Rutilio Escandón, un gobernador parco, bien evaluado

A casi 12 meses de gobierno, Rutilio Escandón Cadenas figura entre los cinco mandatarios mejor evaluados del país. En agosto de este año se posicionó, incluso, en el tercer lugar, solo después de Mauricio Vila, de Yucatán, y Quirino Ordaz, de Sinaloa.

La calificación otorgada por los ciudadanos es baja para todos los gobernadores y, en la escala del 1 al 10, todos estarían reprobados a excepción del yucateco y del sinaloense, que rebasan el 6.

De los 5 gobernadores del top ten, de acuerdo con la medición de octubre de este año por parte de Mitofsky, tres están entre el 5 y el 6 de calificación. Carlos Mendoza, de Baja California Sur, tiene 55.3; Claudia Sheinbaum, 54.5, y Rutilio Escandón, 50.3.

El rubro mejor evaluado del gobernador chiapaneco es en el nivel de corrupción en donde ocupa el segundo lugar. Sin embargo, el 48.5 por ciento de los encuestados señala que la corrupción se ha incrementado, mientras que el 17.3 por ciento indica que sigue igual, y solo el 33.4 considera que ha disminuido.

Las cifras para Rutilio Escandón aún así son favorables, si se toma en cuenta que Manuel Velasco fue evaluado en su último año de gobierno con un 18.3 por ciento, en una disputa por el último lugar con Graco Ramírez de Morelos.

Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas.

La buena posición del gobernador de Chiapas no es porque pertenezca a Morena, de lo contrario Cuitláhuac García, de Veracruz, estaría en los primeros lugares de aprobación, sino porque marca un rumbo de gobierno sin estridencias, sin parloteos ni mayores escándalos. Se ha alejado de los gobiernos frívolos que caracterizaron a Juan Sabines y Manuel Velasco.

La principal apuesta de esta administración ha sido el retorno al respeto de la ley. Ahí están los desalojos a propiedades, que han sido, por lo pronto la ruta para marcar el restablecimiento del Estado de derecho que se había diluido en las dos últimas administraciones.

Esto, sin duda, le ha brindado buen posicionamiento, pero como el tema se agota, es necesario castigar otros atropellos a la ley como bloqueos de vías para extorsionar a automovilistas, ya sea en carreteras importantes o en caminos vecinales.

Un bloqueo carretero detiene el desarrollo porque afecta a las personas más pobres, las que deben sacar su cosecha o sus productos casi siempre marcados por periodos breves para su óptimo manejo. Las grandes empresas salen poco afectadas porque están aseguradas ante las eventualidades de este tipo. Además, las contadas industrias que alguna vez decidieron establecerse en Chiapas, al no contar con la certeza de caminos abiertos, han cerrado sus instalaciones.

La situación económica en nuestro estado es compleja, con un decrecimiento del -1.7 por ciento, y más allá que lo indiquen las cifras oficiales, se percibe falta de liquidez entre los pobladores. Esto no es una cuestión local, sino nacional, provocada por varios factores, entre otras, las medidas de austeridad de la 4T.

Que un gobernador, parco en palabras y hasta aburrido para los asistentes a los actos públicos, sea bien evaluado, es porque la floritura importa poco, que lo fundamental es el ejercicio del poder sobrio y eficiente. Ojalá que esa sea la ruta, y que la 4T no derrape en Chiapas, porque en su caída se llevaría a más de 5 millones que hoy todavía están a la expectativa y con ánimo de creer que se transita por buen camino.