Cuando nada es seguro, todo es posible
Es probable que coincidan conmigo al considerar que cuando se trazan planes en el caminar no siempre se llevan a cabo como se desea. Los motivos pueden ser diversos, lo cierto es que una de las partes interesantes es no quedarse con el ánimo de haber intentado llegar a la meta sino haber dado el paso más grande, iniciar el recorrido y haber comenzado el caminar para poder llegar al destino trazado.
Indudablemente cada travesía que se inicia es distinta, es importante tener en cuenta que cada una de ellas genera una serie de aprendizajes y también tiene sus propias dificultades y retos. En esta ocasión me voy a remitir a una experiencia que da cuenta de un proyecto de comunicación impresa que busca dar espacio y cabida a temas y voces que normalmente no se escuchan, porque son de los temas más cotidianos, corresponden a las personas de a pie, las que hablan pero no siempre son escuchadas o se les hace poco caso, mujeres, juventud, gente del campo, de las comunidades. Ese proyecto es La voz disidente. Surge por iniciativa de un compañero, comunicador intercultural, anarcopunk, Pavel Carreón que junto con su colega Lucio de la Cruz, en un primer momento, deciden iniciar este recorrido incierto, apostándole a un proyecto de autogestión, en la búsqueda de un ejercicio periodístico más incluyente.
Al buscar la palabra disidente en el diccionario, menciona, “Que se separa del partido, la religión, el gobierno o el colectivo ideológico al que pertenece, por no estar de acuerdo con su doctrina, creencia, sistema, etc.”. Eso es en parte lo que caracteriza a este proyecto de comunicación, que en estos días llega a su primer aniversario de existencia. Un proyecto de comunicación que a través de la palabra escrita, de géneros informativos, opinativos, literarios, da cabida a voces distintas, desde bandas de música, chicas feministas que denuncian las diversas problemáticas que nos suceden a las mujeres, cobertura de actividades de colectivos distintos, movimientos sociales, actividades del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, marchas, actividades artísticas, estudiantes que buscan espacios para divulgar sus textos, entre otras temáticas más.
El camino hacia este primer aniversario ha implicado diversos retos, sobre todo al ser un proyecto de autogestión, se han tocado puertas distintas para quienes deciden acompañar su publicación y también ser colaboradores. El costo es de cooperación solidaria, se distribuye en algunos puntos en San Cristóbal de Las Casas, también tiene espacio en redes sociales como Facebook, La voz disidente radio.
Actualmente continúa al frente de este proyecto Pavel Carreón. Me detengo un instante, recuerdo cuando alguna ocasión me comentó que deseaba llevarlo a cabo, vienen a mi mente su entusiasmo y las ganas de realizar un proyecto comunicativo comunitario, reviso los ejemplares que se han publicado, en algunos he tenido la oportunidad de colaborar. No cabe duda, el hubiera no existe porque cuando nada es seguro, todo es posible. El secreto está en intentarlo y no quedarse solo en la expectativa.
¡Feliz aniversario a La voz disidente!!
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