Mediaciones

Hace más de cuarenta años que un escalofrío epistemológico sacudió el cuerpo y la mente de Jesús Martín-Barbero. Debemos a ese estremecimiento en una sala de cine de Cali durante la proyección de La ley del monte (1976),[1] en medio de una audiencia eufórica que cantaba desgarrada a sus desamores junto a Vicente Fernández, una de las obras más complejas y propositivas de los estudios críticos latinoamericanos, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía (1987).[2]

Parecido escalofrío sentí el tres de agosto pasado cuanto iniciaba las clases virtuales del seminario de posgrado dedicado a esa obra y su autor. El medio no eran la penca de maguey en la que entrelazaron sus nombres Maclovio y Soledad —los personajes de La Ley…—, ni los blocks de notas de los manuscritos originales de Martín-Barbero, ni la máquina de escribir con que se transcribieron, ni el pizarrón clásico o electrónico de un aula física, sino el servicio de videollamada conocido como Meet de Google donde también tenemos nuestra Classroom. ¡Qué tremendo reto! Tanto por hablar de mediaciones mediando otro medio tecnológico que distorsiona el mensaje, enmascara y encuadra los rostros de los cuerpos, como por tratar de emocionar a mis estudiantes absortos en la incertidumbre cotidiana con la propuesta un poco insólita de leer colectivamente un clásico, un hito en la historia de la investigación en comunicación, cultura y política. Sin duda, es raro dedicar un curso a discutir un libro publicado hace más de treinta años, con varias ediciones y reimpresiones, así como traducciones a distintos idiomas y miles de citas en trabajos académicos que advierten sobre la amplia recepción crítica y el uso activo de las ideas del autor. Es por lo menos extraño que un seminario tenga como bibliografía obligatoria un solo libro de cerca de trescientas páginas como si fuera un objeto de culto o un fetiche intelectual.

Sin embargo, lo más insólito, raro o extraño para mí ha sido no haber dedicado antes un tiempo para preparar este programa sobre una obra que ha marcado significativamente los estudios sobre cultura y comunicación en Latinoamérica y ha abierto brecha al trabajo de pensar la sociedad desde la cultura. La fuerza gravitacional De los medios a las mediaciones… pasa por la densidad otorgada a la trama comunicativa de la cultura más allá de los determinismos ideológicos o tecnológicos para adentrarse en los sujetos y la espesura de sus matrices culturales. Su aportación central a los estudios de comunicación y cultura radica en establecer nuevas y creativas relaciones, reformular las preguntas y plantear un giro en los puntos de vista teórico-metodológicos dominantes bajo el mainstream de la mass communitation research a partir de un diálogo reflexivo con varios pensadores europeos y latinoamericanos desde nuestra abigarrada realidad.

La “aventura intelectual” de Martín-Barbero instaló un cambio de enfoque metodológico y del lugar de la investigación de las experiencias sociales con profundos sentidos acumulados, articulando lo industrial-masivo con lo popular, los discursos y las prácticas sociales. Se trata de un libro “escrito para confundir”,[3] “transhumante y multidireccional”,[4] “un texto cargado de futuro”,[5] “una bomba de tiempo”[6] y “un ensayo totalizador.”[7] Una artesanía intelectual que inaugura descentramientos y deslocalizaciones para traducir, adecuar y abrir las teorías culturales de la comunicación, para pensar abiertamente retos políticos y epistemológicos.

La idea clave de mediación comunicativa es fundamental en su arsenal teórico-metodológico para asumir el espesor social y perceptivo de los procesos sociales, culturales y políticos. De esta manera comunicación y cultura devienen en campos de luchas políticas por la hegemonía, es decir, por la potencia de la dimensión simbólica de lo político para representar los vínculos sociales, los mecanismos de identificación social, la actualización de las sensibilidades y los sentimientos de pertenencia a una comunidad, así como los ligamentos ideológicos de un orden social. Por ello, se reconoce que las mediaciones comunicativas son mediaciones culturales e históricas, inmersas en relaciones de poder y de (re)producción cultural, que permiten sustentar el análisis del entretejido causal de situaciones, fenómenos y contextos diversos, al mismo tiempo que se reconocen las mediaciones constitutivas de la cultura como arena de disputas simbólicas y espacio de identidades, dejando atrás la idea de la determinación y los determinismos económicos, tecnológicos o ideológicos.

Tras las preguntas, respuestas y digresiones que devinieron práctica significativa en el campo intelectual,[8] Martín-Barbero realizó un recorrido por la historia de los conceptos de cultura, lo popular, mestizaje y comunicación y los pensó, como problemas en devenir siguiendo la propuesta del destacado intelectual marxista galés Raymond Williams para historizar los procesos culturales. Así esbozó una telaraña de referencias bibliográficas para movilizar reflexiones sobre las categorías espacio, tiempo, memoria e identidad, no como determinaciones sino, como mediaciones históricas del comunicar y las transformaciones de los mediadores socioculturales (institucionales y tradicionales; agenciales y emergentes). Al mismo tiempo, asumió el desafío de reconocer la densidad cultural de los procesos comunicativos y de advertir las implicaciones de la dimensión política de la cultura en las disputas por lo público, las nuevas formas de imaginación y la creatividad social en las prácticas y los procesos cotidianos de producción de sentido en la cultura.

La agenda teórica y conceptual propuesta por Jesús Martín-Barbero en 1987 ha sido actualizada por el propio autor, sus discípulos y otros estudiosos de la cultura y la comunicación en América Latina. En este sentido, su obra inauguró una polifonía alrededor del potencial heurístico del concepto de mediaciones para la explicación de múltiples situaciones culturales y comunicacionales, el análisis cultural de los procesos de cambio que supuso la construcción de las culturas (trans)nacionales, la masificación de la cultura y las resistencias e inversiones de la cultura popular. Fue más allá del poder mediador del mercado como principal agenciador de la mundialización, de la industria cultural, los medios masivos de comunicación y las tecnologías de la información. Al reconocer los alcances de esta aproximación clásica desde la mirada de muchos de sus contemporáneos, se abre la posibilidad de aplicar creativamente el análisis de las mediaciones para entender la configuración histórica y estructural de las matrices culturales y las distintas dinámicas sociales, y de analizar críticamente los procesos de hechura cultural de actores y agencias sociales que actúan como mediadores socioculturales. A Martín-Barbero le preocuparon e interesaron los “modos de ver, ser, estar, percibir, pensar, sentir, vivir o habitar” de las clases subalternas, y no de “hacer creer” de los medios, así como repensar las tradiciones de pensamiento desde las que pensamos.

Con Martín-Barbero aprendemos cómo las agendas de investigación sobre los medios comunicación y las tecnologías tienen que comprender su carácter histórico y reconocer su poder sin determinismos tecnológicos, ni pesimismos políticos, ni racismos de clase e intelectuales. Sobre todo, superar la razón dualista, las dicotomías y los binarismos para poder pensar de forma articulada y relacional lo popular como trama cultural, sabiduría distinta, cristalización de representaciones y experiencias de ejercicios de poder y matrices de otras culturas ancladas en memorias y sensibilidades históricas, lugar de usos, apropiaciones, resistencias, innovaciones y transformaciones de significados que devienen praxis de sujetos históricos diferenciados. Sujetos cuyos cuerpos son lugares originarios de palabras y acciones e interfaz entre percepciones y expresiones. Así, trascendiendo las homogenizaciones, los esencialismos y las folclorizaciones que descalifican, degradan o disuelven la capacidad de agencia, se incorporan otros intercambios simbólicos, ordenes de la representación y lugares de conflicto y negociación, y se recupera el camino procesual de la movilidad social, del movimiento de lo social y de la movilización de proyectos sociales.

Quizá algún lector se atreva a (re)leer bien este difícil, denso, sofisticado, desafiante y universal libro. Para apoyar su decisión me gustaría agregar otras tres coordenadas de lectura generalmente soslayadas del efecto calidoscópico de esta referencia obligada para la investigación social y humanística. Una, que la obsesión de Martín-Barbero con lo popular constituye, según sus propias palabras, un secreto homenaje a su madre, para quién la figura de lo popular por excelencia, la religión, no era sinónimo de opio sino de energía social.[9] Dos, que según Jesús siguiendo a Caro Baroja, muchas mujeres fueron acusadas de brujas, criminalizadas, perseguidas y quemadas vivas porque eran las cuidadoras de un reservorio cultural que de generación en generación actualizaba claves de la resistencia y la sobrevivencia humanas que no convenían a los intereses de dominación. Tres, que su madre, las brujas y otras muchas mujeres a lo largo de la historia despliegan la densidad del espesor de esa matriz cultural identitaria que se teje desde las estéticas terrenas, las estéticas otras, las estéticas de lo sensible, con las vidas de las gentes. Sin esa estética la historia sociocultural se narra de manera etnocentrada y nuestra comprensión es etnocéntrica.

De modo que, como Martín-Barbero, mis estudiantes/colegas y yo vivimos sensiblemente cada escalofrío como un “sentimiento mestizo de cercanía y extrañamiento,”[10] un desgarramiento de la contradictoria realidad que vivimos y las diferencias que nos desangran. También, como un viaje a los sujetos, a los usos y a las mediaciones históricas, un modesto ejercicio de descentramiento para airearnos y poner los pies en la tierra.

 

Citas y referencias

[1] Alberto Mariscal (dir.), La ley del Monte, Cima Films S.A. (1:55), 1976. El video oficial de la emblemática interpretación de Vicente Fernández de la canción “La ley del monte” (2:51) puede verse en [https://www.youtube.com/watch?v=dP99ytZsEiE]. Otra versión en vivo con la misma recepción extraordinaria del público muchos años después en: [https://www.youtube.com/watch?v=Byeu5C9FS6s]

[2] Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Barcelona: Gustavo Gili, 1987; Santa Fe de Bogotá: Convenio Andrés Bello, 1998; Barcelona: Anthropos Editorial; México: Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco, 2010.

[3] Néstor García Canclini, “Prólogo”, en Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Barcelona:Gustavo Gili, 1991 (segunda edición).

[4] Rossana Reguillo, “De mapas y rituales. Un libro transhumante,” en Nueva Sociedad, 170, Noviembre – Diciembre, 2000.[https://nuso.org/media/articles/downloads/2919_1.pdf]

[5] Raúl Fuentes-Navarro, “Un texto cargado de futuro: apropiaciones y proyecciones de ‘De los Medios a las Mediaciones’ en América Latina”, en María Cristina Laverde-Toscano y Rossana Reguillo-Cruz (eds.), Mapas nocturnos, diálogos con la obra de Jesús Martín Barbero. Bogotá: Universidad Central/ Siglo del Hombre Editores, 1998, pp.181-197.

[6] William Fernando Torres Silva, “Iluminaciones de navaja en un callejón sin salida. Apuntes sobre la construcción de mapas nocturnos en la Colombia reciente,” en María Cristina Laverde-Toscano y Rossana Reguillo-Cruz (eds.), Mapas nocturnos, diálogos con la obra de Jesús Martín Barbero. Bogotá: Universidad Central/ Siglo del Hombre Editores, 1998, pp. 49-69.

[7] Renato Ortiz, “Caminos de la mediación,” en Miquel de Moragas Spá, José Luis Terrón y Omar Rincón (eds.), De los medios a las mediaciones de Jesús Martín Barbero, 30 años después. InCom-UAB Publicacions, 14. Bellaterra: Institut de la Comunicació, Universitat Autònoma de Barcelona. 2017, pp. 152-154.

[8] Rossana Reguillo, “Rompecabezas de una escritura: Jesús Martín-Barbero y la cultura en América Latina,” en María Cristina Laverde Toscano y Rossana Reguillo (dirs.). Mapas nocturnos: Diálogos con la obra de Jesús Martín Barbero. Bogotá: Siglo del Hombre Editores, 1998, p.79.

[9] Lange Posso Erazo (dir.). ¿Quién es Jesús MARTÍN BARBERO? CAM – CIESPAL, Bogotá, 2015 (18:19) [https://youtu.be/9Wh7ELm4zpU]

[10] Jesús Martín-Barbero, De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía. Barcelona: Anthropos Editorial; México: Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco, 2010, p. VIII.

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