Italo Svevo: el escritor
Su nombre fue Hector Schmitz. Nació en Trieste, Italia, el 19 de diciembre de 1881 de manera que el próximo diciembre estaría cumpliendo 137 años. Dedicó su vida al comercio, como era de esperarse habiendo nacido en una ciudad portuaria en la que la actividad comercial era intensa. En aquellos años del nacimiento del señor Schmitz, Trieste era parte del Imperio Austrohúngaro. Su lengua materna era el italiano pero en la variante triestina, que era la usada por su familia que, por la línea paterna era de origen húngaro judío, mientras por el lado materno era triestina. Fue educado no sólo en el ambiente familiar, sino que estudió en Alemania en el pequeño municipio de Segnitz, en Baviera. No conforme con su nombre alemán, decidió nombrarse Ettore, para de ahí en adelante, firmar como E.S. en sus primeros ensayos. En 1886 lo encontramos con el nombre de E. Samigli, nombre con el que firma su primera pieza como dramaturgo: Antes del Baile. El comerciante quiere recalcar que nada tiene que ver con el escritor, como lo denuncia su constante cambio de nombres.
Al morir su padre en 1892, adoptó el nombre de Italo Svevo para firmar todo lo que publicaba. Con ese nombre firma su primera novela, Una Vida, muy recomendable como lectura para estos tiempos que vivimos. Se casó con una prima suya, Livia Veneziani, que luchó toda su vida para que do dejara su puesto y oficio de banquero, a cambio de tener que vivir como escritor. Así que Italo Svevo/Hector Scmitz tuvo esas dos personalidades, en mucho contradictorias con sus ensayos y convicciones. Sucedió que el suegro de Hector Scmitz amplió sus negocios a Londres y envió a su yerno a que se encargara que fuesen viento en popa. La necesidad hizo que el banquero buscase aprender inglés y resultó que en Trieste residía James Joyce, que se convirtió en su maestro. No tardaron en armonizar una intensa amistad. Joyce, incluso, le facilita los manuscritos de Retrato del artista adolescente, lo que provoca un diálogo entre ambos. Es Svevo quien nutrirá a Joyce con información sobre el mundo judío, que el gran escritor irlandés usará para modelar al personaje central de la que es su obra más importante. La amistad entre ambos personajes queda sellada.
Pasada la Primera Guerra Mundial, Svevo emprende el estudio de la obra de Sigmund Freud, que será una influencia duradera en su forma de ver el mundo. Parece que a Svevo no le gustaba, por alguna razón, que se le relacionará con Freud, pero la influencia de este se notará en sus ensayos y sobre todo, en su novela La Conciencia de Zeno, considerada como una obra maestra de la literatura italiana. En esta extraordinaria obra, Svevo logra unir a Joyce con Freud para mostrarnos una visión penetrante de la vida y del mundo. En el año de 2009, la Editorial de Bolsillo lanzó una edición en castellano que es muy recomendable. Un par de años antes, en 2007, la Editorial Gadir había publicado una versión en castellano de la novela de Svevo, que tuvo pronta repercusión en los medios literarios de América Latina. Más aún, existe una edición de la Universidad Veracruzana que aún circula en nuestras librerías mexicanas. En 2014 la Editorial Páginas de Espuma publicó un excelente volumen con los ensayos de Italo Svevo que constituye una introducción apropiada a su gran novela, La Conciencia de Zeno.
Italo Svevo murió el 13 de septiembre de 1928 a los 67 años. Había escrito un ensayo advirtiendo que los seres humanos enloquecerían con el invento del automóvil, presos del vértigo de la velocidad. Fue premonitorio de cómo encontraría la muerte: fue atropellado por un imprudente que circulaba a toda velocidad en las calles de Motta de Livenza.
Ajijic, Ribera del Lago de Chapala. A 18 de noviembre de 2018.
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