Mano Negra
“Saving Mexico“. Salvando a México”. Esta fue la frase usada por la revista norteamericana Time para mostrar la foto en primera plana de Enrique Peña Nieto, y donde suelen pasar hombres y mujeres vistos como ejemplares, los mejores, y por lo cual también la revista se luce mundialmente. En la foto, el dedo índice de la mano izquierda, no alcanza a cerrar una especie de llave de los dos brazos hacia el frente, como muchos políticos lo hacen en una construida apariencia de calma, seguridad y confianza. La sonrisa es muy discreta, forzada, como intentando no pasarse de la clara línea entre la inexperiencia -por su juventud al llegar al poder-, y de la madurez forzada, artificial.
Era el 14 de febrero de 2014. Dos años –después que su gobierno aprobara las “reformas estructurales”, como la entrega de PEMEX-, le bastaron para ser un ejemplo mundial para la revista norteamericana y de los intereses alrededor de un círculo muy interesado en usar el territorio mexicano como reserva estratégica. Pero por algunas muestras de megacorrupción mostradas por la prensa en las últimas semanas de su gobierno, esta revista no querrá seguramente acordarse de el, ni del “Comité para Salvar a México”, integrado por… adivinaron: Luis Videgaray y Miguel Osorio Chong, como se muestra en Time. ¿Por qué ellos dos? Quizá porque representan dos grupos políticos y económicos de la misma oligarquía en torno a Peña, cuyo objetivo una vez en el poder, fue conducir al país como una empresa, como un negocio…, en venta. Porque este círculo reducido de cuates vendieron o entregaron, para la acción y el efecto es lo mismo, prácticamente todo lo que quedaba de la nación…, exceptuando hasta ese sexenio, la joya de la Corona, y que finalmente lo lograron: la venta –previa aniquilación endeudándola, huachicol, triangulación de empresas a través de ODEBRECH y tal vez otros múltiples negocios-, de un recurso estratégico especialmente importante en tiempos de escasez y agitación financiera, económica y militar. En resumen, eso fueron la base de las “reformas estructurales”.
Se trata de un saqueo y robo de la nación.
Ahora comprendemos el por qué de la foto del Time. Pero ahora en el peñismo y también en los dos sexenios antes de el, se descubren sus entrañas donde la corrupción pareciera ser la punta del iceberg de impunidad, de sobornos, en el cual muchos son responsables directos de usar, transferir, y de convertir la política en un narcoestado. La amplia red tejida en años atrás ha servido para construir un escudo donde el actual gobierno tiene que enfrentar, disolver y vencer. Una de esas redes se encuentra en los medios y en todos los serviles y bufones comentaristas contratados ex profeso para dar la batalla contra la IV Trasformación. Para esto tienen sus hombres y mujeres en casi todos lados. Por eso ahora la mira está dirigida en las redes sociales, sobre todo con los yotuberos, quienes empiezan a ser más incómodos para el circulo oligárquico. La lucha, es pues, por el control de los medios. Un control que han mantenido en el tiempo desde que el tigre Azcárraga dijo ser un soldado del régimen, y desde que Jacobo Zabludosky y Televisa se volvieron un obstáculo para la democratización del país. Las rabietas de algunos “periodistas” y “académicos” tiene que ver con esto, en la medida que la pérdida de ese control de los medios implica igualmente una pérdida económica.
Extrañamente algunos hechos sucedidos muestran intentos por tratar de desanimar al obradorismo frente al giro de timón dado por el gobierno, sobre todo en la batalla contra la corrupción diseminada en prácticamente todos los espacio dejados por Fox, Calderón y Peña. Por ello no es difícil creer que, en el objetivo para agrietar al gobierno, se halle una “mano negra”, como una respuesta planeada de una “persona que actúa en forma oculta para perjudicar a otra”, como define la lexicógrafa María Moliner a esta rara pero usada expresión.
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