En 1994 todo necesitaba cambiar
Se cumplieron 25 años del periodo de 365 días que estremecieron a México. 1994 fue el año de la irrupción de la guerrilla zapatista, de la crisis económica, de los magnicidios políticos y del inicio del fin de la “dictadura perfecta del PRI” con una alternancia política que se concretaría seis años después.
Chiapas, Selva Lacandona, Subcomandante Marcos, San Cristóbal de las Casas, Guadalupe Tepeyac, crisis política, reformas; fueron palabras recurrentes durante todo el año de 1994. No era para menos; una rebelión precisamente desde Chiapas sacudió desde sus cimientos al sistema político mexicano que se encontraba en un proceso sucesorio para el cambio de gobierno sexenal.
Desde 1988 y hasta ese momento, México tenía un presidente fuerte políticamente y con fama internacional de reformista pero que comandaba un sistema político que, irónicamente; se agotaba. Carlos Salinas de Gortari en todo su sexenio supo conciliar su ambición de poder, con la ambición de los demás actores políticos. Sin embargo, al final de su sexenio, todo se le derrumbó.
Para el grupo político que dominaba al país, denominado “tecnócrata” todo parecía estar bajo control; el día primero de ese año entraría en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, México y Canadá; conformando de esa manera el mercado económico más grande del mundo. Tiempo atrás, José Ángel Gurría había exclamado que el actual grupo en el poder, lo retendría 25 años.
Los que teníamos la edad suficiente en ese año, recordamos que se decía que “México entraría en el primer mundo”. El futuro pues, para el país; se vendía como brillante. Si bien -en ese momento- en muchos mexicanos no había conciencia política por la edad, por que no les interesara o por otro motivo, la sensación de incertidumbre nacional por todos los acontecimientos, esa si era generalizada.
La ola neoliberal promovida desde la década pasada cubría al mundo; ya no existía la URSS ni el bloque comunista. Sin embargo, había ya resistencia a lo que desde 1989 se conocía como el “Consenso de Washington”, es decir la orientación económica de un país basado en la competencia y el mercado que se promovía precisamente desde Estados Unidos.
Año también de elecciones presidenciales, 1994 fue un año clave en la historia nacional y este 2019, la plataforma de “streaming” Netflix lanzó dos series sobre los principales acontecimientos de ese año. Primero “Colosio, la historia de un crimen” y luego “1994”.
Las dos series dejan la impresión que retratan el “mito de Colosio”, un hombre bueno que fue asesinado y que con ello, la posibilidad de una profunda reforma política que abriera el país a la democracia se fue postergando.
Apenas comenzando el primer día del año, en Chiapas la revuelta zapatista inicia y ese día; que debía ser el primer día del primer año de nuestro país en el primer mundo; le estalla la realidad.
La realidad es que Colosio representaba la continuidad; sino del régimen, si la del proyecto salinista y con esa continuidad, se antojaba muy difícil que encabezara una profunda reforma política. La realidad también es que desde tiempo atrás, el gobierno mexicano supo del levantamiento armado zapatista y lo ocultó.
Otra realidad es reconocer que si bien en 1994 estalla el sistema político, este necesitaba cambiar desde hacía mucho tiempo y la crisis económica conocida como el “error de diciembre”, era parte de un ciclo de crisis económicas al final de cada sexenio.
1994 se puede analizar desde diversos ángulos, la crisis política, los magnicidios, la crisis económica, el levantamiento zapatista, la movilización social que detuvo la guerra y por supuesto, desde la óptica chiapaneca.
A 25 años, la crisis política nacional se agudizó y ello hizo que la izquierda política mexicana llegara al poder, las crisis económicas mexicanas ya no son tan profundas, pero la desigualdad y la pobreza persisten. El subcomandante Marcos y los zapatistas siguen en la Selva Lacandona y pueden ser cuestionados, pero nadie les puede regatear su persistencia y su resistencia. Chiapas por su parte, con motivo del 94 vivió una de las primeras alternancias políticas del país, pero cada vez es más pobre.
¿Qué persiste luego de 1994?
Evidentemente que en Chiapas y México la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades es lo que persiste. También sobrevive la falta de credibilidad en las investigaciones sobre los magnicidios, es decir persiste en nuestro país la falta de confianza en nuestras instituciones de los tres niveles de gobierno.
Si bien para muchos la lucha contra el neoliberalismo y la globalización inicia en México con el levantamiento zapatista en Chiapas, digno de mencionarse son las actuales paradojas de la lucha contra esos dos fenómenos económicos; Estados Unidos y Gran Bretaña, países en donde inicia su impulso; ahora buscan proteger sus fronteras económicas. Donald Trump por las vías arancelarias y Gran Bretaña con el “brexit”; es decir con su salida de la Unión Europea.
Paradoja porque al ser países ricos e impulsores de los nuevos motores económicos mundiales, se pensaba que serían los grandes ganadores del libre mercado. Hoy sabemos que hasta en los países ricos hay ganadores y perdedores con la globalización y el neoliberalismo. Paradoja también porque desde Latinoamérica la protesta vino del espectro político de izquierda; en Estados Unidos y Europa, la protesta viene de los partidos políticos de la derecha, quienes por cierto, tienen problemas para entender las causas estructurales de los actuales procesos migratorios.
De manera tal que es muy diferente la lucha antiglobalizadora y antineoliberal en los países como Gran Bretaña y Estados Unidos, puesto lo que en el fondo se quiere, es preservar la hegemonía. En cambio en Latinoamérica y otras partes del mundo, la lucha era contra la concentración del poder político y económico en pocas manos. Es decir, contra lo que simbolizada ello en ese momento; el “Consenso de Washington”.
Esto explica que en los años 90s del siglo pasado, casi toda Latinoamérica estuviera gobernada por mandatarios progresistas de centro izquierda. Sin embargo, tampoco ellos llenaron las expectativas. En cambio, en Europa y Estados Unidos, los nuevos movimientos políticos que están desafiando el orden político establecido, son de corte ultranacionalista.
1994 explica el México de ahora, pero también lo que es el mundo actual y sobre todo; explica la necesidad de cambio. En 1994 todo necesitaba cambiar, pero la clase política se aferró al poder. Año de caos e incertidumbre, desde Chiapas se descarrilló a los personajes principales de un proyecto político y económico que subsiste, pero que hoy es profundamente cuestionado.
Womack inicia su “Zapata y la Revolución Mexicana” con un “esta es la historia de unos campesinos que no querían cambiar y que por ello mismo hicieron una revolución. Nunca imaginaron un destino tan singular”.
Esa oración lanza un poderoso mensaje a quienes en el desarrollo de las políticas públicas no toman en cuenta la opinión popular. Hoy en México se clama estado de derecho, alto a la corrupción y la impunidad. Como en 1994, en el 2019; todo también necesita cambiar.
Twitter: @GerardoCoutino
Correo: geracouti@hotmail.com
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