AMLO frente al Coronavirus ¿se quedó corto?
El domingo pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador pronunció un mensaje a la nación con motivo de la pandemia del Coronavirus.
Para muchos, el mensaje se quedó corto ante las circunstancias excepcionales que viven México y el mundo y; además decepcionó porque no se anunció un rescate a las empresas. Para otros fue la demostración de que el apoyo a los más vulnerables va en serio y nada lo detendrá.
Ante el coronavirus los gobiernos del mundo no tuvieron alternativas; era cerrar las actividades económicas para disminuir los niveles de contagio entre la población y con ello proteger la salud de los ciudadanos y sus familias.
Lo que viene después es también bastante claro: lograr que la economía se recupere. Evidentemente eso tendrá que pasar por recuperar también los empleos perdidos.
Habrá parálisis económica por lo menos hasta agosto y esa parálisis ya se siente. Algunos sectores económicos están ya alzando la voz. Son los sectores que viven al día; los restauranteros y las actividades informales por ejemplo.
¿Pero qué pasará si en un escenario de pandemia más larga, la producción de mercancías se detiene? Recordemos que la cadena de producción es ahora mundial. Si un país produce algo, los insumos para esa producción se consiguen en diversas partes del mundo.
La situación actual sugiere transferencias directas a los más vulnerables, muchos de ellos también en la economía informal, más presupuesto a los estados de la república y estímulos fiscales al motor nacional; la microempresa. Es decir; se requiere el fomento a un ciclo expansivo de la economía. Y ello no solo para México sino también para todos los países del mundo.
Lo que provocó la pandemia del coronavirus es a todas luces, un gran cambio de época. Una sacudida al sistema económico internacional que hasta ahora pregona austeridad y equilibrio fiscal. Esto último parece ya imposible ante la necesidad de todos los países del mundo de salir de la crisis que se viene encima.
¿Qué rumbo tomará el gobierno de López Obrador ante esta monumental crisis?
Para empezar, si analizamos su discurso del domingo; este no representó ningún ajuste en las prioridades presidenciales frente a la pandemia.
No es que ante la crisis AMLO nos siga recetando la misma medicina; la prioridad por supuesto que son los más vulnerables; pero le faltó sumar -ante la crisis- al motor económico nacional; es decir la microempresa.
Ante la crisis provocada por la pandemia, habrá más presencia del estado-nación en las actividades económicas; pero hoy por hoy, lo que se requiere, es pagar nóminas para evitar despidos.
Dicho en otras palabras, el programa económico de AMLO no es el adecuado para encarar el reto que llegará luego de la pandemia o en su caso, no está completo.
Para ilustrar lo anterior y ante la necesidad de reactivar la economía luego de la pandemia; basta intentar contestar esta pregunta: ¿los grupos vulnerables son los que van a reactivar las actividades económicas?
Tampoco nos equivoquemos, necesitan apoyo esos grupos vulnerables y hoy lo necesitan más que nunca. El presidente hace bien en protegerlos. Pero también se requiere detener la caída de los servicios y la producción.
Reactivar el empleo, incrementar la inversión pública y evitar que -luego de la crisis- más mexicanos caigamos en la pobreza; esos son los grandes retos pasada la emergencia nacional.
Probablemente una vía urgente -considerando que para el trabajador la vida se mide en quincenas salariales- sea el otorgamiento de créditos a las microempresas, condicionando ese empleo a que los empresarios no despidan personal y si ya lo hicieron, que se pudiera recontratarlos de manera inmediata.
Adicionalmente a ello, un cuestionamiento sobre el futuro luego de la crisis serían los trabajadores del sector informal, es decir de los que carecen de protección laboral, social y de salud; pero que además ante la pandemia no pueden acogerse a la “sana distancia social”.
En ellos, las medidas de reemplazo de ingresos como el ingreso básico son fundamentales para que los trabajadores sus familias satisfagan sus necesidades más básicas. Dichas medidas deben ir más allá de la focalización en los muy pobres y desempleados para incluir a los trabajadores en ocupaciones vulnerables.
Hasta ahora, durante y después de una crisis, siempre se ha priorizado a las empresas -aún a expensas de la mano de obra- definiendo al trabajo informal como un defecto del libre mercado. Pero los altos niveles de informalidad perpetúan bajas habilidades, bajo valor de la producción y baja productividad y eso no puede ser posible siga existiendo si queremos salir de la crisis.
La Cuarta Transformación aspira a recuperar el papel de un estado mexicano fuerte. El asunto es que un estado fuerte no puede buscar en épocas de crisis un equilibrio fiscal como lo anunció el presidente. Necesita endeudarse y que ese endeudamiento sea cubierto ya cuando las medidas anticíclicas funcionen.
Por eso la situación actual debería llevar hacia la necesaria reforma fiscal en el país, muchas veces pospuesta porque trastocaría intereses políticos y económicos la puesta en marcha de impuestos progresivos; es decir, que en el país pague más impuestos quien más riqueza tenga.
El presidente hace bien diciendo que protegerá a los más vulnerables, pero a todas luces; ante los efectos económicos que está provocando la pandemia eso es correcto, pero no es suficiente.
¿Y Chiapas?
El Chiapas pobre, el de los más vulnerables es más que probable que vea como las inversiones gubernamentales crecerán. Habrá más financiamiento en los presupuestos y eso significa más dinero para los programas sociales. ¿Qué hacer para evitar la clásica rapiña de la clase política? se requiere fortalecer los mecanismos de transparencia y combate a la corrupción que hoy no son eficientes.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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