Mocri EZ, la ola destructora que genera protestas
El Movimiento Campesino Regional Independiente Emiliano Zapata (Mocri EZ), como lo ha hecho en gobiernos anteriores, continúa con su actividad destructiva en Chiapas.
Al principio, su radio de acción era muy local y se circunscribía a los municipios de Berriozábal y Ocozocoautla; invadía terrenos y participaba en marchas de protesta para cubrirse de un manto de decencia de la izquierda, pero poco a poco fue mostrando su verdadero rostro: el despojo de casas a legítimos propietarios.
El Mocri EZ es hoy una de las organizaciones más poderosas de Chiapas, propietaria de flotillas de taxis, combis, mototaxis, retroexcavadoras, camiones de volteos, camiones de carga y tortillerías, que no hay quién pare, no obstante las cada vez más frecuentes manifestaciones de los agraviados que ha acumulado en el camino.
Hoy, damnificados de esta organización se manifestarán a partir de las nueve de la mañana ante Palacio de Gobierno, para exigir la devolución de sus predios, casas y maquinaria que les ha arrebatado el Mocri.
El problema es que esta organización ha sido utilizada por el gobierno como grupo de choque y ha sido protegida por la estructura legal. Durante años, el Mocri se mantuvo dentro de los límites acordados, pero el sexenio pasado inició con el despojo de casas a propietarios legítimos.
Ninguna organización en Chiapas se había atrevido a tanto. En donde había casas y colonias ya formadas, se respetaba la propiedad para no entrar en conflicto.
Ese acuerdo no escrito lo rompió el Mocri, cuando en 2017 desalojó de sus casas a habitantes de la colonia Santa Inés, en Berriozábal. Tiempo después siguieron el mismo destino los habitantes del Fraccionamiento Magally, en ese mismo municipio.
El remolino destructor, como escribí hace dos años, amenazaba con expandirse cada vez más, si no se atajaba con decisión el acto delictivo del Mocri, y no se hizo; por eso continuaron con su labor de zapa y de enfrentamiento. En diciembre, y para dar la bienvenida al gobierno de Morena, se apropiaron de terrenos y casas de la colonia Loma Larga, en donde perjudicaron a más de 300 habitantes. Ahí se registró un muerto y varios heridos de machete, que defendían sus propiedades.
Poco después las víctimas fueron de la colonia 2 de Marzo, quienes perdieron 17 hectáreas. Meses antes se habían adueñado de varias hectáreas en el Libramiento Manuel Velasco Suárez.
La invasión más reciente del Mocri se registró hace unos días cuando una centena de sus integrantes, provenientes de Berriozábal, su bastión más fuerte, se apoderaron de varias hectáreas ubicadas en el Libramiento Norte, por el mirador Los Amorosos, en donde colocaron sus características láminas de “Zapata vive, la lucha sigue”, solo que en esta ocasión afirmaron que el “predio está en posesión bajo acuerdo de compra y venta de escritura pública legal no. 20960”.
Veremos si el gobierno de Rutilio Escandón decide intervenir para detener el movimiento del Mocri EZ -a la que no hay que confundir con el Mocri CMPZ MN, que goza de una tradición de lucha en la izquierda- o decide utilizarlo como aliado y como grupo de choque en marchas de la sociedad civil.
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