80 años de John Lennon
John Winston Lennon tendría 80 años y el mundo lo celebra a su manera. Lo recuerda, le pone flores a su memoria y honra su ausencia. Curiosa manera de tributarlo porque, al fin y al cabo, no fue exactamente un músico más, al menos como parte selecta del santoral roquero donde cada vez más se llena de los héroes que han dado fundamento a esta historia musical.
Este tipo de músico, se entiende, se da por hecho que es especial, tanto en su genialidad como en su vida aparentemente normal. Pero parece que Lennon se ha convertido en un onomástico más, sin tanta relevancia en la parte creativa e ideológica de un tipo de musica que siempre da cabida a las más aventuradas formas de pensar el mundo. Algo ha estado pasando donde las influencias artísticas están dejando de ser relevantes, precisas, para formar parte de un catálogo más de lo que debe ser politicamente correcto cuando se trata de hablar de música. Y del rock, en particular.
No es por nada pero al mencionar a John Lennon se debe tener la frecuencia exacta para dimensionarlo como es: uno de los más influyentes artistas de este siglo. Si, es verdad que los mercados con implacabales y tendenciosos, todo se redime en nombre de la mercantilización. Se sabe, sí. Pero más allá de eso, tal vez estamos en un tiempo donde los héroes pasaron de ser inmortales a únicamente simples deidades capaces de ser figuras decorativas y de calendario, no de generar posturas desde la dignidad creativa y, sobre todo, de la mística que representa vivir en la no complacencia y en la permanente revolución artística.
En los Beatles, el gran binomio Lennon-McCartney representó la cúspide del Pop, traducida en el trabajo de dos grandes mentes que hizo de la banda la más grandiosa de todas. Por un lado, la parte musical, con Paul, y por otro, el lado político, con John. Esta conjunción no solamente haría una fórmula perfecta para un grupo que, aparte de los grandes éxitos mundiales, sí tenía algo que decir a la cultura mundial. Resultado a la vista: la influencia al mundo de la cultura por parte de los Beatles no se ha repetido (ni se hará) nunca.
La trascedencia de la música Beatle no solo se “lee” desde el punto de vista musical, sino también de las posturas que como banda y como personas asumieron todos los integrantes. Y Lennon en primera línea.
Se ha dicho mucho que Bob Dylan es el cimiento del rock y David Bowie representa la genialidad, pero haría falta el sustento ideológico, la clave por la cual nos respondemos todo este andamiaje contestatario. Y eso es John, tal vez solo él reúne tales requisitos.
La congruencia necesita de personalidades sólidas, de una pieza, y ese camino provee todo lo que se necesita para ser cualquier cosa que se quiera. Por supuesto, los riesgos son mayores: defenestrado públicamente cuando declaró que los Beatles eran más populares que Jesucristo; todo el tiempo fue criticado por la prensa por sus posturas pacifistas (“un músico de masas no puede meterse en politica”). Lennon devolvió su medalla que lo acreditaba como Sir inglés, es decir, caballero de la Corona, un poder que el Beatle criticó por sus aventuras imperiales bélicas. ¿Cómo cantar All you need is love y no criticar la guerra? Imposible, al menos para la mentalidad de un músico, hijo de obreros, y con una visión del mundo amplia y crítica. ¿Cómo componer Imagine y no soñar con un mundo mejor? ¿Cantar Working class hero y no ser consecuente?
John no era exactamente una figura popular (como Paul). Irónica, mordaz, a veces pedante y hasta sombrío, siempre observado desde la polémica por los medios de comunicación por la congruencia de sus actos. Al final, murió asesinado víctima de una polémica fama que nadie previó que pudiese suceder, pero pasó por ser eso, una figura pública no indulgente, de esos que nunca pasan desapercibidos.
En el aniversario de su muerte, cada 8 de diciembre, se le recuerda pero como si fuese una figura más, la cual todos deberiamos conocer. Pero no más. Así pasó con la película de Bohemian Rhapsody, durante dos semanas todo el mundo era fan de Queen y de Freddie Mercury, a la tercera todos se olvidaron. Muere Eddie Van Halen y resulta que toda la gente ha escuchado a la banda; la semana siguiente, olvido total. Así se mueven los mass-media ahora, pero en el caso de John Lennon no debería ser de esa forma.
En esta época, los roqueros de antaño se mueren porque su generación también se va. Pero John se fue rápido, antes de su tiempo. Aún mucho que decir y cantar, pero su leyenda (porque eso es lo que ahora representa), también nació con su fallecimiento. Este mundo desordenado necesita de gente de bien, congruencia y línea de pensamiento y emoción. Todavía nadie como él, ángel caído de la fortuna comercial, pese a las industrias musicales y pese a su particular forma de pensar. ¿Qué cosas hubiese producido en vida? Quizá lo único que queda claro es que si John Lennon viviera llamaría a no votar por Donald Trump y hubiera devuelto el Premio Nobel de Literatura.
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