La sucesión rectoral en la UNICACH en tiempos de pandemia y de crisis global

Por Daniel Villafuerte Solís[i]

Muchas universidades del país atraviesan por una profunda crisis, algunas tienen deudas millonarias que han puesto en riesgo el pago de la nómina al personal académico y administrativo[ii]; otras, como la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), ni siquiera ha pagado las obligaciones ante el INFONAVIT. La crisis se recrudeció en diciembre del año pasado. También se cuestiona el desempeño de las tareas sustantivas, afectadas no sólo por la ausencia de fondos para llevar a cabo investigación científica, publicaciones, apoyo a estudiantes y profesores, la lista es larga. Muchos de estos problemas están asociados a la conducción de las universidades donde las autoridades han hecho un manejo opaco de los recursos, sin compromisos y falta de visión. Un diagnóstico financiero y académico mostraría de manera más precisa que muchas de las universidades se convirtieron en botín de funcionarios públicos que colocaron rectores a modo.

La historia se repite en todas las universidades de las entidades federativas. El caso de Chiapas no ha sido la excepción, el desplazamiento de la academia por la política ha impactado en el manejo académico y financiero de nuestras universidades, se nombran a rectores sin peso moral y académico que terminan por vaciar a la universidad de su contenido sustancial y su compromiso con una sociedad que necesita con urgencia espacios para miles de jóvenes que no pueden estudiar fuera del estado.

En este contexto, la UNICACH se encuentra en un proceso de elección de nuevo rector, en el cual se han inscrito 22 candidatos. Un número extraordinariamente grande, inédito, que no deja de llamar la atención. Los candidatos habrán de exponer sus motivos que los llevó a competir en este proceso ante los miembros de la H. la Junta Directiva, previsto en la convocatoria. Independientemente de la motivación de los candidatos y de su respuesta, hay algo que los universitarios no debemos perder de vista: la necesidad de que la H. Junta Directiva cumpla a pies juntillas con lo estipulado en la Ley Orgánica, artículo 18, fracciones III y IV, relativo a la ponderación del grado académico y reconocidos  méritos académicos y sólida trayectoria; así como las disposiciones del Estatuto General, en sus artículos 42, fracciones I y II, que enfatiza sobre los “méritos y la trayectoria académica y profesional del aspirante”; de particular importancia es el artículo 44 que resume lo anterior y mandata a la Junta Directiva a elegir al “candidato que reúna los mejores méritos académicos y administrativos”.

La Universidad requiere con urgencia su dignificación, me atrevo a decir que nuestra institución ha retrocedido 10 años por las malas administraciones. Por eso es apremiante recuperar el espíritu de su creación y de sus primeras autoridades. Hoy más que nunca, en un entorno de crisis económica y pandémica es necesario hacer crecer las instituciones y desterrar la cultura de la mediocridad en la que las han conducido. Chiapas se merece estar en la ruta de la Cuarta Transformación.

Se requiere con urgencia de una universidad sustentable y comprometida con la sociedad chiapaneca, donde los jóvenes encuentren una opción formativa de alta calidad con incidencia en su entorno inmediato, en Chiapas y en el país. Es tiempo que la comunidad universitaria participe de manera más activa en los destinos de la UNICACH. La Universidad puede y debe contribuir sustancialmente a construir el futuro de los jóvenes.

La elección del nuevo rector es la gran oportunidad para enderezar el rumbo de la UNICACH y colocarla en el sendero del desarrollo, en el que siempre debió haber estado. Quien tome las riendas de la universidad deberá tener capacidad de conducción y visión de horizontes de futuro, con lo que se podrá detener tanta opacidad y destrucción impune. La elección de rector no es cosa menor, más allá de las aspiraciones legítimas de todos los aspirantes, confiamos en que la H. Junta Directiva se apegará estrictamente a las disposiciones arriba indicadas.

De seguro habrá guerra sucia en contra de los candidatos mejor posicionados, como ya ocurrió con un pasquín publicado en Facebook denominado “Agenda Chiapas”, que refleja una pobreza vergonzante, con acendrado racismo y xenofobia que como inveterada lacra permanece en Chiapas[iii]. Quien escribe ese pasquín, que por cierto se esconde en el anonimato, no tiene ni la más peregrina idea de lo que significa estar en el Sistema Nacional de Investigadores, nivel 2. Los comités de avaluación son muy duros, se tiene que demostrar una producción científica sólida en libros de prestigiado sello editorial y en revistas internacionales, la cual es evaluada por pares académicos, por eso acusar de “huachicolero académico” al Dr. Alain Basail Rodríguez solo puede venir de las rémoras del viejo régimen acostumbradas a salpicar sus excrecencias. Bienvenido sea todo debate de altura, ese es el verdadero espíritu universitario, publicar patrañas sólo deja mal parado a quien lo escribe o quien se enconde en el anonimato.

Estos detractores, que siempre se han opuesto a dignificar la universidad, seguirán agazapados para sacar sus bajas pasiones y tratar de desprestigiar a quienes cumplen con una trayectoria sólida y reconocida en los ámbitos local, nacional e internacional. Lo que los mueve es el miedo a perder sus pequeños privilegios, la mezquindad convertida en cualquier dádiva. Por estos personajes Chiapas sigue ocupando el último lugar en todo: en economía, en salud, en educación, en ciencia y tecnología.

La comunidad académica puede y debe evitar que se cumpla la sentencia de Karl Marx: “la historia se repite dos veces: la primera como tragedia, la segunda como farsa”[iv]. La H. Junta Directiva tiene la enorme responsabilidad moral de no incurrir en una farsa y con ello evitar profundizar en la tragedia que vive nuestra querida universidad. También podemos y debemos evitar la sentencia de Lampedusa: “es necesario que todo cambie para que todo siga igual”[v]. ¿Como hacerlo?, expresando nuestro apoyo a la persona con mayores méritos académicos, con la mejor propuesta para el desarrollo institucional y sin compromisos políticos que dificulten el crecimiento de la universidad, tal como mandata la legislación universitaria y la convocatoria. Una comunidad que no se expresa está condenada al ostracismo.

Dejemos atrás el recelo, las bajezas, los intereses creados y apostemos por el desarrollo institucional mediante el apoyo al mejor candidato. Son tiempos de crisis, tiempos de pandemia, de la crisis debe resurgir la esperanza, cual Ave Fénix.

[i] Profesor-investigar del CESMECA-UNICACH. Investigador Emérito por el COCYTECH, premio Jesús Silva Herzog e Investigador Nacional, Nivel 3.

[ii] Una nota revela que un conjunto de universidades se encuentra en estado crítico, al grado de no poder pagar el aguinaldo de 2020. Estas son: Michoacana de San Nicolás Hidalgo, Sinaloa, Morelos, Nayarit, Juárez Autónoma de Tabasco; Estado de México, Chiapas, Benito Juárez de Oaxaca y Zacatecas (La Jornada, 29/12/2020. En: https://www.jornada.com.mx/notas/2020/12/29/sociedad/shcp-apoyara-a-cinco-universidades-publicas-con-crisis-financiera/)

[iii] https://www.facebook.com/1159188207582566/posts/1751681681666546/?sfnsn=scwspmo

[iv] Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte.

[v] Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en su novela El Gatopardo.

 

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