Tiempos Interesantes
Tiempos Interesantes, comentó el presidente Andrés Manuel López Obrador en la conferencia mañanera del pasado 29 de julio. En efecto, son tiempos interesantes y también definitorios, que no definitivos, del rumbo del país. En ese sentido, la estrategia del Gobierno de terminar con la corrupción en la administración pública, señala un importante camino para llevar a México a destinos mejores. Cuando uno se entera de datos como el de que Emilio Lozoya dejó un desfalco de 25, mil millones de pesos en PEMEX, no se duda en que la corrupción es un problema central de la administración pública en el país, resultado también de la tremenda desigualdad social existente en México. Nuestro país forma parte del 25 % de naciones más desiguales del planeta. Más concreto: México es el segundo país más desigual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Son datos que el lector puede corroborar consultando la página respectiva a través del buscador GOOGLE. En las páginas del Fondo Monetario Internacional, al que no se le puede calificar de “comunista”, México aparece entre los cinco países con mayor desigualdad en el mundo. ¿Cómo es posible que la sociedad que hizo la primera revolución social del siglo XX haya llegado a esta situación? La respuesta es compleja pero puede resumirse en un hecho crucial: la descomposición del proyecto de la Revolución de 1910 de lo cual la impresionante corrupción es uno de sus principales aspectos.
Por supuesto, en el contexto de la corrupción se incluye el avance del crimen y el estado actual de la violenta situación desencadenada y en la que mucho tuvo que ver la actitud de los grupos de poder en México de “dejar hacer, dejara pasar”. Recuérdese que en la entrevista que el Mayo Zambada –capo de capos- concedió al finado Julio Sherrer, Director de la Revista Proceso, dijo al responder la pregunta acerca de la relación de la delincuencia con los funcionarios del Estado, “trabajamos para ellos”, refiriéndose a las extraordinarias cantidades de dinero que los narcotraficantes transferían a funcionarios gubernamentales de todos los niveles. Así que el propósito de limpiar a la administración pública y liberarla de la corrupción en México no es tarea menor. Por supuesto, no será posible erradicar en un solo sexenio a una corrupción que permeó a toda la sociedad con la introyección de la visión de que la política es para hacer negocios y de que todo lo resuelve una “mordida”. La tarea es inmensa. Con sólo pensar en el Poder Judicial se le ponen a uno los pelos de punta. La corrupción alcanzó a todos los sectores sociales. El caso de la llamada estafa maestra, de la que por cierto ya no hemos sabido más, muestra como las propias universidades no estuvieron exentas de este mal.
Si bien terminar con la corrupción no termina con la desigualdad social, que tiene causas profundas en la estructuración de la sociedad, el erradicarla es un paso gigantesco para en un futuro, hacer de México un país que camine en esa dirección. En ese sentido, me parece que el movimiento feminista que aún está en vías de alcanzar una organización unitaria y robusta, representa un importante factor para impedir que se regrese a los peores días de los gobiernos del neoliberalismo. En fin, vivimos Tiempos Interesantes como lo expresó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ajijic. Ribera del Lago de Chapala. A 2 de agosto, 2020.
P.D. Hace sólo unos días, murió Eusebio Leal, el Historiador de La Habana, a quien se debe mucho del mantenimiento del glamour, belleza y conservación histórica de la ciudad capital de la Mayor de las Antillas. No sólo Cuba, sino América Latina toda, ha perdido a una figura entrañable. Conocedor de la Historia de nuestro continente y en particular del Caribe y de Cuba, Eusebio Leal nos deja una obra de gran importancia y discípulos que sabrán honrar su memoria.
EXCELENTE COLUMNA LA DEL DR ANDRES FABREGAS PUIG