La tierra herida: la problemática medioambietal
Andrés Fábregas Puig/CIESAS-Occidente.
La Tierra Heridaes el título de un libro que recupera una conversación entre Miguel Delibes, el destacado e importante escritor castellano y su hijo, el biólogo Miguel Delibes de Castro (Editorial Planeta, 2005), que viene a cuenta ahora que se ha dado el nombramiento de Secretario de la SEMARNAT a Víctor Manuel Toledo, el especialista en cuestiones medioambientales más importante que tenemos en México. Ese nombramiento no sólo me recordó el libro La Tierra Herida, sino la impresionante labor y el legado de Miguel Álvarez del Toro en Chiapas. Un joven que llegó desde Colima, apenas iniciando su vida de naturalista a un estado como el chiapaneco hacia los años 1950, para llevar a cabo unas prácticas de campo, se quedó para siempre cautivado por la riqueza de los recursos naturales de esta tierra. Formó una familia y diseñó además de poner en funcionamiento el Zoológico de Tuxtla Gutiérrez que fue reconocido por propios y extraños como el más importante en América Latina. Tiempos idos. Hoy el Zoológico de Tuxtla sobrevive como un testimonio de la obra monumental de un naturalista de la estatura de Miguel Álvarez del Toro.
Al nombrar al Dr. Toledo al frente de la SEMARNAT, el Presidente López Obrador demuestra sensibilidad hacia la terrible problemática que presenta la destrucción del medio ambiente en el país. Supongo que un científico de la importancia de Toledo aceptó el cargo bajo la condición de que se le deje hacer su trabajo. Pronto lo sabremos. Hay temas urgentes como el de las minas que están acabando con miles de hectáreas mientras envenenan con arsénico los mantos friáticos de la nación. El caso de Cerro de San Pedro en San Luis Potosí es ya emblemático. Allí, en el sitio en donde nació San Luis Potosí, una mina canadiense se posesionó del lugar y acabo con el mismo, incluyendo a sus habitantes. Por más que se protestó, nadie hizo nada, ninguna autoridad intervino, más que para proteger a la minera canadiense. En Chiapas, cierto gobernador que por allí sigue tan campante, recibió con bombo y platillo a la gobernadora de El Canadá, celebrando los desastres que las minas hacen en el estado. Las selvas del sur están en peligro al igual que la fauna, que en algún tiempo, fue prodigiosa. Precisamente Miguel Álvarez del Toro fundó el Zoológico de Tuxtla Gutiérrez para enseñar a la población la riqueza del medio ambiente y la importancia de conservarlo, aprovechado sus dones, sin destruirlo. Aún recuerdo la escuela para niños que Álvarez del Toro puso en funciones en el propio Zoológico para enseñar a la niñez de Chiapas el valor de la naturaleza, el respeto a la vida. Los cursos forjaron a generaciones de niños en el respeto y en el interés por la llamada vida silvestre. Pero el Zoológico sufrió los caprichos de los gobernadores, sobre todo de uno, que hizo todo lo posible para convertirlo en un negocio en una suerte de parque de diversiones. Hago votos porque se recupere ese maravilloso legado del naturalista más importante que ha vivido en Chiapas, autor de aquel libro maravilloso titulado Así era Chiapas (Instituto de Historia Natural, 1990).
En pasadas ediciones de Chiapas Paralelopublique una serie sobre el sistema colonial para proponer una hipótesis y señalar el hecho de que el sistema colonial fue el instrumento por el que la economía política del capitalismo se difundió a todo el mundo. Desde un inicio, el extractivismo fue el método usado para saquear los recursos naturales de los pueblos bajo el régimen colonial. Ello continúa en la actualidad como lo demuestran las minas canadienses y otras empresas del expolio. Así que menuda tarea tiene Víctor Manuel Toledo y desde estas páginas deseamos que tenga éxito y lleve adelante una de las tareas más urgentes que existen en México: recuperar a la Tierra Herida.
Ajijic, Ribera del Lago de Chapala, a 28 de mayo de 2019.
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