Manuel Velasco, el operador de AMLO, de nuevo en acción
Manuel Velasco Coello regresó al Senado como operador político del presidente Andrés Manuel López Obrador, tarea que ha desempeñado desde hace mucho tiempo.
Con el mandatario lo liga no solo la amistad de su abuelo, sino alianzas y afectos personales que se fortalecieron en las pasadas elecciones, cuando se convirtió en puente de comunicación con Enrique Peña Nieto.
Si algo domina el exgobernador es el cabildeo, la plática cercana, el negociar, ceder y acordar. Se le da con naturalidad; por el contrario, la tarea de gobierno le aburre. No es lo suyo y no lo fue durante los seis años que estuvo al frente de la administración pública en Chiapas.
Ahí están todos los cuestionamientos de su ejercicio de gobierno (pobreza, corrupción y gasto en obras inútiles), mas no así de su paso rumbero como operador tras bambalinas. El presidente Andrés Manuel lo sabe y por eso lo sacó de la penumbra para meterlo en el juego político de primer nivel.
Hace tres meses, cuando renunció Josefa González Mena, hija de Patrocinio González Garrido, a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, AMLO quiso que su sustituto fuera el exgobernador de Chiapas, pero las olas agitadas que se levantaron en las redes sociales lo obligaron a cambiar de decisión.
No creo que a Velasco Coello le haya interesado estar al frente de esa secretaría, ni que busque dirigir otra dependencia, precisamente porque no tiene como atributo ser buen administrador. Lo suyo es el juego político que se vive en las cámaras. Ahí se ha hecho y ahí ha pasado 12 años de su vida, primero como diputado local, luego como diputado federal, y después como senador, responsabilidad que ahora repite.
Si el éxito de un político se mide por los encargos ocupados, no hay político que se acerque a Manuel Velasco, quien durante 19 años ha tenido algún puesto público de forma ininterrumpida. Y cuando parecía que se jubilaría prematuramente al concluir su mandato como gobernador, ante la fuerza trituradora de Morena, llegó el candidato presidencial del trópico y asintió para que ocupara nuevamente un escaño en el Senado.
El exgobernador de Chiapas jamás ha ocultado su cercanía con el ahora presidente de la República, ni siquiera en los momentos más difíciles, como el desafuero, cuando votó en contra. Como gobernador apoyó las giras de AMLO: le allanaba el camino, le mandaba templetes y hasta vehículos para trasladar a sus seguidores.
Ahora, en el Senado de la República, Velasco Coello se convertirá en un operador decisivo de la agenda presidencial, ante el enfrentamiento entre Ricardo Monreal y Martí Batres, más preocupados en ganar reflectores para convertirse en candidatos presidenciales, que en ser negociadores en favor del proyecto de nación de la 4T.
Se sabe que Manuel Velasco ha tenido muy buena amistad con Andrés Manuel López Obrador desde hace muchos años. Ahora se apoyan más que nunca entre ellos dos.