“Hasta los dientes” o sobre los jóvenes y la incesante “guerra” contra el narco

Por Carlos de Jesús Gómez Abarca[i]

Desde el pasado 12 de agosto está disponible Netflix “hasta los dientes”, trabajo documental dirigido por Alberto Arnaut, con fotografía de Jaiziel Hernándezdel 2018 que ha recibido diversos reconocimientos. La expresión que da título a este trabajosuele utilizarse para referirse a una persona que se ha preparado para el combate, de forma literal o no. En 2010, Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo, entonces ambos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, fueron asesinados a manos del Ejército Mexicano, argumentándose y montándose una escena para convencer a la opinión pública que se trataba de dos delincuentes “armados hasta los dientes” a los que se tuvo que repeler y ultimar.

Este trabajo, minuciosamente producido, permite a muchos enterarse de una de las caras de la “guerra contra el narcotráfico” implementada durante el gobierno de Felipe Calderón, cara de la moneda soslayada muchas veces por el trabajo de la mayoría de medios de comunicación. En el caso de los estudiantes del Tecnológico prevaleció el silencio institucional de la misma universidad y de las instituciones de seguridad pública, y no fue hasta después de diferentes campañas de presión que se fue avanzando en las investigaciones. Sólo recientemente el Gobierno Federal ha ofrecido una disculpa por tales asesinatos.

Se trata de un caso sintomático de las irregulares actuaciones y al margen de la ley desplegadas por los cuerpos de seguridad pública y del Ejército Mexicano. Recordemos loshechos ocurridos el 30 de junio de 2014, en Tlatlaya, Estado de México, en los que posteriormente se evidenció que el Ejército Mexicano ejecutó a 22 presuntos delincuentes, los cuales ya se habían rendido, montando posteriormente la escena de un falso enfrentamiento, y sembrando armas en los cuerpos abatidos. Sólo después de la presión social, las autoridades reconocieron, meses después, que se trataba de un caso turbio que debería ser aclarado.[ii]En ese mismo año, nos enteraríamos de los estudiantes asesinados y 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, Guerrero.

El documental del Alberto Arnaut también visibiliza la forma en que los jóvenes —incluso quienes están lejos de las filas del crimen organizado— han sido alcanzados por la creciente violencia en los últimos años en algunas ciudades de México. En un artículo publicado recientemente por Contralinea, se aborda el caso de la muerte de 11 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México en menos de dos años, y la “desaparición” y el asesinato de tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales de Guadalajara, en marzo de 2017.[iii]Otros muchos casos se podrían ir sumando a esta lista.

Las estadísticas dan una idea de las magnitudes de este problema. Durante las administraciones de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se acumularon más de 200 mil carpetas de investigación por homicidio doloso, siendo 2011 y 2017 los años más violentos de ambos sexenios —el 2011, con más de 22 mil carpetas y el 2017, con más de 25 mil, respectivamente—.[iv]Las agresiones y homicidios son la principal causa de muerte entre los mexicanos de 15 a 29 años, según datos de mortalidad registrados por el INEGI.

No sorprende, entonces, que una de las promesas de campaña de Andrés Manuel López Obrador haya sido erradicar la impunidad y regresar a los militares a sus cuarteles. No obstante, en lo que va de la 4T no se ha podido frenar la violencia, e incluso se ha incrementado. En 2018, se estimaron alrededor de 37 mil homicidios, una razón de 29 homicidios por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, superior a la registrada en 2017, que fue de 26 homicidios por cada 100 mil, según cifras del INEGI.[v]A estas cifras de homicidios dolosos, podríamos también sumar los secuestros, las agresiones contra activistas y periodistas, los feminicidios y los abusos a migrantes que se registrado en los últimos años.

Estas cifras obligan a la reflexión en diferentes sentidos. Por un lado, las causas estructurales que subyacen detrás de tal escalada de violencia: pobreza, desigualdad, desempleo y la política en materia de seguridad pública. Sobre las primeras, la situación es desalentadora, sobre todo si consideramos el último informe realizado por CONEVAL hace algunos meses. En este se informaba que México, con 52.4 millones de personas pobres en 2018, no tuvo un gran avance en el combate a la pobreza en los últimos 10 años, siendo la región sur-sureste del país la que mantiene más atraso.[vi]

Con respecto a la segunda, el gobierno de López Obrador ha depositado su confianza en la creación de la Guardia Nacional. Según su Primer Informe de Gobierno se han desplegado 58 mil 600 elementos distribuidos en 150 coordinaciones territoriales del país. Aunque AMLO agregó que la nueva estrategia en materia de seguridad pública se ha planteado no tolerar la tortura, ni ninguna otra violación a los derechos humanos, ha sido una política altamente controvertida, cuestionada en su definición misma de estrategia, con una concentración del gasto en las fuerzas armadas, y desconectada de otras acciones para contrarrestar la impunidad y la corrupción.[vii]

Sin duda, la violencia que vivimos en México es multifactorial y merece estudios detallados. Sin embargo, la reflexión sobre las condiciones de pobreza, desigualdad y desempleo que afectan a los jóvenes en sus posibilidades de mejorar sus condiciones y horizontes de vida y la incesante lucha contra el crimen organizado que orienta las estrategias de seguridad pública, difícilmente permiten avizorar escenarios prometedores.

En este contexto, vemos como los jóvenes experimentan vidas precarias y son constantemente protagonistas de los encabezados de la prensa, como víctimas o como victimarios. El documental “Hasta los dientes” que estará disponible hasta el próximo 16 de septiembreen dicha plataforma de videos es crudo, pero también invita a repensar el papel que tenemos los diferentes actores de la sociedad frente al fenómeno de la violencia y los discursos que circulan en torno a esta.

[i]Investigador integrante del Observatorio de las Democracias: Sur de México y Centroamérica.

[ii]Véase Revista Proceso, 27/09/2014.

[iii]https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2018/07/18/118-mil-jovenes-asesinados-en-10-anos-de-guerra-contra-el-narcotrafico/

[iv]https://www.gob.mx/sesnsp/articulos/incidencia-delictiva

[v]  https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2019/EstSegPub/homicidios2018.pdf

[vi]https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/CMPE/Paginas/Informe-de-seguimiento-asm-2018-2019.aspx

[vii]https://www.animalpolitico.com/2019/09/discurso-completo-amlo-primer-informe-palacio-nacional/

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