En defensa del fuero
El Año Nuevo nos despertó con la noticia que los legisladores locales aprobaron y celebraron la eliminación del fuero a servidores públicos en Chiapas. Es comprensible, pues el discurso del gobierno de la llamada cuarta transformación a favor de la transparencia y rendición de cuentas, y del abuso que del fuero constitucional algunos políticos han gozado, ha llevado a imponer como moda “la necesidad de eliminar el fuero”.
Que sea una moda no signifique que sea lo correcto. En este caso sorprende la ausencia de análisis y discusión en la arena pública del tema, y el evidente desconocimiento del mismo inclusive por aquellos obligados a conocerlo, como son los propios legisladores. El fuero constitucional fue creado por la razón histórica de garantizar la democracia y el respeto a los integrantes de cada uno de los poderes del Estado.
Ha sido un error desaparecerlo totalmente. Lo que hubiera sido un acierto es que se reformara para imponerlo de una manera más actualizada.
La eliminación del fuero podría tener repercusiones en diversos temas, un legislador de oposición quizá se inhibiría de críticas ante el riesgo de una represalia, un magistrado electoral ¿ estaría es riesgo si no resuelve conforme se espera?
¿ Los consejeros del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana hubiesen actuado con la independencia y libertad con la que lo hicieron en el proceso electoral de 2018 sin que hubiesen tenido la salvaguarda del fuero constitucional?, vale recordar que esa independencia del árbitro electoral garantizó que los actuales legisladores llegaran al Congreso producto de una elección libre y auténtica.
El fuero constitucional es una garantía de que un poder no podrá actuar por encima de otro, estableciendo la igualdad de representación en los tres poderes en que se divide el Estado, a saber, el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Se aplica al cargo, no a la persona.
En estos momentos la Ley ya contempla que el fuero no permite la prescripción de una acción penal. Y es que para muchos políticos que actúan fuera de la ley, el fuero lo definen como una manera de enviar al olvido sus acciones delictivas. Nada más falso.
Inclusive en estos momentos, el fuero no interrumpe las investigaciones sobre políticos y funcionarios denunciados por corruptos. La figura del juicio de procedencia, conocido popularmente como desafuero también existe y puede aplicarse a cualquiera que goce de fuero. La historia registra varios casos.
En la actualidad, varias entidades han procedido a eliminar el fuero porque consideran que es una forma de eliminar la impunidad en los corruptos. El fuero no debe ser una caja protectora para quien cometió delitos en el pasado. Y Chiapas se ha unido a esa corriente en una ola que asemeja más el seguimiento a un discurso que en los hechos admite la ineficacia del aparato ministerial y judicial para castigar al corrupto, a pesar de que las leyes han abierto varios canales para proceder a su enjuiciamiento.
Luego entonces, desaparecer el fuero de manera total ha sido un error histórico del que espero no tengamos que arrepentirnos en el futuro cercano. Se debe de pensar no en el presente sino en el futuro y en las condiciones necesarias para preservar la democracia.
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