las etnografías de las que disponemos y discusión de planteamientos como el del antropólogo norteamericano Solomon Tax, que trabajó tanto en Chiapas como en Guatemala. Tax, que escribía desde los marcos teóricos del estructural-funcionalismo, como lo analizó la antropóloga chiapaneca Beatriz Albores en su tesis de maestría en la ENAH y que se publicó como libro en 1978. Sol Tax escribió acerca de lo que él llamó “el capitalismo del centavo” y sobre la organización de los municipios indígenas en Chiapas y Guatemala. Desde aquellos años en que publicó Tax y tomando en cuenta el libro de Beatriz Albores, se ha acumulado una interesante bibliografía que sería muy largo enumerar en este texto. Pero el apunte de Pedro Tomé me llevó a pensar en la importancia de cursos que informen y analicen los sistemas de mercado de los pueblos indígenas y aclaren esa expresión de asociar al capitalismo con una “economía de mercado”. El mercado, como intercambio, ha existido desde bastante antes del capitalismo y a este habrá que analizarlo en sus relaciones de producción y el contexto de la economía política que le es propia. La transformación de los sistemas económicos de los pueblos originarios es en si un gran tema, En Chiapas tenemos el ejemplo destacado de Chamula, un municipio en el que los principios del sistema capitalista han ahondado la desigualdad social. Ese “México Profundo” del que hablaba Guillermo Bonfil, emerge actualmente con otras características entre las cuales las diferencias de clase, los estratos socioeconómicos, la desigualdad social, están presentes entre los pueblos indígenas. Y ello, también, como lo sugiere Pedro Tomé, debe ir asociado al examen de los cambios en las ecologías culturales llamadas tradicionales y en la configuración de las nuevas organizaciones sociales a lo largo y a lo ancho de lo que hemos dado en llamar América Latina, la Nuestra América se José Martí. La antropología es una ciencia de gran potencial para entender a nuestro tiempo, sus complejidades, sus horizontes, en momentos tan definitorios como los que vivimos.
Gracias a antropólogos como Pedro Tomé o Pedro Pitarch, se cuenta en España con la presencia de América Latina en los cursos de antropología. Y no sólo eso, sino que se lee a los antropólogos de Nuestra América con igual interés que a los que escriben desde otras latitudes.
Ajijic, Ribera del Lago de Chapala. A 29 de marzo, 2021.
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