Las caravanas migrantes: una crisis centroamericana

La afirmación es unánime: para un centroamericano, el tramo más peligroso cuando intenta migrar hacia Estados Unidos; es México. Los abusos de los cuerpos de seguridad y de la delincuencia organizada son frecuentes.

Pero también; para la inmensa mayoría de los centroamericanos, migrar no es una alternativa; es casi la única opción para aspirar a una vida digna. Ello hace que los migrantes estén dispuestos a correr los peligros de atravesar México para llegar hasta Estados Unidos.

Cuatro caravanas de migrantes hay ya en nuestro país y en Centroamérica en estos momentos; según reportan medios de información, se gestan la tercera y la cuarta. Primero eran ciudadanos hondureños; pero ahora a las subsecuentes caravanas, se les han unido por lo menos salvadoreños y guatemaltecos.

Varias son las interrogantes sobre el nuevo fenómeno migratorio. Por ejemplo: ¿Por qué se forman las caravanas?

Todo comenzó con un llamado en redes sociales hondureñas. Pero obviamente, una enorme pobreza, falta de oportunidades y violencia endémica forman en los ciudadanos centroamericanos, el deseo de migrar. Y obviamente migran hacia donde está la riqueza; Estados Unidos.

Según se ha documentado desde hace años; los migrantes centroamericanos ahorran como pueden y por mucho tiempo, también solicitan préstamos o reciben dinero de sus familiares en Estados Unidos para migrar. Con el dinero, las organizaciones de “coyotes” les ofrecían tres oportunidades para llegar hasta Estados Unidos.

Pero, los peligros en México y la dureza de las autoridades americanas con los migrantes desde la época de Barack Obama -y que decir de Trump- han hecho que seguramente los costos para un migrante centroamericano de viajar a Estados Unidos sean más elevados.

¿Dónde y cómo conseguir dinero -en un país pobre- para un servicio de “coyotaje” cuyo costo siempre aumenta?

Esa seguridad de llegar hasta Estados Unidos en alguna de las tres oportunidades ofrecidas por los “coyotes”, hoy ya no existe. Solo queda atravesar como se pueda el tramo más peligroso para un migrante centroamericano: México.

Incluso; ¿para qué pagarle a un “coyote” si existe la posibilidad real de -al haber un índice más elevado de deportaciones y medidas americanas más duras- ser deportado casi inmediatamente?

La solución es organizar una caravana. De esta manera se asegura comida, viaje gratis y seguridad personal. El problema es; ¿la caravana garantiza la llegada hacia Estados Unidos?

Con la caravana, los migrantes centroamericanos se protegen al ingresar a México, pero cambiaron su seguridad personal en -México- por la posibilidad mayor de llegar a Estados Unidos con un “coyote”. Es un asunto de “costo de oportunidad” dirían los economistas.

 

¿Qué encuentra la caravana en México?

Encuentra a los ciudadanos de un país que se debate en la xenofobia de las redes sociales y la solidaridad de las poblaciones que atraviesa. Encuentra también a México con un presidente en funciones débil, que no atina a responder de manera efectiva al fenómeno de la caravana porque no quiere contrariar a Donald Trump, ni tomar una medida que afecte al próximo gobierno nacional.

Sin xenofobia, ¿Podemos como país detectar las amenazas reales a nuestra seguridad? Porque se dice -sin probarse- que muchos de los migrantes son delincuentes. Pero la realidad es que nuestra frontera sur es demasiado porosa.

En Chiapas, la puerta de entrada a México de la caravana -y también las que vienen en camino- encontraron un sistema de salud colapsado, que no podrá responder con efectividad los problemas sanitarios que una migración masiva acarrea con alta probabilidad.

Probablemente el gobierno mexicano apueste a que la caravana se disuelva antes de llegar a la frontera con Estados Unidos, es decir; en cualquier parte de la república. Esto porque el escenario en al llegar a Estados Unidos sería diferente.

Es probable que la mayoría de los migrantes que llegen a la frontera se entreguen a las autoridades estadounidenses y soliciten asilo, otros es posible que piensen que se aventurarán a internarse en Estados Unidos de manera ilegal. El caso es que el gobierno americano -de acuerdo a sus leyes- tiene que tomar en serio cualquier solicitud de asilo y eso es un proceso legal tortuoso.

Por eso, de acuerdo con el presidente de Estados Unidos, lo mejor es detener a las caravanas de migrantes antes de llegar a la frontera americana; es decir, en México.

Es cierto; Honduras es un de los países más violentos del mundo. El fenómeno de la violencia corroe a la sociedad hondureña y a sus instituciones con corrupción e impunidad. Ello explica el impresionante éxodo. Pero, parte de esa violencia es provocada por el narcotráfico; por ello el problema hondureño, es también mexicano y por supuesto norteamericano.

Ante la coyuntura hondureña, México tiene que recordar que también exporta migrantes hacia donde está la riqueza; es decir, Estados Unidos. Gobierno y pueblo tienen que tratar con la mayor humanidad posible a quienes han decidido migrar para lograr una vida mejor.

Twitter: @GerardoCoutino

Correo: geracouti@hotmail.com

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