Tarde soleada, cielo azulado
Escribo estas líneas, desde uno de mis espacios favoritos, en contacto con la naturaleza, envuelta en los aromas de hinojo, estafiate y ajenjo, naturaleza viva, mientras siento cómo el viento sopla suavemente y el clima regala una tarde cálida, una de las últimas del año 2020.
A escasos días de despedir el 2020 vienen a mi mente, quizá también a las de ustedes, una serie de memorias de tantas historias vividas en este inolvidable año. Es muy probable que algunas personas quieran que ya estrenemos año, no es para menos, el actual ha estado lleno de sorpresas y no del todo gratas, de experimentar sucesos inesperados, de despedir físicamente a seres queridos de una manera alejada nada habitual, de adentrarnos en una nueva serie de caminos para andar, para trabajar, para convivir, para resistir.
Sin embargo, es importante reconocer que también ha sido un año que nos ha dado oportunidad para detenernos a repensar el ritmo en el que se vive, del cuidado que debemos tener a la naturaleza, a nuestra alimentación, a nuestra salud, de la importancia que tienen los instantes y que la convivencia con los seres queridos es un elemento fundamental para lo cotidiano.
Ha dado pauta a despertar la creatividad y a darnos cuenta que, si bien, la tecnología ha sido una herramienta clave en distintos ámbitos de las actividades que desarrollamos, el contacto personal, cara a cara es algo invaluable, algo que se extraña, como por ejemplo, los abrazos, los apapachos.
En este año, en algunas de las entregas de las Voces ensortijadas he querido recuperar y compartir, con toques de ficción, determinadas historias observadas en lo cotidiano, en este 2020, que al igual que a ustedes para mí ha estado lleno de retos y de aprendizajes.
Agradezco el acompañamiento que me han dado en cada lectura, relato y experiencia compartida. Es muy grato leer sus comentarios y que, en ocasiones, logren resonar e identificarse con las Voces ensortijadas. Gracias al portal Chiapas Paralelo por el espacio para divulgarlas.
En esta tarde soleada, cielo azulado, desde el corazón va para el público lector y sus seres amados mis mejores deseos en este 2021, que el universo y la divinidad les bendigan enormemente y que tengan un armonioso cierre del 2020.
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