La vida en verde
6.30 de la mañana, la alarma del despertador sonó. De inmediato Mónica la apagó, se estiró y agradeció el nuevo día. La noche había sido reparadora para su descanso, la llovizna constante arrulló a ella y a Mago, su querido acompañante canino, quien plácidamente roncaba, acomodado en su cama color verde limón.
Mónica se asomó a la ventana que daba al patio de su casa, la abrió, percibió el olor a tierra mojada. Las hojas de los árboles lucían decoradas con las gotas de agua recibidas como bendición.
Rápidamente se dio un baño, preparó un licuado, lo bebió, se colocó los tenis y salió a saludar a los árboles.
Su rostro dibujó una gran sonrisa al ir sintiendo que la tierra, que semanas antes era totalmente árida, esa mañana estaba blanda. Observó cómo sus huellas se marcaban en la tierra al ir caminando. La lluvia de toda la noche no solo había refrescado el clima sino alimentado a los árboles con sus miles de gotas, qué bello regalo, pensó Mónica.
En su recorrido se fue directo a los árboles de limón, para Mónica ellos eran los que pedían más agua, recordó que sus hojas lucían resecas y tristes. Pasó también por los árboles de guayaba, los platanares, las matas de hinojo, té de zacate y ajenjo. Observó todo a su alrededor, escuchó el trinar de pájaros, ese canto era de alegría, Mónica también sentía el corazón contento y estaba segura que los árboles también estaban felices. Alzó la vista, el cielo estaba sin bruma, en su tono baby blue como solía llamar su buen amigo José a esa bella tonalidad azul cielo, además tenía detalles en blanco, tipo pinceladas.
Las montañas que alcanzaba a ver desde casa estaban verdes. Para Mónica era un momento de agradecimiento. Siguió observando el paisaje, una ráfaga de viento fresco llegó en ese instante, como una caricia muy sutil, las hojas respondieron con su movimiento.
-No cabe duda, esta mañana mi mejor estímulo es la vida en verde. ¡Gracias!-, exclamó con una respiración profunda, mientras seguía disfrutando del viento, al tiempo que escuchaba los ladridos
de Mago, había despertado y la buscaba.
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