Violencia económica y de género

Esto es el país de las fosas

Señoras y señores

Este es el país de los aullidos

Este es el país de los niños en llamas

Este es el país de las mujeres martirizadas

Este es el país que ayer apenas existía

Y ahora no se sabe dónde quedó 

David Huerta

 

Duelen, enojan e indignan los casos de feminicidios en el país, es una tragedia que no parece terminar; siguen apareciendo casos. Esas sensaciones son las mismas ante la indolencia, la falta de sensibilidad y de empatía de las autoridades ante este cáncer social.

Las víctimas tienen nombre y apellido; no son invisibles como si lo es el fenómeno del que fueron víctimas. ¿Alguien sabe cuál es la dimensión real del problema en México? o, mejor dicho: ¿el gobierno sabe la dimensión del problema?

Ante cualquier tema que no entiende o no es su prioridad AMLO ya se acostumbró a la “fuga hacia adelante”. En este caso el presidente López Obrador culpa al modelo económico actual denominado “neoliberalismo” de los feminicidios.

 

Las redes sociales arden de indignación, tanta; que probablemente si no existieran, las calles del país estarían llenas de mexicanos protestando. Las redes son como el muro donde los mexicanos nos lamentamos de todo. En los últimos años, en este país; las mujeres son las que han dado el salto de las redes sociales hacia las calles. Eso ya es una victoria y contundente por donde se vea.

Son las mujeres las víctimas, pero también las que toman la iniciativa protestando. Ellas sufren; y a la vez nos demuestran que están dispuestas a comprometer al gobierno a defenderlas. Las pintas en las bardas son meramente anecdóticas, como también lo es el hecho de pedir que no se hagan.

Pareciera como si las mujeres mexicanas no tuvieran nada que perder si protestan; puesto que nada le ofrece el estado-nación para protegerlas. Prioridad de prioridades en las políticas públicas es lo que en estos momentos debería ser el combate a los feminicidios.

AMLO no está falto de razón cuando afirma que es el neoliberalismo el culpable de la violencia; porque en realidad es la “violencia económica” lo que genera la violencia contra las mujeres y se refleja en la falta de estado de derecho que produce y reproduce el fenómeno. Pero probablemente la expresión de AMLO indica que en realidad su gobierno no tiene una respuesta precisa ante esta indignante ola de violencia contra las mujeres.

 

Alguien que no estaría pensando en ejercer el poder absoluto -como parece que hace AMLO- y creyendo que si no estás con su proyecto, estás en su contra; estaría aprovechando el momento político para “subirse al carro feminista” e iniciar el debate sobre una agenda progresista nacional en temas como el derecho al aborto, el matrimonio entre adolescentes y el matrimonio igualitario; anhelo de la izquierda nacional, o por lo menos; tendría que reconocer que en estos momentos debatir sobre la violencia de género le viene bien a este país en donde históricamente el machismo es imperante.

Se pueden contar muchas razones para la violencia contra el género femenino. Pero en el fondo, lo que subyace es la desigualdad y la discriminación aderezada con una ausencia del estado-nación y sus leyes, en donde; no es que la ley no proteja a las víctimas, sino que quienes vigilan el cumplimiento de la ley no protegen a las víctimas y eso termina convirtiéndolas en objeto.

En el neoliberalismo esa “cosificación” ha cobrado fuerza porque todo se reduce a mercancía. Con la mujer discriminada y en condiciones de desigualdad ante el hombre; la cosificación se impone porque ante el dinero, se pierde la dignidad humana, el sexo es solamente para uno y eso implica violencia.

 

La violencia puede ser individual, ideológica y puede aparecer como fuerza o coerción, violencia física o violencia cultural. La violencia económica representa una forma de violencia indirecta y estructural que se ejerce desde las élites gobernantes.

El neoliberalismo no solo se refiere a la esfera económica, es también un asunto político, ideológico y también global. En ese “rumbo” que los gobiernos del mundo tomaron, hay saldos de desigualdades estructurales -las cuales son éticamente injustas- que se traducen en violencia económica contra los más vulnerables en un contexto en donde el estado-nación se achica.

Con el neoliberalismo, es el individuo, sus derechos y responsabilidades lo que tiene que conjuntarse para tener éxito o fracasar en función de sus propias habilidades y el trabajo duro. Pero la realidad es que las oportunidades de desarrollo no son parejas para todos. Siempre habrá mejores oportunidades para los miembros de las clases sociales altas.

La violencia económica siempre ha estado presente. Ha sido provocada por los cambios tecnológicos; el esclavo americano ante la aparición de la trilladora de algodón por ejemplo. Y siempre, el estado-nación debe tener la obligación de proteger al más vulnerable. ¿Un estado neoliberal que se achica lo hace?.

Pero también la violencia económica muchas veces viene del estado-nación; Venezuela y sus conflictos políticos generando caos y delincuencia en las ciudades de la “pequeña Venecia”, las políticas de educación superior chilena, la ausencia del estado de derecho en Centroamérica; son algunos ejemplos que provocan violencia económica contra los más vulnerables. Muchos de esos vulnerables son mujeres.

¿Qué haces cuando está en peligro el futuro colectivo de un sector? Es obvio que tienen que protestar. Es obvio que lo harán de todas las formas posibles porque no tienen nada que perder. Ese es el caso de las protestas feministas, las cuales necesitan la solidaridad de todos.

A muchos ciudadanos mexicanos, a sus gobernantes, a sus dirigentes; les falta empatía con el migrante, con los familiares de las víctimas del feminicidio, con los huérfanos de la violencia de la delincuencia organizada y a muchos también con las mujeres violentadas. Pero en este país, algo se mueve y mucho de ello hoy se debe sus mujeres.

Ante los desatinos de AMLO respecto a la violencia de género, recuerdo un “poemínimo” de Efraín Huerta:

 

Desconcierto:

“A mis viejos maestros de marxismo

no los puedo entender

unos están en la cárcel

otros están

en el poder.”

Twitter: @GerardoCoutino

Correo: geracouti@hotmail.com

 

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